El valor de educar. Lo que el hombre enseña al hombre
AlexiaAlvarado09Tarea22 de Octubre de 2019
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Lo que el hombre enseña al hombre.
Al momento de nacer automáticamente se me considera de la especie humana, esto no quiere decir que lo sea. Los ladrones, violadores, asesinos, etc. Son humanos, sin embargo, el ser humano no te da humanidad. La humanidad es el afecto, comprensión y solidaridad que siento hacia otros, y la obtengo mediante enseñanzas. Es importante mencionar que a todos nos enseñan, y todos enseñamos.
Kant consta el hecho de que la educación nos viene siempre de otros seres humanos (< hay que hacer notar que el hombre sólo es educado por hombres, y por hombres que a su vez fueron educados >) ya que para enseñar debe haber una vinculación intersubjetiva de conciencias, con este me refiero al significado de las cosas que me enseñan mis semejantes, y otras especies no podrían enseñarme eso.
El hombre enseña a su prójimo la educación para enriquecer conocimientos, comportamientos, habilidades e ideales.
Me he encontrado con dos descubrimientos: la sociedad y el tiempo. La sociedad son las experiencias, la historia de mis semejantes que me van enseñando a lo largo de este periodo. Y el tiempo, con este se refiere a que la experiencia de otros, el haber vivido mas tiempo que yo, los hace capaz de enseñarme nuevas cosas.
La primera enseñanza que me dieron provino del entorno familiar, a la cual se le conoce como influencia educativa informal o socialización primaria. Para que pueda haber un aprendizaje, tiene que haber una ignorancia y desde el nacimiento hasta la muerte estaré rodeada de ella. La influencia que tuvieron mis padres en mis primeros años de vida será muy determinante (estas experiencias formaran parte de mi personalidad) pero no decisiva pues al paso de los años iré adquiriendo más conocimientos. Mis padres tomaron el rol de adulto para que yo pudiera tener una socialización primaria buena, y en muchos casos cuando en la familia no se adquiere este rol, es decir, cuando los padres tratan de ser más amigos que padres, el niño no podrá tener un aprendizaje correcto. Muchas veces caminando por la calle, he visto hijos que no respetan a los demás ni siquiera a sus papás, y se da la crisis de autoridad, esto se debe a que los padres no tomaron el rol de adulto que debieron.
Pasada cierta edad, mis padres comenzaron a llevarme a la escuela y concuerdo con el autor al decir que en esos momentos los veía como tiranos pues yo no quería estudiar, quería pasar mi tiempo jugando, comiendo, durmiendo, de todo menos estudiando.
Actualmente les agradezco por haberme dado libertad, la libertad de la ignorancia. Así lo menciona Savater (1997) “La libertad de la que estamos hablando no es un a priori ontológico de la condición humana sino un logro de nuestra integración social” (p. 93)
Al entrar a la escuela empieza la socialización secundaria o influencia educativa formal que se da por personas socialmente asignadas, los maestros de estas instituciones. Para esta etapa es más fácil para los docentes enseñarme debido a que ya vengo con conocimientos previos que me inculcaron mis padres, pero ¿Qué pasa con los niños que no tuvieron una buena socialización primaria? Es más difícil enseñarles y complica mas la labor del profesor, por lo tanto, este tiene que enseñarle al niño lo que el padre debió de haber enseñado y causa un retraso en el aprendizaje.
Todas las disciplinas que llevo en esta etapa son importantes y de utilidad, pero a veces no le doy el merito necesario porque existen profesores no eficaces, profesores que se indignan por la ignorancia del alumno, como el autor menciona, muchos de estos maestros enseñan la asignatura que en su juventud ellos disfrutaban, entonces creen que todos debemos disfrutarla y comprenderla de la misma forma que ellos hacían y esto es erróneo, como docente debes despertar la curiosidad del alumno para que el disfrute la materia y aprenda de manera eficaz, puesto que no todos los alumnos van a compartir los gustos de educador. Así lo menciona Savater (1997) “la virtud humanista y formadora de las asignaturas que se enseñan no estriba en su contenido intrínseco, fuera del tiempo y del espacio, sino en la manera concreta de impartirlas, aquí y ahora” (P. 119)
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