¿Es Posible Un Salario Justo Para Todos?

El salario mínimo se ha presentado como una de las principales causas del desempleo, debido a que al momento en que surge un aumento de este, las empresas u oferentes de trabajo no querrán contratar tanto personal porque esto implicaría un incremento en sus gastos. Esta es una de las razones principales del porque las empresas se aprovechan de los jóvenes que buscan superarse empezando por conseguir un empleo.

Paredes y Riveros (1989) afirman: “el grupo más afectado negativamente por el salario mínimo son los jóvenes y los menos educados; además, su probabilidad de encontrarse desempleados se incrementa de manera notoria debido a la imposición del salario mínimo” (p.6). La mayoría de las empresas exige como requisito mínimo tener una experiencia laboral y algunos estudios, puesto que un gran porcentaje de jóvenes no cumplen con esto (ya que de esta manera se está negando la oportunidad de adquirirla), la única alternativa es aceptar como pago un salario mínimo, o en muchos casos, inferior a este.

Otro ejemplo de afirmaciones acerca de la falta de oportunidades que se presenta para personas no calificadas para un empleo lo hace Bell (1997) quien afirma: “el salario mínimo afecta negativamente en mayor medida la demanda de trabajadores no calificados, dado que en el país el salario mínimo se encuentra relativamente cerca de la media de la distribución de salarios” (p.7). Con esto él nos refleja un poco la realidad, ya que esto es lo que se vive, generalmente solo dan la oportunidad de ganar un salario digno a personas que tienen grandes influencias y un poder adquisitivo eficiente, y a los trabajadores que deciden contratar por un miserable salario mínimo, en la mayoría de los casos es a los profesionales, que no tienen un buen estatus social.

En conclusión, vivimos en un mundo donde las buenas oportunidades solo se presentan para quien logre conseguir una “ayudita extra” de lo contrario, la única salida es conformarse con lo poco que ofrecen.

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