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El Sector Popular En La Construcción Democrática Del hábitat


Enviado por   •  19 de Noviembre de 2012  •  4.988 Palabras (20 Páginas)  •  381 Visitas

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Ciudades para un futuro más sostenible

Ponencias de la reunión Iberoamérica ante Hábitat II

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El sector popular en la construcción democrática del hábitat

Arqto. Víctor Saúl Pelli

(Argentina)

Prof. Universidad de Resistencia. Director del IIDVI

La fecha de la reunión de Estambul encuentra a América Latina con novedades en su panorama de pobreza habitacional y urbana. La presencia masiva de los pobres y de sus viviendas de miseria ha venido siendo tomada durante décadas como un dato permanente de la ciudad latinoamericana, y esa imagen de permanencia ha ido afianzando una vaga noción en los ámbitos de poder acerca de la capacidad de espera y de tolerancia de la gente en esa condición de vida.

Sin embargo los cambios estructurales producidos o puestos de manifiesto en los últimos dos lustros, con tan fuerte impacto en el comportamiento de la totalidad de los sistemas del planeta, no han dejado de influir también en el papel de la pobreza latinoamericana en sus ciudades y en sus sociedades, incorporando inquietantes variantes a la imagen de paciencia y permanencia. Los cambios globales ciertamente no han ayudado a los sectores populares a superar su pobreza, pero han introducido nuevas coordenadas en su situación, desde adentro y desde afuera. Estas nuevas coordenadas (la penetración de los medios de comunicación y de la tecnología de punta en el ámbito de los sectores populares, las migraciones internacionales desde y hacia los asentamientos irregulares, el debilitamiento -en todos los niveles sociales- del poder de contención de los valores morales hasta hace un tiempo consensuados, la globalización de la economía formal, el fortalecimiento de la economía informal, la estructuración de ámbitos de poder social del narcotráfico, las viejas epidemias renovadas y las nuevas epidemias, el incremento de los riesgos por catástrofe, el ensimismamiento de los sectores más pudientes en una cultura de deslumbramiento y satisfacción costosa y efímera) le han introducido mayor dinamismo y han subido el voltaje de su inserción en la ciudad.

Esto no debe leerse necesariamente, ni simplemente, como incremento de la agresividad o del malestar de los sectores más pobres: sería más adecuado a los hechos decir que se ha incrementado la tensión social en la ciudad en general, entre y en todos sus sectores, cada uno a su manera, así como el extrañamiento, la segregación, el enfrentamiento y las actitudes defensivas (todas estas actitudes con su correlato claro e inmediato en las formas que va tomando el hábitat), con sus consecuencias sobre la salud de la trama social en general, entendida como sustento de vida. En este contexto más sensibilizado y dinámico una situación crítica y masiva como la de la pobreza extrema de los sectores populares está jugando un papel más activo. Los datos del problema están cambiando o han cambiado, y no es arriesgado afirmar que su abordaje con las fórmulas empleadas hasta ahora puede ser inócuo o incluso puede llegar a profundizarlo.

Uno de los principales núcleos de expectativa generados por la reunión Habitat II apunta a la posibilidad de perfeccionar la comprensión de los problemas sectoriales de la ciudad, como el de la vivienda, por ejemplo -y, de modo más particular, el de la vivienda de los sectores más pobres- de manera de identificarlos y abordarlos como parcialidades de las falencias estructurales, físicas y sociales, del sistema urbano, o como emergentes de las del sistema social general. La solución de esos problemas sectoriales sería así sólo una parte orgánica, o una consecuencia, del tratamiento del problema urbano en su integralidad o, al menos, al encarar su abordaje con una visión sectorial, sería planteada, conceptual y técnicamente, como parte o emergente del problema estructural mayor. Ciertamente esta noción no es nueva, pero pertenece a la larga lista de los conceptos innovadores aceptados y enfáticamente declamados, pero poco o nada incorporados, en términos operativos efectivos, a las políticas, las operatorias o los planes de acción de los organismos gubernamentales y también de algunas de las grandes instituciones no gubernamentales.

El presente documento pretende hacer algunos aportes a esta revisión conceptual desde el punto de vista que presta mayor atención a la situación habitacional y urbana de los sectores sociales más desfavorecidos.

El papel y la situación de los sectores populares en la construcción y en la ocupación del hábitat

El sector popular, que aporta la fuerza de trabajo para la construcción de la totalidad del hábitat moderno, incluidas aquellas partes del mismo que las instituciones de la sociedad le destinan como vivienda, es también el único productor de la parte restante (la mayor) de su propio hábitat residencial. El primer caso corresponde al modelo de gestión del hábitat asumido como propio y auténtico por la estructura social predominante, y en él le caben, al sector popular, sólo dos papeles: el de mano de obra y el de eventual usuario; no tiene acceso a las decisiones ni es, consecuentemente, responsable por ellas. Dentro de la organización moderna de la producción, el operario no cuenta con márgenes para dejar su impronta cultural, ni para reclamar espacios de decisión sobre la esencia del hábitat así producido. El segundo caso corresponde a un proceso orgánico, el de los asentamientos irregulares y espontáneos, admitido como hecho lamentable pero no aceptado como modelo de gestión válido por la sociedad predominante. En él le caben, a los grupos populares, una mayor variedad de papeles, que les aseguran, si bien dentro de los estrechos límites de la miseria, el control de la parte esencial del proceso de producción, de la definición del producto y de la vida del hábitat así producido, aunque no una integración a la trama de interrelaciones, beneficios y obligaciones de la ciudad moderna.

En ambos casos se destacan dos rasgos de situación: la insuficiencia y la exclusión, en relación a la ciudad como sistema. Dos rasgos que el análisis conceptual llega a fundir en el concepto de pobreza.

Revisión del concepto de pobreza habitacional

La comprensión de la pobreza como estado permanente de no satisfacción de necesidades básicas (insuficiencia) no alcanza a ser eficaz si sólo se entiende la insatisfacción de necesidades básicas como carencia de recursos para la supervivencia física inmediata y

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