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Fiesta Patronales Y Organización Comunal


Enviado por   •  12 de Julio de 2015  •  4.647 Palabras (19 Páginas)  •  352 Visitas

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Fiestas Patronales, representaciones y Organización Comunal

1 Introducción

Una mirada a cualquier censo del Perú contemporáneo nos muestra que se trata de un país católico, con una minoría de iglesias cristianas de origen protestante. Un primer acercamiento a esta realidad nos indica que la mayoría católica no es practicante y que su participación como miembro de la comunidad cristiana es mínima. En el mejor de los casos, esta se encuentra reducida a los actos de culto que exige el entorno social inmediato como por ejemplo: el bautismo, comunión, matrimonio, etc. Las vocaciones sacerdotales no son muchas y fuera de Lima, e incluso en sus cercanías, es posible la participación de religiosos extranjeros que, al igual que loa nacionales, deben de cubrir vastos territorios con audiencias no necesariamente interesadas.

Esta aparente apatía de los peruanos no significa que el país no sea religioso; sin embrago hay que buscar la expresión de esta religiosidad en otros ámbitos además de los templos; en otras ceremonias más allá de las que dicta el catecismo; en otros sermones los cuales escapan a la palabra de los sermones o la biblia y en otra conductas las cuales disienten de las ordenanzas del dogma cristiano.

Teniendo como ejemplo de lo anteriormente dicho el caso de las procesiones del Señor de los Milagros las cuales se celebran en los últimos días del mes de Octubre pues parecieran ser el mentís oportuno a cualquier duda sobre la fuerza del catolicismo militante de los limeños. Sin embargo, al realizarse una revisión cuidadosa de la conocida ¨feria del Cristo Morado¨ (como también se conoce el Señor de los Milagros) se a conocer los verdaderos intereses de los fieles. Pues estos asisten a la procesión con fervor no necesariamente por ser cumplidores de los preceptos de la iglesia y lo más probable es que acudan a los actos litúrgicos tan solo una vez al año en razón de su participación de la feria, pues esta significa para los peruanos no solo un acto de fe sino también en una ocasión de realización de comercio (compra y venta de diversos artículos).

Finalmente es conveniente poner una especial atención en el culto de las imágenes sagradas, teniendo como ejemplo de esta al Cristo Morado. Así la gran cantidad de capillas e iglesias sin atención sacerdotal a lo largo de la inmensa región andina ha hecho que nazca un intenso dialogo entre las imágenes y su audiencia.

Tanto pintadas como esculpidas, los hombres y mujeres que la iglesia ha elevado a los altares son depositarios de las penas, alegría, desencantos, etc. de los que acuden a ellas. Su popularidad es variable pero tiende a incrementarse en época de crisis cuando la fe crece para así poder soportar y enfrentar las desgracias.

Sin embargo, si bien ya era dificultoso traer las imágenes a través de loa mares, fue mucho más difícil hacer que estas una vez llegadas a América mantengan sus contenidos ideológicos. Debiéndose esto a que colocadas en un paisaje muy diferente con cuevas, montañas y manantiales los cuales para loa andes son entradas al universo de lo sobrenatural; las imágenes importadas fueron modificando poco a poco sus mensajes. La historia canónica que respaldaba sus gestos y atributos fueron cambiando cada vez más.

Siendo pues así la adscripción a las imágenes y al nuevo discurso lo que alienta la fe de los creyentes. Pues hay una serie de contenidos distintos a los que prediga el doga católico los cuales ahora son vigentes y responden más a la fe circunstancias de cada pueblo que a los escritos y sermones dados por la iglesia.

Hay por lo tanto que determinar los acontecimientos que ahora convocan tanto la fe como el compromiso de los creyentes y los discursos que expresan sus convicciones, así como tratar de definirlos de la manera más general que se pueda centrándonos para su mejor comprensión en el caso de las distintas fiestas que se celebran en Sechura, pues a partir de su masiva convocatoria y las muestras de adhesión que estas muestran tanto por los locales y los peregrinos, nos están diciendo que existen resortes emotivos que la festividad despierta entre sus participantes.

Tratando en esta monografía de mostrar como ya se encuentra dicho anteriormente de manera más general una definición lo más cercana posible respecto a lo que es una fiesta patronal y como la organización comunal se encuentra presente en ella o influye de alguna manera.

2 La fiesta patronal

2.1 Definición de fiesta patronal

La fiesta patronal es la manifestación cultural de un grupo humano que comporte su territorio y celebra su dependencia y pertenencia a un territorio renovando la permanencia de un sistema cíclico. Los ritos cristianos, con el santo patrón a la cabeza no hacen más que insertarse en este ritmo estacional, incorporando las actitudes y los comportamientos de las personas al esquema comunitario. El rito festivo es pues una performance de la cultura que hace vivir a estas comunidades, realizando (performance) y desplegando (display) el ethos colectivo.

Nos encontramos, pues, ante una manifestación de la religión popular, es decir, ante un hecho religioso sincrético, el cual integra los esquemas cosmológicos de la fertilidad natural y los valores morales de la iglesia católica. La fiesta seria la forma, por excelencia, mediante la cual el pueblo experimenta su sensibilidad religiosa. Es una experiencia de lo sagrado en lo que se juntan el concepto sagrado Durkheimiano y la idea de santidad bíblica. El campanario, la plaza y lo santos son el centro espacial de manifestación del ethos campesino.

La fiesta patronal es pues la celebración del hecho de compartir un territorio el cual es gestionado por el común de los vecinos y puesto bajo la protección de un santo protector. Cosmogonías telúricas y cristianas se unen para alimentar las necesidades rurales tradicionales.

Una definición antropológica acerca de lo que se denomina fiesta patronal es que esta no es más que un fenómeno cultural, es decir, como la expresión y manifestación de la forma de producir, de reproducirse, de organizarse socialmente y de reproducir las condiciones ideológicas de la producción social por parte de un grupo humano.

La fiesta es también un ritual de exaltación colectiva, en un tiempo y espacios separados, distintos (que instauran un paréntesis de sacralidad en la caducidad de lo real), fenómeno el cual recrea ritualmente la vida social, fortaleciéndola frente a la anomia de lo social. La fiesta sería una modificación del tiempo de la comunidad, permitiendo esta la entrada u irrupción de lo sagrado en el tiempo de la cotidianidad. Esta modificación supone

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