Estimacion De La Edad Fetal
fegarm16 de Junio de 2014
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Estimación de la edad fetal y factores que modifican el crecimiento fetal.
Para determinar el tamaño y la edad más probable del feto y predecir la fecha del parto se toman medidas ecográficas de la longitud vértex-cóccix (LVC). Las medidas de la cabeza fetal y de la longitud del fémur también sirven para calcular la edad.
En clínica suele utilizarse la edad gestacional, que puede resultar confusa porque con este término se pretende señalar la edad real del feto desde la fecundación. De hecho, este término se establece muchas veces como sinónimo de la fecha de la última regla. Conviene que la persona que solicite la ecografía y el ecografista utilicen la misma terminología.
El período intrauterino se puede dividir en días, semanas o meses pero la confusión nace cuando se ignora si la edad se ha calculado a partir de la fecha de la última regla o del día estimado de la fecundación. Casi toda la incertidumbre sobre la edad surge cuando se habla en meses, sobre todo si no se indica si se trata de meses naturales (28-31 días) o lunares (28 días).
Salvo especificación contraria, en este libro la edad fetal se calcula a partir del momento estimado de la fecundación.
Trimestres del embarazo
Clínicamente, el período gestacional se divide en tres trimestres, cada uno de tres meses de duración. Al final del primero se encuentran desarrollados los principales sistemas. En el segundo trimestre, el feto crece lo suficiente para que pueda verse un buen detalle anatómico en la ecografía.
En este período se pueden reconocer la mayoría de las grandes anomalías fetales en una ecografía en tiempo real de alta resolución. Al comienzo del tercer trimestre, el feto puede sobrevivir si nace de forma prematura. El feto alcanza un hito importante del desarrollo a las 35 semanas de la gestación, cuando pesa aproximadamente 2500 g, cifra que suele establecer el grado de madurez fetal. En este estadio, el feto suele sobrevivir si nace antes de tiempo.
Medición y características de los fetos
Para estimar la edad fetal se emplean diversas mediciones y características externas. El método preferido para estimar la edad fetal hasta el final del primer trimestre es la LVC porque, durante este período, se observa muy poca variabilidad en el tamaño fetal. Durante el segundo y el tercer trimestres se pueden reconocer y medir en la ecografía diversas estructuras, pero las mediciones fundamentales son estas:
• Diámetro biparietal (diámetro de la cabeza comprendido entre las dos eminencias parietales).
• Perímetro cefálico.
• Perímetro abdominal.
• Longitud del fémur.
• Longitud del pie.
La longitud del pie se correlaciona bien con la LVC. El peso es un criterio habitual utilizado para estimar la edad, pero puede haber una discrepancia entre la edad y el peso, sobre todo si la madre sufre alteraciones metabólicas, como una diabetes mellitus, durante el embarazo. En estos casos, el peso suele exceder los valores que se consideran normales para la LVC.
Los fetos recién expulsados presentan un aspecto brillante y traslúcido, mientras que los que llevan muertos varios días antes del aborto espontáneo tienen un aspecto bronceado y carecen de la flexibilidad normal. Las dimensiones fecales obtenidas con las mediciones ecográficas se acercan mucho a las mediciones de la LVC practicadas en los fetos abortados de manera espontánea. La determinación del tamaño fetal, sobre todo de la cabeza, ayuda al obstetra a tratar a las pacientes.
HITOS DEL PERIODO FETAL
No existe ningún sistema formal de edificación para el período fetal pero vale la pena evaluar los cambios en períodos de cuatro o de cinco semanas.
De la novena a la duodécima semana
Al comienzo de la novena semana, la cabeza representa casi la mitad de la longitud vértex-cóccix del feto. Luego, la longitud corporal experimenta un crecimiento acelerado, de modo que, al final de la duodécima semana, la LVC se ha multiplicado por más del doble. Si bien la cabeza crece mucho más lentamente en esta fase, sigue resultando desproporcionadamente grande en comparación con el resto del cuerpo.
A las nueve semanas, la cara es ancha, los ojos se encuentran muy separados, las orejas tienen una implantación baja y los párpados están fusionados. Al final de las 12 semanas aparecen los centros primarios de osificación en el esqueleto, sobre todo en el cráneo y en los huesos largos. Al principio de la novena semana, las piernas son cortas y los muslos, relativamente pequeños. Al concluir las 12 semanas, los miembros superiores casi han alcanzado su longitud relativa final, pero los miembros inferiores no están todavía bien desarrollados y su longitud relativa es algo más corta que la final.
Los genitales externos de los niños y de las niñas se asemejan hasta el final de la novena semana. Su forma fetal madura no se establece hasta la duodécima semana. Las asas intestinales se ven claramente en el extremo proximal del cordón umbilical hasta mediados de la décima semana. En la undécima semana, los intestinos regresan al abdomen.
A las nueve semanas, el hígado es el principal asiento de la eritropoyesis (formación de eritrocitos). Al término de las 12 semanas, la actividad hepática de extiende y comienza la actividad eritropoyética en el bazo. La orina comienza a formarse entre la novena y la duodécima semana y se elimina por la uretra hacia el líquido amniótico. El feto reabsorbe parte del líquido amniótico después de deglutirlo. Los productos de desecho fetales son vertidos a la circulación materna a su paso por la membrana placentaria.
De la decimotercera a la decimosexta semana
El crecimiento es rápido en este período. A las 16 semanas, la cabeza es relativamente pequeña si se compara con la de un feto de 12 semanas y los miembros inferiores se han alargado. Los movimientos de los miembros, que ocurren por primera vez a finales del período embrionario, empiezan a coordinarse hacia la decimocuarta semana pero aún resultan poco perceptibles para la madre. Los movimientos de los miembros se ven durante la exploración ecográfica.
Durante este período se activa la osificación del esqueleto fetal y se ven claramente los huesos en las imágenes ecográficas del comienzo de la decimosexta semana. Los movimientos oculares lentos ocurren a las 14 semanas. El patrón del cuero cabelludo también se determina en este período. A las 16 semanas, los ovarios están diferenciados y contienen folículos ováricos primordiales con ovogonias. El sexo de los fetos se puede reconocer entre las 12 y las 14 semanas. A las 16 semanas, los ojos miran hacia adelante más que en sentido anterolateral. Además, los oídos externos se encuentran cerca de su posición definitiva, a los lados de la cabeza.
De la decimoséptima a la vigésima semana
El crecimiento se frena durante este período pero el feto sigue aumentando su LVC en unos 50 mm. La madre suele notar las primeras sensaciones de movimiento fetal. La piel está cubierta ahora por un material caseoso y graso, la vérnix caseosa, que se compone de una mezcla de células epidérmicas muertas y de una sustancia grasa (secreción) de las glándulas sebáceas fetales.
La vérnix caseosa protege la delicada piel fetal de las abrasiones, las grietas y el endurecimiento que produce la exposición al líquido amniótico.
Las cejas y el pelo de la cabeza se ven a las 20 semanas. Los fetos suelen estar completamente cubiertos de un pelo fino y suave -lanugo- que ayuda a mantener la vérnix caseosa adherida a la piel. La grasa parda se forma durante este período y es el lugar de producción del calor, sobre todo entre los recién nacidos. Este tejido adiposo especializado produce calor al oxidar los ácidos grasos. La grasa parda se localiza sobre todo en la raíz del cuello, detrás del esternón y en la zona perirrenal. A las 18 semanas, está formado el útero y se ha iniciado la canalización de la vagina. En ese momento se ven muchos folículos ováricos primordiales con ovogonias. A las 20 semanas, los testículos han comenzado a descender pero todavía se encuentran en la pared abdominal posterior, al igual que los ovarios de los fetos femeninos.
De la vigésima primera a la vigésima quinta semana
Durante este período se observa un aumento sustancial del peso y el feto está más proporcionado. La piel suele estar arrugada y más translúcida, sobre todo en la primera parte de este período. Su color es rosado o rojo en las muestras frescas, pero se ve sangre en los capilares. A las 21 semanas empiezan los movimientos rápidos de los ojos y a las 22-23 semanas, las respuestas de parpadeo y sobresalto. A las 24 semanas, las células epiteliales excretoras (neumocitos de tipo II) de las paredes interalveolares de los pulmones empiezan a secretar surfactante, un lípido tensioactivo que mantiene la permeabilidad de los alvéolos pulmonares en desarrollo. Las uñas de las manos están presentes a las 24 semanas. Aunque un feto de 22 a 25 semanas puede sobrevivir, si nace de forma prematura y recibe cuidados intensivos,
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