Espiritu Santo
douglassifontes3 de Diciembre de 2012
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1. Fondo bíblico e histórico
2. La personalidad y deidad del Espíritu Santo.
3. La obra del Espíritu Santo.
4. El bautismo en el Espíritu Santo
5. Dones espirituales y frutos
6. Otras relaciones del Espíritu Santo
CAPÍTULO I
FONDO BÍBLICO E HISTÓRICO
A. Introducción.
B. El Espíritu Santo en el Antiguo Testamento.
C. El Espíritu Santo en el Nuevo Testamento.
D. El Espíritu Santo en la historia.
E. Los Títulos (Nombres) del Espíritu Santo y Su significado.
F. Los símbolos del Espíritu Santo y su significado.
A. INTRODUCCIÓN.
El estudio de la persona y de la obra del Espíritu Santo debe ser necesariamente, para el cristiano devoto, una cuestión de vital interés. Estudiar lo concerniente al Espíritu Santo, es estudiar lo concerniente a aquella actividad de Dios por medio de la cual El se mueve para comunicarse a sí mismo, y para ministrar aquellos que le pertenecen. El Espíritu Santo es aquélla persona de la santa trinidad cuyo oficio es tocar sobre el creyente, y servir como el canal divino que provee comunión personal. El conocimiento de Dios por parte del creyente no puede nunca ser completo si no conoce la tercera persona de la Deidad.
El ministerio activo del Espíritu Santo marca la edad de la Iglesia como la "Edad del Espíritu", en contraste con la era de los Evangelios que es descripta como la "Era del Hijo", y el Antiguo Testamento que es llamado "La era del Padre". Todos aquellos que están genuinamente en la Iglesia del Señor Jesucristo, son producto de la obra creativa del Espíritu Santo por medio de Sus múltiples ministerios.
El Espíritu Santo morando en el creyente le asegura la verdad que el Cristianismo no es la mera mirada intelectual en la naturaleza de una religiónfilosófica. Contrastando conceptos analíticos o naturalmente éticos, la doctrina Cristiana llega a ser una fe vivificada con ímpetu dinámico y validez convincente. La diferencia es debida al ministerio del Espíritu Santo. Puede ser dicho que en la medida que el creyente ha apropiado el Espíritu Santo, en esa medida ha participado del poder del Evangelio de Cristo Jesús.
Para el creyente, el Espíritu Santo es la llave a toda dádiva y aproximación espiritual. Bien se ha dicho: "El Espíritu Santo es la experiencia de Dios en el creyente", y "El Espíritu Santo es la acción viviente de Dios en el mundo". El Espíritu Santo en su ministerio se concierne especialmente en transmitir al creyente los frutos de la victoria de la obra consumada por Cristo sobre el Calvario.
El estudio del Espíritu Santo permite al creyente:
1. Apreciar más adecuadamente la naturaleza y la persona de Dios.
2. Comprender mejor la naturaleza de la Iglesia como cuerpo orgánico vivificado por el poder del Espíritu Santo.
3. Comprender el plan de Dios para el creyente y Su provisión divina para una vida Cristiana victoriosa.
Al estudiar acerca del Espíritu Santo el creyente no está estudiando acerca de un ser extraño; él está estudiando a Dios. La naturaleza y el ministerio del Espíritu Santo son exactamente los de Dios el Padre y Dios el Hijo.
Las enseñanzas de las Escrituras concernientes a la doctrina del Espíritu Santo son más limitadas que aquella que conciernen al Padre y al Hijo. El Espíritu Santo mismo es responsable de esto, pues El es autor de la Escritura. Modestamente el Espíritu Santo rehúsa sobrecargar Su obra con detalles acerca de Sí mismo. Aún cuando es positivo que Cristo haya hecho muchas referencias verbales acerca del Espíritu Santo durante Su ministerio terrenal, sin embargo no hay más que cinco referencias registradas en las Escrituras, pronunciadas antes de la semana de Su muerte. Sin embargo, fue necesario durante Sus últimos días sobre la tierra, y que Sus declaraciones concernientes al Espíritu Santo fuesen preservadas, y por consiguiente, encontramos numerosas referencias al Espíritu Santo en los discursos de Jesús durante la semana de la Pasión.
B) EL ESPÍRITU SANTO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO.
El hecho de que la mayoría de las referencias al Espíritu Santo se hallan en el Nuevo Testamento no es suficiente razón para declarar que la doctrina del Espíritu Santo no esta en el Antiguo Testamento. Al considerar la doctrina del Espíritu Santo es esencial apelar a toda la Biblia, pues cada parte de losregistros sagrados hacen su contribución apropiada. La Biblia es para el hombre el único origen de información divina revelada concerniente a esta verdad. Hay una referencia al Espíritu Santo al principio de la Biblia en Génesis 1.2, y otra al fin, en Apocalipsis 22.17.
Dos palabras distintas son usadas en el idioma original Hebreo: "RUACH" Y "NESHAMAH"
La primera significando el Espíritu de Dios o del hombre (determinado por el contexto), y la segunda significando el soplo de vida del cuerpo. Existe una gran variedad de referencias al Espíritu Santo en el Antiguo Testamento, un total de ochenta y seis (86), y se hallan en veintidós (22) de los treinta nueve (39) libros del Antiguo Testamento. Todas estas referencias preparan el terreno que luego ocupan los pasajes del Nuevo Testamento.
Entre los nombres usados para el Espíritu Santo en el Antiguo Testamento, la expresión "El Espíritu del Señor" ocurre por lo menos veinticinco (25) veces; "Espíritu de Dios" catorce (14) veces; y "Espíritu Santo" dos (2) veces. Aún cuando las enseñanzas o están del todo desarrolladas, los rudimentos de la doctrina están claramente trazados.
H.L. Turner declara: "Todo lo revelado acerca del Espíritu Santo en el Nuevo Testamento, ya ha sido hallado en el Antiguo Testamento, con una sola excepción. Esa es la palabra "Bautizar".
C) EL ESPÍRITU SANTO EN EL NUEVO TESTAMENTO.
Hay en el Nuevo Testamento doscientas sesenta y un (261) referencias sobre el Espíritu Santo es especial y directamente mencionado. Con la excepción de Filemón, II y III de Juan, el Espíritu Santo es mencionado en todos los libros del Nuevo Testamento.
El libro de Los Hechos tiene cincuenta y siete (57) pasajes que se refieren directamente al tema. Es el libro "especial" de las Escrituras que se refieren al Espíritu Santo; y se nos dice más acerca del ÉL aquí que en ningún otro libro.
Una de las grandes características de los pasajes del Nuevo Testamento acerca del Espíritu Santo, es la gran variedad de nombres con que ÉL es conocido.
D) EL ESPÍRITU SANTO EN LA HISTORIA.
Fue solamente con el correr del tiempo que la Iglesia transformó el legado escritural de la verdad concerniente al Espíritu Santo en una formulación doctrinal y teológica. Muchos de los Padres de la Iglesia Primitiva y la mayoría de los primeros credos hicieron referencia al Espíritu Santo, pero por o general la doctrina no fue hecha objeto de controversia, y por consiguiente no fue desarrollada. El credo de los Apóstoles que simplemente dice: "Creo en el Espíritu Santo", data del primer siglo en su compilación original.
Recién en el siglo cuarto (IV) le dio su forma moderna. Es evidente que las primeras décadas de la Iglesia por lo menos estaba entregada a la verdad de la existencia y el ser del Espíritu Santo.
Uno de los primeros autores que mencionaron el Espíritu Santo fue:
Clemente de Alejandría (155-220 D. C. ). Escribió: "El espíritu Santo es uno y el mismo por todas partes". Él enseñó que el Espíritu Santo, descendiendo del cielo sobre el hombre, le hacía capaz de contemplar las cosas divinas.
Tertuliano describió en el (160-222 D. C. ), sobre el bautismo en aguas, una confesión específica de fe en el Espíritu Santo es indicada, antes de la inmersión. Tertuliano fue el primer Padre de la Iglesia que usó el término "trinidad" aplicado en referencia a las personas de la Deidad, colocando consecuentemente al Espíritu en la misma base con el Padre y con el Hijo.
En cierta ocasión Tertuliano se refirió al Espíritu Santo como el "Vicario" de Cristo. Esta palabra significa "substituto", pero desde entonces ha sido adoptada por la Iglesia Romana y es usada para el Papa.
Orígenes (186-253 D. C. ) En una declaración de las doctrinas de su tiempo dijo: "El Espíritu Santo es asociado con el Padre y el Hijo en honor y dignidad. No es claro si fue o no engendrado. Él inspiró a los escritores sagrados". De otros escritos es evidente que Orígenes adoptó la posición de creer que el Espíritu Santo es increado. Enseñó que el ministerio del Espíritu Santo era para otorgar santidad, y que la doctrina del Espíritu emanaba solamente de la revelación.
Por otro lado no todos los registros antiguos concuerdan con la ortodoxia.
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