Etica Deportiva
yazmin1212124 de Febrero de 2015
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Introducción
Este trabajo habla de las formas aptitudes comportamiento así como las obligaciones derechos y deberes formación presentación modalidades que debe tener una persona en ambiente de trabajo responsabilidades que debe tomar en cuenta día tras día en el trabajo comportamiento la puntualidad para que no exista ninguna discrepancia modalidades compañerismo desde lo más primordial como higiene orden comportamiento con buenos hábitos embellecerse como personas para que sean más flexibles y seguros de si mismo, La confianza es un factor que cubre la seguridad de una persona al relacionarse con la demás personas.
Todo inicia desde una buena presentación y a que la primera impresión de una persona que cubre todas estas características es la pulcridad de personas.
La conducta es importante y a que te lleva a tener una buena relación con las personas limpieza y salud reflejan buenas aptitudes, la fluidez de palabra ser fluido es de suma importancia ya que se dice que es una persona culta, el respeto hacia los demás la comprensión y tolerancia son aspectos que debes tomar en cuenta para sobrellevar a las personas. El compañerismo precisamente se habla de esto ya que si se lleva una buena relación con las personas te ayudara a sentirte en armonía ya que todos dependemos de uno a los otros.
La persona debe ser responsable de sus propios hábitos ser responsable es ser autosuficiente el arreglar sus cosas y solucionar sus propios problemas de manera adecuada
La honestidad sirve para aceptar sus propios errores hablar con la verdad
y afrontarlos ser honesto es cumplir con sus deberes sin que abuses de las demás personas, evitar rivalidades llevándolo a una solución.
Puntualidad
La puntualidad es la característica de poder terminar una tarea requerida o satisfacer una obligación antes o en un plazo anteriormente señalado.
Hay a menudo una convención de que una pequeña cantidad de retraso es aceptable en circunstancias normales; por lo general, diez o quince minutos en las culturas occidentales. En otras culturas, tales como la sociedad japonesa o en ejército no existe básicamente ninguna permisividad. No obstante, la puntualidad se considera un signo de consideración hacia las personas que están esperando.
Algunas culturas tienen sobreentendido que los plazos reales son diferentes de plazos indicados. Por ejemplo, en una cultura particular puede ser entendido que la gente llegará una hora de más tarde de lo anunciado. En este caso, puesto que cada uno entiende que una reunión de las 9 am comenzará realmente alrededor de las 10 am, nadie se incomodará cuando todo el mundo aparezca a las 10 am.
En las culturas que valoran puntualidad, retrasarse es equivalente a demostrar desprecio por tiempo de otra persona y se puede considerar un insulto. En tales casos, la puntualidad se puede hacer cumplir por penas sociales, por ejemplo excluyendo enteramente a los que llegan más tarde de las reuniones.
Puntualidad en el trabajo
La puntualidad en el puesto de trabajo es una obligación del trabajador respecto a su empleador. Así lo recoge la legislación laboral en
la mayoría de los países civilizados estableciendo como causa de incumplimiento contractual la reincidencia en comportamientos de impuntualidad. Así en el Estatuto de los trabajadores español, se cita como incumplimiento de contrato las faltas injustificadas y repetidas de asistencia o puntualidad en el trabajo (Art.54).En muchos convenios laborales, se recogen frases que especifican esta normativa, del tipo se considerarán faltas de carácter leve tres faltas de puntualidad durante un mes sin que exista causa justificada. El número de exacto de minutos de retraso que se alcanzan la consideración de falta por impuntualidad es, no obstante, un tema controvertido y sujeto a interpretación subjetiva.
Expresiones relacionadas
La consideración de la puntualidad como valoración relativa del valor personal del tiempo puede ser la razón de la expresión, atribuida a menudo a Luis XIV, de la puntualidad como la cortesía de reyes.
Responsabilidad
Toda educación tiene que tener por objeto formar personas honestas, con convicciones profundas, fundamentadas en valores. La responsabilidad personal es muy importante para todos, pequeños y grandes. La fuerza del educador está en su manera de hacer, en el optimismo con que afronta las dificultades, en la madurez con la toma de decisiones, en no detenerse nunca para afronta las dificultades, en la madurez con que toma las decisiones, en no detenerse nunca para llegar a su mejora humana y, sobre todo, en la respuesta que da a sus deberes familiares, profesionales y sociales. Una característica de
esta responsabilidad es asumir los actos que uno hace sin cargar, si se equivoca, las culpas a los otros. Se trata de conseguir de los hijos y de las hijas, para ayudar a la responsabilidad, que sepan qué tienen que hacer y cómo lo tienen que hacer, en cada momento de su vida en casa, en la escuela, con los amigos, sin buscar excusas y enfrentándose a las consecuencias de sus actos.
La autonomía que los niños van logrando es necesaria para llegar a ser responsables. Por esto, se debe empezar a incentivar desde bien pequeños; un primer paso sería dejar que tomen unas cucharadas de comida a solas, que escojan la ropa para vestirse de mayores, otro ejemplo, el cumplimiento de los encargos tal y como hemos reflexionado en el artículo anterior. Todo con la intención de que sepan decidir y que tengan iniciativas. También porque con los errores, aprenderán a rectificar. Dice el dicho castellano: “Nadie escarmienta en cabeza ajena”.
Otro elemento por considerar como un valor educativo, en el tema que tratamos, es la administración del dinero. ¿Qué tenemos que hacer para que comprendan que las cosas cuestan y que los dineros se han de saber administrar? Es probable que a 7 o 8 años hayan comprado algo para nosotros, o bien para ellos mismos: lápices, golosinas, un juguete... Parece interesante que más o menos a esta edad, o como máximo a los 10 o 11 años tengan asignada una cantidad periódica y fija para estos pequeños gastos.
Otro elemento por considerar como valor educativo, en el tema que tratamos, es la administración del dinero. ¿Qué tenemos
que hacer para que comprendan que las cosas cuestan y que los dineros se han de saber administrar? Es probable que a 7 o 8 años hayan comprado algo para nosotros, o bien para ellos mismos: lápices, golosinas, un juguete…Parece interesante que más o menos a esta edad, o como máximo a los 10 o 11 años tengan asignada una cantidad periódica y fija para estos pequeños gastos.
Puede que padres y madres, piensen que ya compran todo lo que necesitan, pero, en este tema, no se trata de suplir, sino de que se aprenda el coste de las cosas materiales, para no ser malversadores y con el ahorro animar a la generosidad hacia los otros. Cabe decir que para enseñar a organizarse no se puede dar dinero cuando se acaba la cantidad establecida y que esta “paga” debe estar relacionada con la edad, y una vez acordados los gastos habituales que tienen.
Un punto relacionado con el dinero sería, también, hacer practicar a los jóvenes en la elaboración del presupuesto familiar, es la utilidad para acostumbrarlos a la realidad económica familiar y no vivir inmersos en la sociedad consumista que anima a gastar más, cuando se debería fomentar en el ámbito familiar, que se gaste mejor y con inteligencia.
Al dar responsabilidades a los hijos, sea encargos que faciliten pensar en los otros y ser útiles, como la niña de la fotografía que contempla y acompaña a su hermanito acabado de nacer, o sea con la administración de pequeñas cantidades de dinero, vamos cooperando a aumentar su Independencia y su seguridad.
Un clima de confianza, dentro de la familia, es un apoyo
para tener responsabilidad, se hacen las tareas con más ilusión y se aprenden en el hogar otros valores como la sinceridad, la generosidad o la fortaleza, siempre y cuando padres y madres hagan lo posible para conocer las capacidades de cada uno de los suyos y se marquen retos asequibles a cada cual. Este ambiente positivo es vivir siempre con amabilidad para todos. Dice San Francisco de Sales.”Puede hacerse comprender la verdad y amonestar, siempre y cuando se haga con dulzura”. Por tanto, hijos e hijas serán responsables si sus progenitores, los comprenden y saben razonarles conductas adecuadas, cuando están ofuscados. Es bueno, también, que vean que cuando los grandes no están acertados, saben pedir perdón. Como siempre, la naturalidad y sencillez, son virtudes pequeñas que motivan al esfuerzo personal para ser mejores y vivir la responsabilidad con todo el compromiso que comporta.
Comportamiento
El comportamiento se refiere a acciones de las personas, un objeto u organismo, usualmente en relación con su entorno o mundo de estímulos. El comportamiento puede ser consciente o inconsciente, público u oculto, voluntario o involuntario, según las circunstancias que lo afecten.
En ciencias sociales el comportamiento incluye además de aspectos psicológicos, aspectos genéticos, culturales, sociológicos y económicos.
En el habla común, no en el discurso científico, el término "comportamiento" tiene una connotación definitoria. A una persona, incluso a un grupo social, como suma de personas, se les define y clasifica por sus comportamientos,
quizás más que por sus ideas, y esto ya sirve para fijar las expectativas.
Comportamiento en psicología
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