Hispania Romana

TRABAJO LATÍN

HISPANIA ROMANA

INTRODUCCIÓN

Este trabajo habla sobre los pueblos prerromanos y su conquista, también sobre la conquista romana de la península Ibérica y sus fases con sus respectivas guerras y por último habla sobre los restos de romanos que hay en la actualidad en la Península.

LOS PUEBLOS PRERROMANOS Y SU CONQUISTA

Distintos pueblos de diferente procedencia estaban asentados en este territorio desde finales del II y comienzos del Ier milenio a. C. hasta finales del siglo III a. C , que fue el principio de la intervención romana para la colonización de la península ibérica.

Los pueblos prerromanos fueron:

Los celtas:

Eran de origen indoeuropeo y llegaron a la península ibérica entre los siglos IX y VI a. C. Se situaron en el norte y el centro de la península. Los que más destacaron fueron: los lusitanos, los vacceos y los carpetanos. Trabajaban en la artesanía, la fabricación de tejido o utensilios de bronce. Una de las obras que podemos ver en Ávila son los Toros de Guisando:

Los íberos:

Procedían del norte de África y ocuparon el litoral mediterráneo y Andalucía. Los más destacados fueron: turdetanos, bastetanos y edetanos entre otros. Se dedicaron a la agricultura, la ganadería e industria de metales. Una escultura íbera fue la Dama de Elche que se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional de España, en Madrid:

Los celtíberos:

Procedían de la fusión de pueblos íberos y celtas y habitaban al oeste de la cordillera ibérica. Pueblos celtíberos fueron los arévacos y pelendones. Destacaban en el arte, la metalurgia, la alfarería y la orfebrería.

Antes de la llegada de los Romanos, hubo otros pueblos colonizadores que fueron atraídos por las riquezas de la península ibérica. Fundaron numerosas colonias en el sur y en el este de la península ibérica, estos pueblos fueron:

Los fenicios:

Procedían del este del Mediterráneo y fueron los primeros en iniciar la colonización en la península ibérica fundando la ciudad de Gadir (Cádiz) a finales del II milenio a. C. Desde ese punto se expandieron por la parte sur de la península, punto estratégico para el comercio del cobre, oro y plata. Una de sus obras arquitectónicas es el Yacimiento de Torre de Doña Blanca, en Puerto de Santa María, en Cádiz:

Los griegos:

Llegaron a la zona norte del Mediterráneo peninsular hacia el siglo VIII a. C fundando la primera colonia Rhode (Rosas) y las restantes como Mainake (cerca de Málaga), Emporion (Ampurias), entre otras. Su principal objetivo era comerciar con metales, esparto, aceite de oliva y sal. Uno de los restos arqueológicos griegos son las Ruinas de Ampurias, en la Costa Brava:

Los cartagineses:

Procedían de Cartago, antigua colonia fenicia que se sitúa en el actual Túnez. Extendieron su dominio por el sur, el este y el norte, desplazando a los griegos a partir del siglo VI a. C. Fundaron colonias como Cartago Nova (Cartagena). Uno de los yacimientos cartagineses más importante es el de La Alcudia, en Elche:

La Hispania prerromana ofrecía una situación geográfica, morfológica y étnica variada, debido a su proximidad al suroeste de Europa y al norte de África, y a los diversos pueblos que habitaban en la península. Por causa de este contacto, diversas corrientes culturales surgieron a partir del último milenio a. C, que afectaron a distintas regiones de la península.

Una es de tipo atlántica, que provenía del occidente de Europa, y las regiones peninsulares occidentales que se vieron afectadas por esta corriente cultural eran las más metalíferas y de carácter indoeuropeo muy primitivo. Otra es la llegada a través de los Pirineos, que afectó a las regiones del este de la península, e influyó en la cultura material, la organización social y en el campo lingüístico. Finalmente, a través del Mediterráneo, se tuvo contacto con gentes del oriente del Mediterráneo y del Egeo, que influyeron en la apertura de vías de navegación y nuevas formas de intercambio.

A través del Mediterráneo precisamente los pueblos colonizadores prerromanos (fenicios, griegos y cartagineses) introdujeron en sus colonias la tradición del comercio, lo que permitió un mejor contacto con los pueblos del interior. Aunque principalmente este contacto tenía como finalidad una ganancia económica de materias primas, contribuyeron al acercamiento a los grandes imperios de Oriente y un mayor desarrollo en los pueblos indoeuropeos, más o menos extendido en distintas zonas de la península.

El inicio de la romanización en Hispania comienza con la presencia de los romanos en la península ibérica, en el contexto de la Segunda Guerra Púnica (220-202 a.C.) que enfrentó a romanos y cartagineses. Para entender este conflicto es preciso remontarnos a las guerras entre Roma y Cartago por el control del Mediterráneo central y occidental. Para explicarnos mejor el término de romanización se refiere a el proceso de conquista por parte del pueblo romano al pueblo conquistado de su administración, cultura , organización social y autoridad militar. Fue un proceso largo e implacable que comenzó cuando los romanos derrotaron a los cartagineses y terminó tras la conquista de los pueblos cántabros y astures en el siglo 19 a.C.

LA CONQUISTA ROMANA DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Los principales motivos que tenían los romanos para conquistar la península se debían a el interés militar y a tener un interés socio-económico, los principales factores que llevaron a los romanos a decidirse a conquistar la península ibérica fueron:

Roma, que está viviendo momentos de gran expansión, sueña con reconstruir el imperio económico griego.

La

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