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Ensayo De Tiempo Libre En La Adolescencia

lucylu7716 de Agosto de 2013

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1.1 TIEMPO LIBRE

El tiempo libre es un aspecto de orden social que determina las actividades en el ser humano, éstas actúan en su conducta personal y social, las actividades físicas en este periodo muestran libertad antes de una necesidad como característica. Permite la recuperación para el trabajo, así como la formación personal. Dumazedier (1950) en Waichman (2004) argumenta que el tiempo libre además de liberador, es resultado de una libre elección y también porque libera de obligaciones. Dumazedier, J (1964); en su Teoría Funcionalista o “3D” afirma que el tiempo libre es un conjunto de ocupaciones en las que el individuo puede entregarse con su pleno consentimiento para descansar o desarrollar su información o formación desinteresada, su voluntaria participación social o libre capacidad creadora, cuando se ha liberado de sus obligaciones profesionales, familiares y sociales. A esta teoría se le conoce comunmente con el nombre de Teoría Funcionalista o Teoría de las “3D”, el descanso nos libra de la fatíga, en este sentido el tiempo libre protege del desagaste y trastornos provocados por el cumplimiento de las obligaciones cotidianas, en especial por el trabajo. La función de la diversión es liberar del aburrimiento y monotonía de las tareas cotidianas; en el desarrollo de la personalidad, el tiempo libre favorece la participación y relación social asi como la realización de nuevas actividades. Estas funciones tienen una gran vinculación e interrelación, una actividad de cualquier índole, ya sea físico/deportiva puede tener un alto grado de diversión y al mismo tiempo favorecer el desarrollo de la personalidad.

Friedmann, G (1958); establece la Teoría de la Compensación, donde considera al tiempo libre como un elemento compensador, no sólo de la vida social sino mayormente de la vida del trabajo, argumenta que tanto el tiempo libre como la recreación son compensaciones, reequilíbrio de la fatíga, monotonía, esquematismos y rigidez conceptuales respectivamente. Kaplan, M (1950); afirma en su Teoría de la Subjetividad: el hombre establecerá que parte de su tiempo es vivido como libre, acorde a su naturaleza en el hecho de hacer lo que cada uno quiere hacer, o más concretamente en la libre iniciativa, la libre elección y el carácter voluntario de la actividad. Tal actitud subjetivista, mantendrá la oposición entre tiempos no libres (el trabajo) y tiempo libres (aquellos que el hombre hace lo que les place) (Acosta, 2002).

El tiempo libre es el periodo que resta del tiempo del trabajo y del lapso dedicado a las obligaciones cotidianas, este momento adquiere gran importancia para los individuos, el tiempo libre es un espacio que no está sujeto a necesidades y obligaciones para el ser humano, es la diferencia entre restarle al tiempo total, el tiempo que está dedicado a nuestras actividades familiares, laborales y escolares (Nuviala, Ruíz, y García, 2003).

Benito López Andrada en (Martínez, 1995), señala que el tiempo libre es un conjunto de actividades realizadas por el sujeto durante su tiempo disponible resultante, después de descontar a veinticuatro horas el tiempo empleado en realizar las necesidades vitales necesarias, el disfrute del tiempo libre en ningún caso se pueda considerar como marginal en su vida. Por consiguiente, de manera personal definimos el tiempo libre como una serie de actividades placenteras y voluntarias realizadas en el tiempo que nos resta una vez finalizadas las actividades obligatorias diarias.

Por tanto, es muy importante que los adolescentes sepan enfrentarse a la sociedad, dándoles a conocer las posibilidades sobre actividades físico-deportivas-recreativas que existen para ocupar su tiempo libre de una manera ordenada, creativa y saludable, capaz de contribuir a su calidad de vida. El campo de actividades del tiempo libre abarca prácticamente todas las realidades humanas, siempre y cuando se entienda como actividad voluntaria y no obligatoria (pintura, música, coleccionismo, actividades físico/deportivas, lectura, teatro, actividades acuáticas). Según Cagigal en (Martínez, 1995), el tiempo libre es el conjunto de ocupaciones voluntarias, con el objetivo de descanso, diversión o desarrollo de su formación cuando se ha liberado de sus ocupaciones profesionales, familiares o sociales. García Ferrando (1996) y Guardia (2000) en (Nuviala, Ruíz, y García, 2003) mencionan:

“El tiempo libre de los adolescentes va aumentando al mismo ritmo que el resto de la sociedad. Existe una tendencia a agrupar la jornada escolar o a crear una jornada intensiva, con el consiguiente aumento del tiempo libre. En este tiempo es donde la sociedad debe intervenir para facilitar la ocupación del niño, en actividades que favorezcan su desarrollo integral”.

Ocio y tiempo libre: aspectos conceptuales

Antes de iniciar este informe es necesario realizar un sucinto repaso a los

conceptos que se utilizan cuando se habla de ocio y tiempo libre, dado que si

bien frecuentemente se tiende a equiparar ambas cosas, se trata de dos

realidades distintas.

La primera definición de ocio de la que se tiene referencia la realiza

Aristóteles trescientos años antes de nuestra era, utilizando el vocablo griego (skholé)

en latín schola (de donde proviene el término castellano:

escuela). La relación entre dos conceptos (escuela y ocio), que a priori nos

pueden parecer distantes, la proporciona el propio filósofo cuando, recogiendo el

sentido que los griegos daban al término, define el ocio como un tiempo

placentero, exento de la necesidad de trabajo y dedicado a la reflexión y al

ejercicio de la capacidad especulativa, y cuyo fin es alcanzar la auténtica

felicidad (Aristóteles, 2004). Es decir un tiempo para la práctica filosófica y el

crecimiento intelectual y cognitivo. Un tiempo, en definitiva restringido, del que –

en la sociedad griega– solo podía disfrutar un número muy minoritario de

personas de la élite dedicadas a la contemplación y preparación para el ejercicio

de la política y las artes.

La palabra castellana ―ocio‖ deriva etimológicamente del vocablo latín

otium, que significa reposo. Cicerón y Séneca hablan del otium como un tiempo

de descanso, como concepto contrapuesto al nec-otium (―no ocio"), es decir al

del negocio, considerando el descanso y la contemplación como un medio que

permite optimizar la consecución del trabajo, siendo ambos aspectos igualmente

importantes y además complementarios. Nuevamente y al igual que en Grecia,

el conocimiento de la vida cotidiana y la organización del trabajo en la civilización

romana indica que se trataba de una realidad accesible a la élite minoritaria de

aquella sociedad (André, 1962 y 1966; Rawson, 1975; Séneca, 1991; Albrecht,

1997; Rul•lán Buades, 1997).

Acercamiento al concepto de Tiempo Libre

Existe un consenso en definirlo cuantitativamente a partir del tiempo que la persona

dedica en forma voluntaria y como distracción en su hacer habitual y diario. Resulta

interesante observar que esta definición pone el énfasis en la relación de lo productivo

(trabajo remunerado) con aquellas actividades que no lo son.

El acceso a un quehacer en el Tiempo Libre puede dar cuenta de las condiciones

materiales y sociales de quien lo vive (cultura, valores, disponibilidad de recursos,

oportunidades de exploración y participación).

A lo largo de la historia, ocio y tiempo libre se han asimilado en su esencia . En el

mundo griego, el tiempo que el ser humano dedicaba a la actividad denominada ocio

incluía la contemplación y a través de ella, el encuentro con los dioses, la naturaleza y

consigo mismo.

El ocio era el ámbito del quehacer del hombre que permitía el

desarrollo y la creación a través de las ciencias, las artes y los deportes.

En tanto, en Roma, se le dio el nombre de “Otium”, agregándose la connotación de

diversión para todos. Estas acepciones era aplicadas a los considerados “ciudadanos”

y, sin embargo, no aplicaban a las personas que no entraban en esa categoría (

esclavos, prisioneros, etc).

En la Edad Media, Ocio y Otium fueron condenados por la moral católica a causa de su

origen pagano; y sin embargo en la vida cortesana era ampliamente disfrutado por

reyes y señores feudales. En el Renacimiento resurgen los ideales clásicos griegos, al

menos para los súbditos de las coronas europeas.

En las culturas precolombinas, el juego era valorado y estaba muy ligado a los ritos;

las artes tenían un papel ceremonial, y, a la vez utilitario.

En la época moderna, con el nacimiento de la burguesía y el mercado; y con la

creciente influencia de la ética protestante en el mundo occidental, se condenaba la

práctica del ocio y las actividades relacionadas con el Tiempo Libre por ser actividades

improductivas que apartaban a las personas de sus deberes.

Desde la Revolución Industrial, y bajo la influencia de la concepción marxista de

sociedad y proceso productivo, el Tiempo Libre se convierte en una importante reivindicación de los trabajadores (concepto de proletarios), como un bien al que se le

da el valor de derecho en justicia por el trabajo realizado, derecho particularmente

defendido en circunstancias de trabajo alienante;

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