La Naturaleza del ser humano.

República Bolivariana de Venezuela                                                     [pic 1]

Universidad Nacional Experimental Marítima del Caribe

Ingeniería Ambiental

Ética Ambiental

Elena A. Bello Estévez

C.I. 19649620

Naturaleza del ser humano

La ironía de nuestra trágica realidad como sociedad causa gracia. Al terminar de leer la fábula mi primera reacción fue una risa corta y automáticamente después caí en cuenta de cuanto realmente se asemeja a nuestro adoptado estilo de vida.

Hasta el momento no tengo una opinión definida de nuestro origen ni por qué somos los únicos seres vivos con capacidad de razonar. Si somos producto de una serie de accidentes o de un ente superior. A pesar de considerarme católica, en este momento creo que somos energía, conectados de alguna manera con todo lo que nos rodea y que en conjunto formamos una fuerza energética que nos impulsa. Creadores y, a su vez, creación energética. Por eso todo lo que sucede en nuestro alrededor nos afecta, y viceversa, el modo en que nosotros pensemos y actuemos afectará nuestro entorno.

La manera como la fábula logra reflejar nuestra conducta a través de los años en las capacidades y actitudes de estos 3 animales me parece bastante acertada, y siento que la similitud viene de la capacidad de imitación y de adaptación que tenemos como seres humanos. En los comienzos de nuestra existencia, esas 2 cualidades fueron primordiales, y no teníamos a quien más imitar que a los animales que nos rodeaban y con quienes compartíamos la pacha mama. A lo mejor, en ese entonces, no eran el burro, el perro ni el mono, pero eran otros con comportamientos parecidos y, hasta el día de hoy esas 2 cualidades son las que nos rigen como sociedad, y gracias a nuestra capacidad de razonar logramos sacar el mayor provecho de lo que nos rodea y constantemente buscamos el avance social, económico y tecnológico; lamentablemente, nuestras grandes y excepcionales cualidades, nos han convertido en una sociedad confiada y engreída, incapaz de admitir nuestros errores y debilidades, lo cual nos dificulta mucho el poder aprender de nuestro pasado y realmente conseguir una mejora continua. Así que, mientras esto siga sucediendo, nuestro realidad será la reflejada en la fábula.

Vale acotar, que tampoco es un “destino” tan malo, nada viene sin esfuerzo, siempre se debe estar en constante trabajo y esfuerzo por conseguir lo que queremos; a su vez, si no cuidamos eso que es tan valioso para nosotros no durará y, a la larga queda disfrutar eso que se cosecho y ver como otros forman su propio camino. Es una manera de vivir agotadora así como placentera, y para aquellos que la saben aprovechar les deja mucho aprendizaje.  El problema es que, hasta ahora, no es un estilo de vida que realmente nos permita crecer como sociedad, no deja cabida para un crecimiento energético.

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