Etica Trabajo Colaborativo 1

REFLEXIONES

Aborto y Eutanasia

Para mí el aborto debe ser permitido en muy pocas ocasiones por ejemplo: cuando está en riesgo la vida del feto o la madre por algún tipo de enfermedad, por una violación, por una deformidad total del feto que dificulte totalmente su crecimiento y antes lo ponga en peligro de muerte, de resto siempre deberíamos respetar el derecho a la vida de esa criatura.

Cuando se habla de derecho a la vida, es cualquier vida pequeñita o grande, entonces porque permitir el aborto por una irresponsabilidad, si este fuera aprobado el desastre seria total, habría más jovencitas alocadas porque claro la ley las protege; es ahí donde se pierde el derecho a la vida , pero si utilizamos los métodos anticonceptivos si nos estamos respetando.

Con respecto al aborto, hay varios aspectos a considerar:

Se piensa en el aborto cuando el embarazo no fue deseado ni planificado, o cuando la vida del feto o de la madre está en riesgo. En la primera situación, fácilmente se podría pensar que es consecuencia de un acto de irresponsabilidad, ocasionado por varias razones, entre ellas la vivencia de una sexualidad sin control, o el atropello de un violador. En la segunda situación, es una consecuencia fisiológica producto de un riesgo que siempre se corre en toda gestación.

Fácilmente podemos ver entonces, que enfrentar el tema como una consecuencia nos llevaría a considerar cuáles son sus causas.

Indiscutiblemente los embarazos no deseados son un asunto de valores y de educación moral: si fue una decisión voluntaria, ausencia de valores en el propio individuo, y si fue por una violación, ausencia de valores en el agresor.

El tema de las causas biológicas, no es relevante en esta reflexión, sólo es importante considerar, que puede nacer un ser humano con muchas limitaciones y dificultades o que puede perderse la vida de la madre.

En todo caso, es un asunto de la esencia de la vida misma. Cada individuo lo abordará, de acuerdo con las normas morales que son aceptadas por él. Así bien, algunos considerarán a Dios como el único dueño de la vida, y otros considerarán que el espíritu de esa almita, simplemente buscará otro cuerpo como vehículo para reencarnar en esta dimensión, en otra vida. Otros simplemente sin ninguna convicción religiosa o espiritual, dirán que es la vida que ya está presente (la madre), la que debe privilegiarse y que es ella la única responsable sobre su cuerpo.

El Estado está en la obligación de legislar al respecto por cuánto se trata de Salud Pública, y debe hacerlo respetando la pregonada libertad y disponiendo todos los medios para que cada uno de los ciudadanos en uso de su libertad, creencias y convicciones, decida cómo enfrentará un embarazo no deseado, sin poner en riesgo su bienestar

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