Entre Odios Y Amores Pero Nunca Untados De Mermelada

“ENTRE ODIOS Y AMORES PERO NO UNTADO DE MERMELADA”

La labor periodística es de odios y amores, es común que te traten hoy de periodista responsable y mañana de manipulador de la información y vendido, ahí es donde empieza el tradicional debate sobre la objetividad en la labor periodística esta es quizá la primera y más importante de las características de un profesional de los medios masivos de comunicación.

A mi juicio la objetividad es una utopía, es algo imposible en términos realistas pero aunque sea una mentira o un “realismo mágico” el periodista deben en el ejercicio de su labor procurar que la objetividad sea el sello que reine en la producción e información que presente.

En lo que si debemos ser claros es que la posición del periodista sobre un hecho y noticia es por naturaleza subjetiva pero debe reconocer que existen otras posiciones y la suya debe corresponder desde la imparcialidad, no es un secreto que durante toda la historia la clase dueña del poder político y económico ha querido infiltrar los medios conocedores del poder que pueden ejercer sobre todas las sociedades, pero aquí lo más vergonzoso son las faltas éticas de muchos periodistas al venderse al mejor postor como si su opinión estuviese en subasta, el periodista debe mantenerse en la raya y no “subastar” su posición. Triste ver Periódicos, Emisoras radiales, Canales de Televisión etc. como si fuesen el medio oficial de dicho político y más común del gobierno de paso de la Alcaldía, el Consejo, la Gobernación, la Asamblea, El Senado, la Cámara o la Presidencia de la Republica, pero lo más vergonzoso de esto es que incluso hacen parte del fenómeno de la mermelada que sin duda ha sido más allá del show de los diálogos de paz, la bandera del gobierno de Juan Manuel Santos que ha untado como los alcaldes y gobernadores que replican este modelo corrupto, a varios periodistas entregándoles porcentajes de los contratos dados por votos o apoyo a campañas con dinero ilegal.

La profesión del periodista debe ser inmaculada de toda forma de corrupción, y creería yo que debe ser la abanderada de la opción en cualquier gobierno en el buen sentido de la palabra basado en la crítica y la investigación acción participación como recurso metodológico de la investigación de los contextos determinados donde ejerce su labor.

La realidad de este país donde reina la indiferencia, una extravagante y vergonzosa desigualdad y la corrupción como única forma de gobierno implica el comportamiento ético periodístico como el primer agente incitador de cambio, no podemos seguir formando periodistas dedicados al show y el espectáculo o miembros del lobby de la alta sociedad que al fin son irresponsables con el uso de la información, de rendimiento mediocre y esperando las migajas de la tostada donde los políticos se untan de mermelada.

Aunque nos odien o nos amen debemos

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