Hacia dónde vamos como país?

¿Hacia dónde vamos como país? Desde la perspectiva de los jóvenes...

Sin duda la pregunta es difícil, cuando ni siquiera se sabe con claridad donde estamos, pensar en el futuro puede convertirse en un reto de amplias proporciones. México vive un momento difícil en su historia; al interior la gobernabilidad, la economía y la cohesión social parecen desvanecerse, al exterior y producto de lo antes mencionado, hemos dejado de ser la primera potencia latinoamericana y nuestro rol en el escenario geopolítico se ha inclinado mas a defender los intereses de Norteamérica que los propios intereses nacionales y latinoamericanos.

México se encuentra en la antesala de renovar su gobierno federal en el año que viene y sin duda la principal preocupación de todos los mexicanos es saber si al renovar dicho gobierno también se renovará el estado actual de las cosas. Las encuestas que se han publicado al respecto, demuestran en su totalidad la expectativa de cambio de partido en poder como posible solución a problemas de reciente nacimiento.

Y es que en los últimos cinco años, la gobernabilidad se ha visto rebasada por la guerra que el gobierno ha emprendido contra los carteles del narcotráfico, una guerra carente de sentido común y evidentemente emprendida bajo los preceptos e intereses estadounidenses, mientras aquí suman en cifras oficiales casi cincuenta mil muertos producto de esta guerra, en Estados Unidos las tasas de consumo de drogas siguen en aumento, el tráfico de armas (rápido y furioso) es una realidad e incluso hay estados que ya han legalizado el consumo de algunas drogas, haciendo de esta guerra casi una analogía perfecta de la hidra de mil cabezas.

Esta guerra, como todo lo referente de nuestro país con el vecino del norte, nos deja en una clara desventaja, ya que se conjugan dos variables; por una parte el mercado de consumidores más grande del mundo (Estados Unidos) con las de 30 millones de adictos y por la otra un país con grandes deficiencias económicas y una población de 52 millones de pobres, hacen de esto más que un tema de seguridad o salud pública un tema de fuerza de mercado, un tema de oferta y demanda, donde solo se está combatiendo la oferta pero no se combate lo que realmente acaba con un mercado, es decir, con la demanda.

Y esta dependencia negativa, no es privativa solo en el tema del narcotráfico, casi el 90%de la balanza comercial del país (es decir importaciones y exportaciones) se lleva a cabo con los Estados Unidos, lo que genera una dependencia económica, social y política que vulnera la ya ultrajada, soberanía nacional, que se refiere a la capacidad de un país a decidir sobre si mismo, sobre sus ideas, sobre la preservación y consolidación de su cultura y sobre sus intereses respecto a las demás naciones.

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