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Estructura y funcionamiento de los agroecosistemas


Enviado por   •  10 de Noviembre de 2013  •  4.606 Palabras (19 Páginas)  •  1.140 Visitas

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Estructura y funcionamiento de los agroecosistemas

Cerca del 10% de la superficie terrestre está cubierto por tierras cultivadas y de ese porcentaje depende la alimentación de la mayor parte de la población mundial; de las plantas también se extraen fibras y diversas sustancias de múltiples usos, como construir muebles, producir medicamentos y otros.

Comprender el funcionamiento de los ecosistemas agrícolas es, entonces, de fundamental importancia para el ser humano.

El origen de la domesticación de los animales y de la agricultura

El descubrimiento por parte de los humanos de que otras especies podían ser domesticadas y utilizadas para su propio beneficio fue el paso más crucial hacia la civilización moderna. El retroceso del hielo en el oeste de Asia y Oriente Próximo había dado paso a vastísimas expansiones de pastos, en las cuales abundaban sobre todo variedades comestibles de trigo almidonero y escauda.

Tales pastizales atrajeron a multitud de mamíferos de pastoreo, como cabras, gacelas, reses y caballos, animales que la población humana supo aprovechar. Ya en el año 10000 a. C., los pobladores de esta zona de la orilla este del Mediterráneo comenzaron a domesticar animales y a sembrar cereales de forma selectiva. Empezaron a reunir rebaños de cabras y ovejas, de las cuales no solo obtenían carne, sino también lana y leche; a ellas siguió la cría de cerdos y vacas.

Luego vino el cultivo de cosechas como judías, lentejas y guisantes, cuyo éxito amplió la siembra. Hacia el año 4000 a. C., la agricultura había sustituido a la caza como fuente principal de alimento en todo el mundo, salvo en las islas del Pacífico y en la tundra del Ártico. Puesto que la agricultura ofrecía provisiones seguras de alimento en una zona, los humanos pudieron prescindir de emigrar de región en región y, al asentarse en un lugar, pudieron construir comunidades más extensas y sólidas.

Distintas partes del mundo se beneficiaron del cultivo de alimentos básicos. En Oriente Próximo, el llamado Creciente Fértil, los principales cereales eran el trigo y la cebada. Descendiente de la escanda silvestre, el trigo se cultivó de forma selectiva para que sus espigas estuvieran sustentadas por tallos más fuertes y sus semillas adquirieran un mayor tamaño.

Aquellas cosechas de grano se molían para obtener harina, que la destinarse a varios usos culinarios, de los que el principal era la elaboración del pan, también se cosecharon frutas como higos, olivas dátiles. En los confines orientales de Asia y en China, los cereales básicos eran el mijo y el arroz, e crecían particularmente bien en suelos arados. En América del Sur y Central se cultivó para producir variedades más grandes vigorosas, así como calabazas, patatas y tomates.

En todo el mundo, el ser humano empezó a cuidar de los animales con múltiples fines, además de por su carne. Las vacas, cabras y ovejas resultaban útiles por su leche; las ovejas, las llamas y las alpacas proporcionaban lana, y las vacas y los bueyes proporcionaban pieles. En Oriente Próximo, los hombres venían usando perros para cazar desde el año 11000 a. C., y posteriormente utilizaron otros animales para aumentar la productividad. Se emplearon vacas y asnos para tirar de arados y carros, y camellos y yaks para transportar pesadas cargas.

El caballo se convirtió en un medio de transporte. En América, la domesticación de los animales no se prodigó tanto como en otras zonas del mundo, sobre todo debido a que los animales existentes allí tendían a ser más difíciles de controlar y la caza siguió siendo un ejercicio más provechoso que la ganadería.

El inicio de la agricultura se encuentra en el período Neolítico, cuando la economía de las sociedades humanas evolucionó desde la recolección, la caza y la pesca a la agricultura y la ganadería. Las primeras plantas cultivadas fueron el trigo y la cebada. Sus orígenes se pierden en la prehistoria y su desarrollo se gestó en varias culturas que la practicaron de forma independiente, como las que surgieron en el denominado Creciente fértil (zona de Oriente Próximo desde Mesopotamia al Antiguo Egipto), las culturas precolombinas de América Central, la cultura desarrollada por los chinos al este de Asia, etc.

Se produce una transición, generalmente gradual, desde la economía de caza y recolección a la agrícola. Las razones del desarrollo de la agricultura pudieron ser debidas a cambios climáticos hacia temperaturas más templadas; también pudieron deberse a la escasez de caza o alimentos de recolección, o a la desertización de amplias regiones. A pesar de sus ventajas, según algunos antropólogos, la agricultura significó una reducción de la variedad en la dieta, creando un cambio en la evolución de la especie humana hacia individuos más vulnerables y dependientes de un enclave que sus predecesores.

La agricultura y la dedicación de las mujeres a una maternidad intensiva3 permitieron una mayor densidad de población que la economía de caza y recolección por la disponibilidad de alimento para un mayor número de individuos. Con la agricultura las sociedades van sedentarizándose y la propiedad deja de ser un derecho sólo sobre objetos móviles para trasladarse también a los bienes inmuebles, se amplía la división del trabajo y surge una sociedad más compleja con actividades artesanales y comerciales especializadas, los asentamientos agrícolas y los conflictos por la interpretación de linderos de propiedad dan origen a los primeros sistema jurídicos y gubernamentales. La nueva situación de la mujer, recluida ahora a un espacio doméstico, la excluye de la economía y de la vida social dando origen al patriarcado.

Siglo XX, especialmente con la aparición del tractor, las exigentes tareas de sembrar, cosechar y trillar pueden realizarse de forma rápida y a una escala antes inimaginable. Según la Academia Internacional de Ingeniería de EE.UU., la mecanización agraria es uno de los 20 mayores logros de la ingeniería del siglo XX. A principios del siglo XX, en EE.UU. se necesitaba un granjero para alimentar de 2 a 5 personas, mientras que hoy, gracias a la tecnología, los agroquímicos y las variedades actuales, un granjero puede alimentar a 130 personas. El costo de esta productividad es un gran consumo energético, generalmente de combustibles fósiles.

La difusión de la radio y la televisión (medios de comunicación), así como de la informática, son

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