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La Naturaleza Social Del Ser Humano.

vrg1211Ensayo5 de Noviembre de 2016

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La Naturaleza Social Del Ser Humano.

La psicología social la constituye la comprobación que de gran parte del ser y hacer humanos no puede ser adecuadamente explicada sin acudir a las relaciones del sujeto (individuo o grupo) con otras personas y grupos, es decir, con sus raíces sociales. Esta relación es precisamente la que constituye el carácter social, y el supuesto es que la acción humana tiene siempre y necesariamente ese carácter. El ser humano es un animal social por naturaleza equivale a decir que su hacer y su actuar están relacionados o vinculados al ser y actuar de los demás.

No todas las  acciones  humanas son  igualmente sociales. El carácter social va con el carácter humano, realiza un buen número de acciones en la naturaleza adaptativa que en nada son específicas. Cada una de estas acciones puede ser responsable socialmente y presentar variables especialmente humanas. Los actos de conducta, en cambio, ocurren como respuesta a una situación, a veces nueva, y crean actividades con sentido, que el ser humano sea por naturaleza social no quiere decir que todos y cada uno de los seres humanos sean de hecho sociales.

Existen enfoques muy diversos en psicología social respecto a la naturaleza social del ser humano y, por consiguiente, respecto a la naturaleza del vínculo constitutivo de lo social en la acción humana. Estos enfoques parten de supuestos filosóficos distintos, que solo excepcionalmente llegan a explicarse y de cuyas consecuencias con frecuencia no es suficientemente consciente. Los enfoques de psicología social en tres grupos: los que conciben al carácter social como un dato biológico, los que conciben como una circunstancia externa y los que lo conciben como una construcción histórica.

  • EL CARÁCTER SOCIAL COMO DATO BIOLÓGICO

El carácter social del ser humano se cifra en la posesión de una misma dotación genética que plantea a los individuos exigencias comunes. Los elementos instintivos del comportamiento son normalmente completados con otros elementos aprendidos, formándose así la cadena del comportamiento visible. Existen grandes limitaciones a las posibilidades de cambiar aquellos comportamientos de una especie articulados de núcleos instintivos. Las posibilidades más importantes hay que buscarlas no tanto en la transformación de la estructura comportamental, cuanto en la reorientación del objeto al que se dirige ese comportamiento y su progresiva ritualización.

Los hombres han desarrollado mecanismos que amplían en gran medida la capacidad de agredir pero no han desarrollado simultáneamente mecanismos de control e inhibición, es decir normas y ritos sociales que permitan canalizar en forma constructiva la agresión reorientando su objetivo. Sociedades o grupos sociales que mas estimulen la agresividad y menos posibilidades ofrezcan para su desahogo verán florecer con más frecuencia fenómenos como el terrorismo. Lo social en los seres humanos viene dado por el conjunto de ritos y normas que se han ido formando y transmitiendo históricamente de generación en generación y que permiten a las personas controlar y orientar positivamente sus instintos.

  • EL CARÁCTER SOCIAL COMO CIRCUNSTANCIA EXTERNA

        El conductismo radical, mantiene una visión del hombre que puede calificarse como individualismo hedonista. La unidad fundamental de análisis  lo constituye el bloque formado por el estimulo y la respuesta, el conductismo solo reconoce respuestas de los individuos, en el sentido de que los constitutivos últimos del mundo social son los individuos. Una sociedad es más que la suma de individuos y, como afirma explícitamente, la conducta social no es distinta que la conducta individual. La conducta es aprendida y su adecuada comprensión exige la aplicación de los principios del aprendizaje operante, que es una versión contemporánea del tradicional hedonismo filosófico.

 Los individuos tienden a producir aquellas respuestas que en cada situación o con las cuales tienen más posibilidades de conseguir su satisfacción. La satisfacción del individuo es el criterio y raíz ultima de la conducta. La sociedad es la fuente de recursos necesarios para la satisfacción de los individuos. El individuo es una totalidad completa en sí misma; los otros son estímulos o circunstancias externas, incluso si se les considera necesarias para la propia supervivencia. Una conducta es social cuando es estimulada o reforzada por otros individuos de la misma especie, independientemente de que la misma conducta pueda, en otras circunstancias ser estimulada por otros tipos de objetos.

  • EL CARÁCTER SOCIAL COMO CONSTRUCCIÓN HISTÓRICA.

Existen muchas y muy diversas maneras de concebir la historia y la realidad histórica; desde la perspectiva de la psicología social, tres importantes aspectos suelen caracterizar las visiones históricas del ser humano: el papel esencial de las particularidades espacio- temporales propias de cada situación y proceso social (humano), el carácter fundamentalmente activo del sujeto en la determinación de su propio desarrollo y de procesos sociales, y la apertura de todos los procesos a lo nuevo. Del carácter social como construcción histórica, hemos distinguido tres visiones diferentes, de gran importancia en psicología social.

 La distinción se establece a partir de aquel factor que cada una de ellas considera más importante para el proceso de construcción histórica: para el psicoanálisis ese factor son las pulsiones o fuerzas instintivas, para el culturalismo ese factor es la relación funcional del individuo, para el marxismo este factor son las relaciones macro sociales que confluyen en la persona.

  • El CARÁCTER SOCIAL COMO CONSTRUCCIÓN INSTINTIVO – INTERPERSONAL.

Las pulsiones de vida o Eros, se contraponen en la última formulación de la teoría freudiana las pulsiones de muerte o Tanatos. Las pulsiones de vida tienden a construir nuevas unidades vitales y conservar las ya existentes, mientras que las pulsiones de muerte tienden a su destrucción y al retorno al estado inorgánico, considerando como un estado de reposo absoluto. Si las raíces pulsionales son comunes a los seres humanos, su evolución depende de la historia peculiar de cada individuo.

Las personas se van configurando en relación con los otros, en un autentico dialogo social que conduce a la estructuración de la personalidad. Triangulo familiar tienen lugar los procesos básicos a través de los cuales se irá determinando la personalidad de cada individuo, en una dialéctica entre la afirmación y la negación, el deseo y la ley, el principio del placer y el principio de la realidad

  • EL CARÁCTER SOCIAL COMO CONSTRUCCIÓN CULTURAL – INTERPERSONAL

La construcción de lo social que se realiza a través de las relaciones interpersonales tiene como presupuesto la existencia de un marco de referencia, de una cultura, que incluye unos símbolos o significaciones compartidas y una organización.

Los símbolos son significados compartidos socialmente y una cultura se compone fundamentalmente  de símbolos. No es estática, y significados individuales y colectivos están en constante evolución a través de los múltiples procesos de interacción. La interacción representa la fuente de donde brotan continuamente nuevos significados así como el proceso fundamental que confirma y fortalece los significados y símbolos ya existentes.

Se suele conocer en psicología social como el interaccionismo simbólico. Un grupo primario es aquel en que sus miembros mantiene relaciones personales, estrechas, por lo general con una fuerte carga afectiva constituye el marco en que cada individuo se vuelve plenamente humano, adquiriendo su identidad personal y social. Lo social en el ser humano es, según el interaccionismo simbólico, la necesaria pertenencia a un grupo o comodidad por un lado, y por otro, la incorporación del “otro generalizado” de las actitudes básicas de su medio, como la materia prima de su propio yo. La pertenencia a un grupo no solo entraña a la necesaria interacción con los demás miembros del grupo, sino que a través de esa interacción el individuo va constituyendo su propia realidad personal.

  • EL CARÁCTER SOCIAL COMO CONSTRUCCIÓN GRUPAL – INTERPERSONAL.

La esencia humana no es una abstracción inherente a cada individuo en particular; en su realidad es el conjunto de las relaciones social  la individualidad de la persona es dada por lo biológico, pero la personalidad misma, la realidad humana es como tal es formada históricamente como encarnación de los influjos sociales que de modo especifico influyen en la individualidad.

La persona humana no puede ser comprendida de modo adecuado sino a partir de estos determinismos fundamentales de clase, ya que ella constituye la estructura portadora de los principales influjos humanos: relaciones, necesidades, intereses, hábitos, ideas, sentido de la propia identidad. Cada individuo asume consiente o inconscientemente estos determinismos y a partir de ahí elabora su historia y se produce así mismo o es elaborado y producido por las fuerzas históricas.

El carácter social del ser humano desde esta perspectiva consiste en analizar la necesidades de los grupos y personas no como un dato previo, universal y jerarquizado biológicamente, sino como una construcción histórica. La presencia de estas contradicciones en cada individuo asume múltiples formas, desde las posibilidades abiertas o cerradas. Objetivamente a su conciencia hasta las formas de su percepción y pensamiento, sus afectos y actitudes y en última instancia, la frecuente dualidad de su acción que, buscando la propia realización humana, constituye una verdadera fuente de deshumanización para sí mismo y para otros.

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