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Guión de Otelo escena I y III ¿No dijiste acaso que en odio lo tenías?


Enviado por   •  16 de Julio de 2017  •  Apuntes  •  975 Palabras (4 Páginas)  •  361 Visitas

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OTELO

William Shakespeare

PRIMER ACTO


PRIMERA ESCENA
“Una calle de Venecia.”

RODRIGO:
¿No dijiste acaso que en odio lo tenías?

YAGO:
Y podéis creerlo. Más de tres personajes en esta ciudad le pidieron, que me hiciese teniente suyo. Yo sé si valgo como soldado y si sabría cumplir con mi obligación. Pero el orgulloso y testarudo se envuelve en mil retoricas hinchadas y bélicas metáforas, y acaba por decirles que no, fundado en que ya tiene su hombre… y quien es él? MIGUEL CASSIO lindo y condenado como una mujer hermosa. Nunca ha visto un campo de batalla, y entiende tanto de guerra como una vieja. No sabe más que la  teoría. A ese ha preferido y yo que delante de Otelo derramé tantas veces mi sangre le he parecido inferior a ese necio saca cuentas. El será teniente del moro y yo su alférez.

RODRIGO:
¡Por mi parte, mejor fuera su verdugo!

YAGO:
Ya no hay remedio. Tal es el servicio. O por influjo o por favor se asciende, no por antigüedad, donde el segundo siempre heredó la plaza del primero. Juzga tú mismo ahora si en justicia tengo motivo para odiar al moro.

RODRIGO:
Dejare yo en tal caso de seguirlo.

YAGO:
Tranquilo... le sigo por interés. No todos podemos mandar ni se encuentran siempre fieles criados. Bien lo sabe  dios si le sirvo no es por agradecimiento ni por cariño ni obligación sino por ir derecho a mi propósito.. NO SOY LO QUE PARESCO.. NO SOY LO QUE SOY.

RODRIGO:
¡Qué brava suerte debe tener el de los labios gordos si logra tal merced!

YAGO:
Llamen al padre; despiértalo, persíguelo envenena su mente y publica su deshonra.

RODRIGO:
¡Hola, Brabancio! ¡Alza, señor Brabancio!

YAGO:
¡Brabancio, despierta! ¡Ladrones! ¡Mira por tu hacienda y por tu hija! ¡Ladrones! ¡Eh! ¡Ladrones!

(Brabancio se asoma a una ventana)[pic 1]

BRABANCIO:
¿Qué motivo hay para tal estruendo? ¿Qué sucede?

RODRIGO:
¿Tu familia se halla toda en casa?

BRABANCIO:
Rodrigo te conozco. Te he dicho que no estés por mi casa… Que mi hija no es para ti

YAGO:

¿Están cerradas las puertas?


BRABANCIO:

¿Porque lo preguntas?

RODRIGO:

¡Ahora! Un lascivo morueco viejo y negro fuerza a vuestra blanca oveja


BRABANCIO:
¿Qué quieres grosero maldiciente?

Rodrigo:

Vuestra hija y Otelo están haciendo cosas a tu espalda.

BRABANCIO:

¡La pagarás Rodrigo!

RODRIGO:
Mas usted averiguadlo, si estuviera en su cuarto o en su casa, castígame  con las leyes de le estado por vil engañador.

BRABANCIO:
¡Denme una vela!...Despertad a todos!...se parece a mi sueño esta desgracia!

Brabancio se retira de su ventana

(Yago y rodrigón celebran)

YAGO:
Adiós, debo dejarlos…

TERCERA ESCENA

“Sala de consejo”

DUX:

Valiente Otelo… es menester que salgáis a combatir al común enemigo otomano (entra Brabancio). Bienvenido seas, noble señor. Nos faltó esta noche vuestra ayuda y buen consejo.

BRABANCIO:

Y a mí me falto el vuestro, perdón señor…ni mi empleo, ni noticia de estos quehaceres… me sacó  del lecho.

¡Mi hija! !Ay mi hija!

DUX:

¿Ha muerto?

BRABANCIO:

Peor que eso la han seducido, me la han hurtado y pervertido aleves.

DUX:

Sea quien fuere el vil que de tal modo privó del propio  ser a vuestra hija, y de ella a vos, el sanguinario libro de las leyes, aplicad usted mismo con su mayor dureza como os plazca.

...

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