En el vientre Materno.La fertilización, que es la unión de un óvulo con un espermatozoide, es el primer paso en una compleja serie de sucesos que da lugar a un embarazo.

En el vientre materno

La fertilización, que es la unión de un óvulo con un espermatozoide, es el primer paso en una compleja serie de sucesos que da lugar a un embarazo. La fertilización se realiza en una trompa de Falopio. Durante los próximos días, el óvulo y espermatozoide fusionados se trasladan por la trompa de Falopio hacia el revestimiento del útero. Allí se implantan y comienzan a desarrollarse. Después de 4 o 5 días la pequeña bola, llamada blastocito pasa a tener más de 100 células y empieza a separarse por dos grupos.

A los 5 días, luego de separarse en dos grupos la parte exterior de cedula está destinado a convertirse en la placenta y el lado interior pasa a ser el embrión en si mismo. En esta fase las células interiores son las que se les conoce en células madres y tienen la capacidad de convertirse en cualquier parte del cuerpo. Después de los 7 días ya llega el blastocito al final de la trompa de Falopio y llega hasta el útero en donde permanece por los próximos 9 meses.

 El grupo de células que llega al útero se convertirá en el feto y la placenta. La placenta funciona como un sistema de apoyo vital durante el embarazo. Ésta lleva el oxígeno, los nutrientes y las hormonas de la madre al feto. 

El embarazo pasa a dividirse en 3 trimestres. Durante el primer trimestre el ovulo va transformándose en lo que será, nervios, órganos y todo lo referente empiezan a desarrollarse las primeras 9 semanas, que son las más frágiles.

El bebé inicia su largo y emocionante trayecto hacia la vida durante el primer trimestre del embarazo, cuando pasa de ser un cigoto (óvulo fecundado) a un feto claramente formado y con algunos órganos vitales en funcionamiento. El cerebro, la médula espinal, el corazón, los pulmones, brazos y piernas son los primeros en formarse. Aunque es temprano, desde ya puedes escuchar con nitidez el latido de su corazón mediante un ultrasonido vaginal o un monitor fetal

No solo hablando del feto, la mujer también presenta cambios drásticos en su sistema, su volumen sanguíneo aumenta en un 50% para la demanda de oxígeno para el feto que crece en su cuerpo, una vez que el embrión está en su utero empieza a tomar de la madre todo lo que necesita para crecer. Sin el corazón no pudiera suplir las necesidades que el embrión necesita para crecer como el oxígeno y el alimento vital.

A las 4 semanas de embarazo el embrión crece un milímetro diario, y su corazón late a 80 pulsación por minutos y empiezan a hacerse pequeños bultos que pasan a ser los brazos y las piernas. La capa de tejidos serán el rostro

 En el segundo mes los cambios son más evidentes y los huesos empiezan a dar forma a su cuerpo. Ya el feto tiene diminutos párpados, dedos de las manos y los pies, y se van formando los órganos genitales. Hacia el final del trimestre, el feto tiene órganos internos y todas las partes de su cuerpo, aunque todavía tienen un largo camino por recorrer en su desarrollo. Los músculos y huesos crecen, y se forman las uñas. La figura de la mujer no cambia mucho en el primer trimestre, pero a lo interno su cuerpo está trabajando duro y preparándose para la mayor tarea de su vida. En este período se notan los primeros síntomas del embarazo como fatiga, náuseas, sensibilidad y abultamiento en los senos, antojos, indigestión y estreñimiento.

A las 9 semanas él bebe empieza a temblar, esto ayuda al crecimiento de los músculos y la fuerza, es decir espasmos involuntarios. Cada vez los latidos del corazón son más seguidos después de la 3 semana, empezó con 20 a 25 por minutos y luego a 120 pulsaciones por minutos aproximadamente.

A las 11 semanas van teniendo el reflejo patelar, sus pies tocan la base del utero, como que si fueran a caminar. 12 semanas, ya entra al segundo trimestre.

El feto avanza a pasos de gigante y el segundo trimestre es una etapa de grandes acontecimientos. En el cuarto mes se forman los órganos sexuales externos, es decir, ya se puede saber el sexo de tu bebé. El ultrasonido que lo revela se realiza alrededor de la semana 18. El feto está más fuerte y tiene mayor control sobre su movimiento. En el transcurso del segundo trimestre tu bebé puede abrir y cerrar los ojos, orinar, flexionar brazos y piernas, tragar, dormir, y escuchar. La piel pasa de ser una capa transparente, a estar cubierta por una capa grasa que la protegerá hasta su nacimiento. El cabello empieza a crecer, así como sus cejas, pestañas. La posibilidad de una pérdida disminuye significativamente. También desparecen la mayoría de molestias, excepto por el apetito, que va en aumento casi siempre. A falta de espacio, el útero inicia su ascenso hasta abarcar la parte inferior del área abdominal.

El corazón ya no late espasmódicamente, el cerebro asume el control y el corazón tiene de a 140 a 150 por minuto, el doble de un adulto. A medida que el sistema nervioso se extiende también lo hace su capacidad por los estímulos. Empieza a hacer consciente del espacio que lo rodea.

En el trimestre 3 de 29 a 40 semanas la recta final es una etapa de “detalles” en el desarrollo del bebe ya la mayoría de sus órganos funcionan y el feto se enfoca en prepararse para el nacimiento. Durante los últimos meses el feto aumenta rápidamente de peso y acumula la grasa que le servirá de sustento mientras baja la leche materna. Sus pulmones terminan de desarrollarse, aunque todavía necesitan el llanto al nacer para entrar en funcionamiento. La actividad en el cerebro aumenta, mientras se forman sus diferentes regiones y continúa creciendo. Los huesos se endurecen, con la excepción del cráneo, que permanece blando para facilitar el parto. Cuando el bebé está listo para nacer él lo sabe, inicia su descenso hacia el canal del parto. Se coloca con la cabeza hacia abajo y hace presión para dilatar y borrar el cuello de tu útero. Aquí el útero abarca la totalidad del área abdominal, y hasta puede presionar contra las costillas. Las molestias se centran alrededor del tamaño y peso de la panza: dolor de espalda, frecuencia urinaria, dificultad para dormir o respirar, incomodidad al caminar y cansancio. Conforme se reduce su espacio en el útero, los movimientos del bebé se sienten con más fuerza y hasta puede la madre percibir si tiene hipo. El corazón del feto late el doble que el corazón de la madre, los aspectos fisiológicos del estrés atraviesan la placenta.

...