El valor de la jurisprudencia

cual no corresponde con el ser ni con el deber ser de la jurisprudencia.

A lo que abogan aquellos autores en su libro, es por una jurisprudencia a la que se le reconozca mayor abolengo y mayor poder vinculante, pero sin la adopción de esquemas que erosionen nuestro sistema imperante y nuestra rica tradición jurídica, porque ante todo se encuentra la primacía de la constitución y la ley, que por mas notoriedad que adquiera, no se puede torcer y a la cual el juez les debe respeto. Como bien lo señala el profesor Eduardo García Enterría, el cambio registrado”…no equivale a proclamar la libre creación judicial del Derecho, ni la rebelión del Juez contra la Ley; no es verdad que la ley admita una interpretación ilimitada, como tampoco que este abierta a lo que ciertos jurista llamaron el uso alternativo del Derecho, que pretende justificar cualquier interpretación desde criterios ideológicos. Es verdad que la ley no es ya el único instrumento para la regulación social, pero la ley sigue siendo insustituible, porque sigue siendo verdad que ella misma es la expresión del principio democrático”.

El tema del papel atribuido a la jurisprudencia no es un capricho académico, o un asunto puramente filosófico desprovisto de relevancia fáctica. Por el contrario obedece a una definición político-jurídica de gran resonancia que trasciende a diversas esferas. De ahí que se desprendan otros temas que revisten de igual importancia en los aspectos de mayor discusión en la actualidad, como lo son en primer lugar, el transito explicito hacia una jurisprudencia racionalmente vinculante y, en segundo lugar, el rol unificador atribuido a la corte en sede casacional.

Fue a partir de la entrada en vigencia de la Constitución Política de 1991, que se crea la Corte Constitucional y con esta, se empiezan a dar una serie de similitudes con el sistema del “Common Law”, de origen anglosajón, en cuanto al papel que ejerce el precedente judicial, entendido como la fuerza vinculante para las autoridades.

El alcance y significado que ha tenido la jurisprudencia, del cual se ha expuesto previamente, le ha adjudicado, a demás, el carácter vinculante como norma jurídica. El desarrollo de la jurisprudencia obligatoria como norma jurídica en Colombia ha encontrado en la Corte Constitucional un factor de gran relevancia. Precisamente son las decisiones del máximo organismo de control de constitucionalidad las que introdujeron el nuevo alcance de la jurisprudencia en el derecho colombiano.

El estudio del profesor Javier Tamayo Jaramillo se basa, entre otras cosas, en el tratamiento que ha tenido el precedente obligatorio y su doble perspectiva en las enseñanzas de la Corte Constitucional. Aborda la problemática del precedente mediante la indagación de su esencia y estructura en un sistema de Derecho Codificado que deriva del papel que desempeña la jurisprudencia en el ordenamiento,

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