El actor es como un caballo al cual hay que darle una pradera

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EL AMOR POR LA FUGACIDAD - JORGE EINES

TEORIAS DEL ACTOR – THAMER ARANA

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Taís Tatiana Mazo Gallego CC 44004880

Julián Pineda Betancur CC 1128431573

“El actor es como un caballo al cual hay que darle una pradera”

Jorge Eines.

“Yo no creo en la formación de actores, yo creo en la formación del actor” Afirma Jorge Eines hoy, después de años de experiencia como actor, director y académico de las artes escénicas.  Nacido en Buenos Aires Argentina, se Instala en Madrid en el año de 1976 tras una fuerte crisis política que golpeó su País. Gracias a su perseverancia, a su constancia y esfuerzo, tras haberse desempeñado como docente de catedra en la Real Escuela Superior  de Arte Dramático y Danza, se aventura a Fundar su propia Escuela en el año 2001, la cual lleva su nombre.

Su pasión y trayectoria han sido gratamente reconocidas, tanto así que en su comienzo la Escuela llegó a tener alrededor de 400 alumnos, y muchos más postulados esperando por un cupo. De ésta experiencia, que bien podría tomarse como un ensayo, Eines comprendió que su técnica no consistía en la enseñanza cómo algo general, sino cómo algo particular, pues así como cada ser humano es un universo, ése universo necesita explorarse y habitarse de una manera diferente, razón por la cual cerró la escuela, y fundó otra con muchos menos alumnos a los cuales pudiera dedicarse de manera eficaz, real y personalmente.

Antes de conocer acerca de la  técnica propia de Jorge Eines, Sería interesante presentar alguno de sus postulados. Uno de ellos, con el cual nos permitimos abrir éste ensayo “El actor es como un caballo al cual hay que darle una pradera”, es pues para Eines de vital importancia el concepto de Libertad dentro del proceso creativo, tanto por parte del Director hacia los actores y viceversa, cómo del Director consigo mismo y de los actores con ellos mismos; Y es que ante la libertad los primeros enemigos, somos nosotros mismos, pues como lo dice el escritor argentino “Todos tenemos resistencias” – Para aprender, - Para recibir, - Para poner el cuerpo en juego como proceso creativo, etc. Y el actor no escapa de esto; porque lo desconocido asusta, y el trabajo del actor cómo el mismo lo llama, “Es el arte de no saber” así mismo argumenta que el actor debe aprender a no saber, porque si no, anticipa y cuándo hay anticipación no hay trabajo, porque no hay pregunta. De manera que es fundamental que el actor aprenda a sostener la pregunta en la escena, y no pretenda responderla, y mucho menos con conocimientos a priori que traiga de la vida, sino que trabaje por y para ella,  pues una vez la responda, todo estará acabado

El Dramaturgo Argentino propone una Estructura Técnica Interpretativa con 5 elementos: -El Objetivo, -El Entorno, -Las acciones, - La contingencia y –El texto. El autor compara el Objetivo con una brújula, el elemento esencial para el actor, sin el cual éste se perdería. Al lado de ello advierte que el objetivo tiene que verse en su Unilateralidad y en sus Contradicciones; Unilateralmente debe enunciarse, y desarrollarse en sus contradicciones, trabajar el si por el no. Cuándo el actor aprende a sostener la pregunta es porque puede enunciar lo que quiere y trabajar estratégicamente por conseguirlo. Al entorno lo plantea como todo aquello que no es el compañero, “Todo es entorno si lo hago funcionar cómo conflicto” dice Eines, de ahí que la búsqueda de relaciones, intermediaciones con el entorno sean precisamente las estrategias de las que se habla en el trabajo del objetivo. Si se comprende ésta relación existente entre el Objetivo y el Entorno, es posible aceptar otro de sus postulados “Sin objetivo ni conflicto, no hay motor de desarrollo en la escena”. Así mismo nos define la acción como la vía de acceso a la construcción del personaje, es lógico ahora comprender porque para Eines no es viable que la construcción del personaje y/o la escena se realicen en un estudio teórico, porque la acción sólo existe en el momento mismo en el que se realiza, no puede buscarse, más bien con ella se busca y se trae cosas, la acción deja al descubierto las resistencias, nos permite habitar lugares antes no habitados, y lo mejor de todo es que como el mismo repite “Es la acción la que nos elige, no nosotros quien elegimos la acción”. Finalmente,  La contingencia la define como el espacio de libertad que hay que llenar, y el Texto, no requiere de mayor explicación, pues es como su mismo nombre lo dice, es el texto con que se trabaja.

“Si el actor aprende a trabajar la estructura, logrará que ocurran cosas, si algo ocurre los resultados surgen, Es inevitable” Jorge Eines, Ventana 23. Llegados a éste punto es posible hacerse una pregunta, ¿cómo trabajar una Estructura desde el concepto de libertad? Pues bien, se nos habla de Libertad, incluso en uno de sus postulados se compara al actor con un caballo al cuál se le debe dar un prado para que corra a sus anchas, pero he ahí la respuesta, se le da un prado, y el prado no contiene el Mar, es decir que dentro de ésa libertad hay límites necesarios para que el actor no se desboque. Y la Estructura es precisamente la primera pérdida de Libertad que se tiene, pues se debe elegir, para poder ir de lo general a lo particular, “Duele tener que perder la libertad, pero luego se recupera” Asegura Eines, a lo que agrega “La estructura es para ser olvidada, pero hay que tener que olvidarla”, la técnica pretende pues Lograr la espontaneidad desde lo trabajado.

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