Formación De Una Cooperativa Escolar
egda41789088 de Julio de 2012
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INTRODUCCIÓN
El Cooperativismo tiene sus raíces históricas en Inglaterra, país en donde se origina la Revolución Industrial, produciendo como consecuencia social el surgimiento de la burguesía como la clase social más poderosa y frente a la cual se desarrolla otro grupo social denominado la clase obrera. La Revolución Industrial produjo, por una parte, el éxodo campesino y con él toda la problemática que representó la invasión de esas grandes masas humanas de esas hacia los centros industriales en búsqueda de mejores condiciones de vida.
En medio de esas condiciones se origina diversas luchas por las reivindicaciones de la clase obrera, luchas de orden económico, político y social, siendo de “Movimiento Owenista” fundado por Robert Owens, el primer intento de organización cooperativa que propuso la constitución de Villas de Cooperación las cuales eran comunidades obreras dedicadas a la producción agrícola que colocaban los excedentes en el mercado y con los beneficios se autofinanciaban. Otro precursor del cooperativismo fue Williams King, quien propició y creó la organización de una cooperativa de consumo y la publicación de el periódico “El Cooperador”.
Fue en el año de 1.844 en Rochdale-Inglaterra, cuando un grupo de 28 trabajadores llamados “Pioneros Rochdale” deciden constituir una organización para satisfacer sus necesidades más inmediatas de consumo. Dicha agrupación manejo siete principios básicos que hoy día sirven de base para los movimientos cooperativos universales. Estos principios Rochdalianos son: Adhesión Voluntaria, Control Democrático, Interés Limitado al Capital, Reparto de los excedentes en proporción al volumen de las Operaciones realizadas por cada socio, Neutralidad Política, Religiosa y Racial, Ventas al contado y Educación. (Nociones Básicas de Oficina, 2005).
En Venezuela las raíces del cooperativismo se encuentran en las comunidades indígenas Yanomami y los grupos indígenas asentados en el Valle de Quibor, quienes trabajaban la tierra comunitariamente y se distribuían equitativamente la cosecha, las herramientas eran de propiedad colectiva.
Ahora bien, se entiende como cooperativas escolares a aquellas empresas organizadas voluntariamente por estudiantes de cualquier nivel educativo, bajo la orientación o guía de los docentes asesores. Su finalidad es básicamente la de brindar servicios a los asociados (demás estudiantes de la institución) a partir de la organización de actividades basadas en la solidaridad, el respeto y el apoyo mutuo.
Como toda cooperativa, la finalidad de la cooperativa escolar, lejos de ser lucrativa, es la de ofrecer una respuesta a las necesidades primarias e inmediatas vividas en la escuela. A partir de esta concepción se proyectó la creación de un equipo de trabajo en el Liceo Bolivariano “Aura Linares”, donde no se cuenta con un espacio dedicado a la venta de útiles escolares. La propuesta es crear, desde el liceo, una cooperativa que se plantee como objetivo de trabajo la constitución de un espacio escolar para la venta de útiles escolares o menudencias que necesiten los estudiantes de la institución.
Quienes plantean esta posibilidad de trabajo a los estudiantes serán los estudiantes de 5° año, atendiendo siempre a hacer foco en sus intereses, gustos y preferencias, de manera tal que ninguno de ellos se sienta obligado a realizarla, sino que se sumen a la iniciativa sólo aquellos que lo prefieran, ya sea por su capacidad de liderazgo, sus ganas de ayudar o simplemente por la curiosidad de hacer cosas nuevas.
El presente trabajo de Investigación está estructurado en cinco capítulos:
Cap. I: El Problema, Planteamiento del problema objeto de estudio, Cap. II: Marco Teórico, Antecedentes, Bases Teóricas, Bases Legales. Cap. III: Marco Metodológico. Cap. IV: Análisis de los Resultados. Cap. V: Conclusiones y Recomendaciones. Referencias Bibliográficas.
CAPÍTULO I
EL PROBLEMA
Planteamiento del Problema Objeto de Estudio
La Cooperativa debe servir a la sociedad y uno de sus objetivos ha de ser producir, incorporar, asimilar y reproducir saberes académicos, asimilar tecnologías y las nuevas prácticas cooperativas y mutuales, así como sus modernas tendencias y desafíos, auscultando sobre la carne viva de la realidad, los problemas socioeconómicos que aparecen constantemente, intentando hermanar rigor y prontitud en el diagnóstico de las cambiantes situaciones; vivificando en definitiva a la cultura cooperativa a través de un contacto permanente con las cuestiones más candentes y las inquietudes de mayor actualidad (educación, salud, trabajo, vivienda, consumo, servicios públicos, agua potable, energía, gas, transporte, minifundios, otros.).
La educación cooperativa consiste básicamente en la adquisición del hábito, de la pericia y la pertinencia de pensar, ver, juzgar, actuar y evaluar de acuerdo con los principios cooperativos y su marco axiológico (El sector cooperativo, quizás porque lo esencial es invisible a los ojos, ha sido renuente, parco, esquivo y poco generoso con la inversión en educación. Eso mismo explica y predice el marcado absentismo cooperativo que por cierto obedece a la ausencia de consciencia plena en los cooperativistas de sus deberes y derechos cooperativos.
En efecto, los principios cooperativos dados en Manchester por la Asociación Internacional de Cooperativas (1995): 1. Libre membrecía; 2. Democracia cooperativa, un hombre, un voto; 3. Participación económica de todos los asociados y justicia distributiva; 4. Autonomía e independencia de toda ingerencia política; 5. Educación, información y capacitación; 6. Integración de la cooperación entre cooperativas y; 7. Compromiso e interés con la comunidad; este marco axiológico admirable, estas recicladas reglas rochdalianas no pueden ofrecer, por sí mismos, más que la autenticidad formal de una empresa cooperativa.
Definitivamente, una cooperativa sin cooperativistas, es decir sin mujeres, hombres y jóvenes que sientan la ética cooperativa y la traduzcan en eficiencia y normas éticas y equitativas de conducta, siempre será frágil y no podrá desarrollar plenamente el importante rol social, económico y cultural a que está llamada.
En la actualidad se maneja la globalización de la enseñanza como algo novedoso, sin embargo, esa globalización la inició Decroly, hace unos cuantos años con los centros de interés o cuadro-textos. La idea de crear una cooperativa escolar no es nada nuevo. Ha habido intentos en todo el territorio nacional, pero el propósito de este proyecto sí reviste alguna importancia. Como esa metodología busca poner en práctica y amalgamar todas las áreas del conocimiento, entonces esa integración le va a permitir a los docentes de la Unidad Educativa convertir a la cooperativa en una herramienta de aprendizaje donde se vinculen el enseñar, el cómo enseñar, el cuándo enseñar, el para qué enseñar y de hecho permitirle saber qué, cómo, con qué, para qué y cuándo evaluar.
La práctica del cooperativismo escolar a través del trabajo en equipos, beneficiará indudablemente tanto a la escuela como a la familia, porque los contenidos programáticos o curriculares, como los contenidos pedagógicos y didácticos, serán de gran interés para la comunidad porque ello asegurará que se ajusten a las realidades que viven y compartan comportamientos de cambio y adaptabilidad, exigencias básicas para la consolidación de todo grupo social (UNESCO, 2006).
En función de sus modernos enfoques sociales, la cooperación en las instituciones educativas posibilitará un más amplio desarrollo integral del niño. Un destacado cooperador francés, expresó con respecto a estas entidades: "Las cooperativas escolares deben ser verdaderas Repúblicas de Niños empeñadas en entregar lo mejor de sí a la República de los Hombres".
En cuanto los niños y jóvenes comiencen a practicar la cooperación entre ellos, éste sistema no solamente será mejor entendido, sino también mejor aplicado. La actividad cooperativa en las instituciones educativas, en su doble forma teórico-práctica, constituye un novedoso método educativo y por lo tanto responderá integralmente a los más dinámicos principios de la pedagogía social que deben ser manejados muy bien por el docente.
Siempre se ha señalado el hecho de que la cooperativa escolar no puede ser el resultado de una imposición, a efectos de cumplimentar órdenes provenientes de la superioridad educativa. Si ello fuera así, se estaría concretamente "jugando a la cooperativa" y ese no es el objetivo que se persigue. Es una asociación voluntaria, no lucrativa, a través de la cual un grupo de personas puede obtener bienes de consumo en condiciones, a la postre, más ventajosas que las ofrecidas por la comercialización común. En lo económico, una cooperativa debe procurar la más estrecha vinculación entre el productor y el consumidor, eliminando a los intermediarios, COLPOAC (2007).
Los miembros de la cooperativa son los propios encargados de hacerla funcionar, administrarla, controlarla y dirigirla, de acuerdo con normas de conducta que deben ejecutarse a principios y métodos cooperativos y no individualistas. Como una cooperativa no es una asociación meramente económica, sino una asociación que exige de todos sus miembros el cumplimiento permanente de deberes para que todos puedan recoger, en forma también permanente e igualitaria los beneficios resultantes del esfuerzo común; podamos afirmar que es uno de los medios
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