El Manuscrito De Magdalena
Enviado por virginia88 • 9 de Junio de 2013 • 11.666 Palabras (47 Páginas) • 297 Visitas
EL MANUSCRITO DE MAGDALENA
1
El texto que figura a continuación está incluido en el libro “The Magdalen
Manuscript” de Tom Kenyon y Judi Sion. Se trata de una canalización
procedente posiblemente de María Magdalena sin que el propio Tom
Kenyon afirme taxativamente que esa sea su procedencia real aunque sí
asegura haberlo recibido por esa vía. Junto a la propia “canalización”,
que es lo que aquí se recoge, aparecen en el libro otros textos de Tom y
Judi sobre la realización práctica de los ejercicios a que se hace referencia
en el Manuscrito así como a las Alquimias Internas en diferentes
tradiciones y otras vivencias personales.
Dado que curiosamente el libro no parece estar traducido al castellano y
habiendo constatado el interés de muchas personas por conocerlo, hemos
preparado esta traducción que probablemente no esté a la altura de la que
pudiera haber hecho un traductor profesional. Debemos señalar también
que hemos procurado respetar todo lo posible el texto original aunque en
algún momento pudiéramos pensar que existía una forma mejor de
expresar la idea. El autor refiere el cuidado que ponía Magdalena en cada
palabra y expresión que transmitía y lo cuidadosos que ellos mismos
fueron en mantener la integridad del mensaje tal como ella lo expresó.
En cualquier caso el cariño y la dedicación con que hemos hecho este
trabajo y la presencia de alguna manera en todo ello de Magdalena nos
hace sentir que el mensaje básico está perfectamente conservado.
Esperamos que el libro completo aparezca pronto en las librerías en su
versión castellana.
Nota: Nos parece adecuado añadir esta recomendación de Tom sobre la
realización práctica de los ejercicios:
Debido a que estos ejercicios llevan energía al cerebro y a los centros superiores de la
cabeza, están contraindicados para algunas personas. Si ha sufrido un traumatismo
craneal o ha experimentado apoplejía consulte con su médico antes de realizarlos.
Aquellos que sufran ataques de tipo epiléptico deberían buscar también el consejo de
sus médicos antes de comenzar estas meditaciones de entrenamiento. Finalmente estos
ejercicios están contraindicados para los maníaco-depresivos especialmente durante las
fases maníacas. Para las demás personas son inofensivos y muy beneficiosos. Si en
cualquier momento durante las meditaciones experimenta dolores de cabeza pare y
descanse.
2
EL MANUSCRITO DE MAGDALENA
Uno
Fui educada en el conocimiento de la magia.
Mi padre era de Mesopotamia y mi madre de Egipto.
Antes de que yo naciera ella había rogado
a Isis que la bendijera con una hija. Yo soy esa hija.
Y fui conocida como María Magdalena.
Cuando tenía 12 años fui enviada a estudiar
con una hermandad secreta de Iniciados bajo las
alas de Isis. Fui instruida en los secretos de
Egipto, las Alquimias de Horus y la Magia Sexual
del culto de Isis. Cuando me encontré con el que llamáis
Yeshua, había acabado todas mis iniciaciones.
Estaba preparada para el encuentro con él en el pozo.
Los Evangelios se refieren a mi como una prostituta,
porque todos los Iniciados de mi orden llevaban
un brazalete de oro que era una serpiente; y era sabido
que practicábamos la magia sexual;
y a los ojos de los Hebreos éramos putas.
Cuando vi a Yeshua y nuestros ojos se encontraron,
supe que habíamos sido destinados el uno para el otro.
Lo que voy a contaros no ha sido
conocido, salvo por aquellos que estuvieron conmigo.
Existen muchas leyendas sobre lo que sucedió.
Pero para mi es una historia del mas profundo amor.
3
Lo que Yeshua tenía como visión del mundo no me compete.
Mi historia es una historia de amor.
Mucha gente seguía a Yeshua. Y las oportunidades
que tuvimos para estar juntos en solitario fueron muy pocas.
No está escrito en los Evangelios porque
nadie lo supo, solo los mas cercanos a nosotros.
Antes de que Yeshua fuera al jardín de Getsemaní,
concebimos una hija, y su nombre fue Sar´h
Dos
La historia que voy a contar parece fantástica.
Recuerdo los arrecifes de Maries de la Mer,
aunque entonces, por supuesto, no se llamaba así.
Fue el lugar donde nuestro barco atracó. Sar´h
era muy pequeña.
...