Historia Del Hierro
jeto1310 de Agosto de 2014
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HISTORIA DEL HIERRO Y SU EVOLUCION
El hierro no es sólo el metal más importante de la naturaleza que nos rodea, sino también la base de la civilización y de la industria, un arma de guerra y de trabajo pacífico. Es difícil encontrar en toda la Tabla de Mendeléev otro elemento que se halle tan ligado con el pasado, presente y futuro de la humanidad. Con palabras admirables habló del hierro uno de los primeros mineralogistas de la Roma antigua, Plinio el Viejo, que pereció en el año 79 de nuestra era durante la erupción del Vesubio asfixiado por el "polvo y cenizas vomitadas por el volcán"; así escribió, refiriéndose a Plinio, el mineralogista ruso Vasili Severguín hace más de cien años.
En su magnífica traducción leemos las páginas vivas de la historia del hierro, tal como fue descrita por Plinio: "Las minas de hierro hicieron don al hombre del arma más excelente y más perversa. Ya que con ella hendimos la tierra, plantamos las matas, labramos los campos de las feraces huertas y, podando las viñas silvestres con uva, las hacemos retoñar cada año. Con esta arma construimos casas, demolemos las piedras y empleamos el hierro en usos análogos. Pero con ese mismo hierro hacemos la pelea, la lucha y el pillaje; y le utilizamos no sólo de cerca, sino también lanzándolo alado a lo lejos, ya desde troneras, con las vigorosas manos, bien en forma de flechas emplumadas. En mi opinión, este es el artificio más depravado del ingenio humano. Pues para que la muerte alcance más pronto al hombre, la hicimos alada, dotamos de plumas al hierro. De todo lo cual hay que adjudicarse la culpa al hombre y no a la naturaleza".
La lucha por el hierro transcurre a través de toda la historia de la humanidad, iniciándose en los milenios IV y III antes de nuestra era, cuando por primera vez aprendió el hombre a dominar y manejar este metal.
Es posible que al principio se limitara a recoger las piedras caídas del cielo, los meteoritos, y de ellos elaboró utensilios parecidos a los que usaban los aztecas de México, los indios de América del Norte, los esquimales de Groenlandia y los habitantes del Cercano Oriente. No en vano existe una antigua leyenda árabe en la que se dice que el hierro es de origen celestial.
Bronce resultó significativo en cualquier civilización que lo halló, constituyendo la aleación más innovadora en la historia tecnológica de la humanidad. Herramientas, armas, y varios materiales de construcción como mosaicos y placas decorativas consiguieron mayor dureza y durabilidad que sus predecesores en piedra o cobre calcopirítico. La técnica consistía en mezclar el mineral de cobre -por lo general calcopirita o malaquita- con el de estaño (casiterita) en un horno alimentado con carbón vegetal. El carbono del carbón vegetal reducía los minerales a cobre y estaño que se fundían y aleaban con 5 a 10% de peso de estaño.
El conocimiento metalúrgico de la fabricación de bronce dio origen en las distintas civilizaciones a la llamada Edad de Bronce. Inicialmente las impurezas naturales de arsénico permitían obtener una aleación natural superior, denominada bronce arsenical. Esta aleación, con no menos de un 2% de arsénico, se utilizaba durante la Edad de Bronce para la fabricación de armas y herramientas, teniendo en cuenta que el otro componente, el estaño, no era frecuente en muchas regiones, y debía ser importado de parajes lejanos. Un ejemplo de arma con este material es el hacha de Ötzi [cita requerida], momia datada en el año 3300 a. C., que se halló en los alpes italianos en 1991. La presencia de arsénico hace a esta aleación altamente tóxica, ya que produce –entre otros efectos patológicos– atrofia muscular y pérdida de reflejos. Estatua en cobre del faraón Pepy I. Siglo XXIII a. C.
Las aleaciones basadas en estaño más antiguas que se conocen datan del cuarto mileno adC en Susa, (actual
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