En Busca De La Excelencia

En busca de la Excelencia

“En todo hombre”-escribe Mark Twain “hay en realidad tres hombres: El que los demás creen que es, el que él cree que es y el que realmente es.

Basado en la idea de que el hombre no está terminado y que siempre tiene la oportunidad de ser mas en alguna medida agregaría un concepto más al pensamiento de Twain;

¡EL HOMBRE PUEDE SER LO QUE EL QUIERA SER!

No conformándonos con la mediocridad sino buscando la manera de sobresalir seria solo la base pero, ¿Cómo podemos alcanzar la excelencia? ¿Qué tenemos que hacer? ¿Quién nos puede ayudar?

Obviamente, la respuesta no es fácil y no se puede contestar con una sola palabra, sino con UNA SERIE de ACCIONES que debemos desempeñar y las cuales nos llevaran a la excelencia si las seguimos tal como son.

Después de tener en claro el significado de la palabra excelencia el siguiente paso es tener la capacidad de escuchar. Todos pretendemos hablar y nadie se dedica a escuchar. La calidad humana empieza por escuchar por el puro interés de servir. “CUANDO SABES ESCUCHAR, la gente te admira y te busca porque les das confianza.

Si sabes escuchar, ya diste otro paso. Ahora nos toca saber utilizar las palabras, es decir, saber hablar. Para lograr una comunicación excelente es necesario estar siempre alertas y consientes de lo que decimos. La perdida de excelencia en la comunicación nos lleva a ofender a las personas y apartarnos de ellas. Con la excelencia, tenemos el máximo don humano: la comunicación.

La maestría en el dominio surge en la práctica de los dos pasos anteriores pero el autentico, profundo y verdadero dominio surge con la continuidad. Vivir de instante en instante es excelencia. Es dominarnos a nosotros mismos.

El que se domina y vence a si mismo está lleno de sabiduría interior. El verdadero sabio, amante de la excelencia, va por la vida aprendiendo de los demás, dispuesto a escuchar y hablar con excelencia. La norma básica de la sabiduría es la humildad. Si nuestros conocimientos no están provistos de valores, entonces carecemos de humildad. El sabio ni ofende ni humilla porque es generoso con el que no sabe.

Guardé para el ultimo el que creo es el más importante de todos. SABER AMAR.

“El fruto del silencio es la oración. El fruto de la oración es la fe. El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servicio. El fruto del servicio es la paz.”

Con esta frase de la Madre Teresa de Calcuta invito a todos a buscar ese camino a la excelencia. “A realmente esforzarnos por ser los hombres que queremos ser”. “Amémonos hasta que nos duela” porque si así lo hacemos, estaremos realmente acercándonos a la excelencia sabiendo escuchar, hablar, a dominarnos y a aprender a crecer y a vivir.

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