Fundamentos Del Trabajo Social El Modelo Critico/ Radical

Fundamentos del trabajo social

Para el trabajo social el modelo critico/ radical surge a finales de los sesenta y principios de setenta, adquiriendo gran relevancia para la latino américa puesto a que inspira el movimiento de re conceptualización. Es importante resaltar que los antecedentes del trabajo socia critico son muy diversos y recogen ampliamente muchas teorías sociales, como lo son la marxista, el desarrollo comunitario, el feminismo y la sociología radical entre otros, basándose en estas teorías el trabajo social critico busca como fin último que el usuario a través de su proceso logre tomar conciencia de su situación y desde ahí transformar de manera activa su propia problemática, logrando que este ( el usuario) logre ver que no es parcial ni totalmente culpable de las circunstancia personales y sociales a las que se ve enfrentado.

El autor Tomas Fernández propone en su texto que la estructura social, la dominación y la opresión son pieza clave para el análisis de intervención ya que inicialmente los enfoques de la práctica critica se encontraban basados en las teorías marxistas, por ende las clases sociales eran claves para el análisis y la respuesta de la opresión, luego de esto el movimiento feminista señala al patriarcado como el sistema principal generador de opresión, llegando así a discusiones vanas ya que estas dos formas no eran los únicos modos de opresión existentes, de tal forma el trabajo social critico supera el peldaño denominando que todas las formas de opresión tienen el mismo fin un dominador y un dominado contra el que se debe trabajar para adquirir como objetivo principal una sociedad libre de dominaciones.

De modo que el nuevo modelo de intervención incorpora aspectos importantes de los problemas sociales como lo son las luchas de poder, la cuestión sexista, la opresión social, lucha de clases y estatus, educación etc. el trabajo social critico plantea una práctica fundamentada en sectores populares, trabajar con los marginados, lo excluidos, lo extraños aquellos no que poseen voz, pero para ser más eficaces se parte de una estructura real desde varios enfoques que se han ido desarrollando a lo largo del tiempo, en el texto se encuentran resaltados tres de manera puntual:

El trabajo social feminista que ha tenido un efecto largo y profundo, pues hizo que emergiera el tema de género, demostrando como la opresión de las féminas se encuentra instaurada y estructurada, rechazando los estereotipos negativos, necesidad de cambio tanto en el individuo como en el colectivo. El enfoque marxista que propone reconocer la psicología y la personalidad de la persona proviene de las relaciones sociales, de manera que el trabajo social critico debe comenzar por entender la experiencia individual como un reflejo de las relaciones, de esta forma el análisis que se haga de un actor social y las situaciones ya no será basada solo en la disputa de entender a el individuo o entender a su entorno. El enfoque problematizador que propone un modelo de intervención educativo, que a diferencia de otros enfoques al momento de orientar tienen en cuenta el análisis crítico de la realidad, este tiene una doble función la primera tomar conciencia de la situación y la segunda diseñar el proceso que permita superarla.

Cabe resaltar que existe una marcada diferencia de relaciones existentes entre el trabajador social y la persona a la que apoya, de esta manera no se pretende crear un distanciamiento petulante entre el profesional y quien busca de su ayuda, por el contrario de ser fundada en los principios democráticos de igualdad, equidad, confianza y respeto. Ya que el usuario e su posición de conocedor de todos los aspectos es quien más sabe de su condición por otro lado el profesional aporta su conocimiento técnico que otorga una mejor comprensión de dicha realidad, para lo cual se señala

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