Hombre Antisocial
robepau2226 de Diciembre de 2012
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CAPITULO I
1.1 Concepto del por qué antisocial
Ante todo, citaría a Rodríguez Manzanera, en lo que expresa en su obra Criminología:
“Ni todo delito es una conducta antisocial ni toda conducta antisocial es delito”
CAPITULO II
Factores que influyen en Algunas Conductas Antisociales
Para el estudioso Manuel López Rey, factor significa etimológicamente el que hace algo por si o en nombre de otro que en sentido figurado representa todo elemento que contribuye o concurre a un determinado resultado.
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Sutherland y Cressely afirman:
“Que la familia tiene un contacto casi exclusivo con el niño, en la época de plasticidad y dependencia, continuando en los siguientes años para determinar los patrones de conducta que l menor exhibirá al exterior”
Sin embargo, por las diferentes actividades de la vida diaria, estados de ánimo o cansancio, problemas, relaciones con abuelos, diferencias de cultura, etc., es casi imposible sostener una consistente autoridad y una armoniosa presión sobre los hijos, tal situación afectada al grado de obediencia de estos y por ende al grado de control.
Podemos citar, por ejemplo, las familias de los menores infractores, las cuales se asemeja a las siguientes características:
a) Ejemplo moral, vicioso o criminal, de otros miembros de la familia. Cuando es dado por los padres que se dedican profesionalmente a la delincuencia y están identificados con los hijos, es más probable que tiendan a delinquir éstos.
Si sucede lo contrario, es decir que no están identificados emocionalmente con los hijos y forzar la conducta del hijo, lo convertirán en delincuente, pero a la primera ocasión huira de la tiranía paternal.
b) Ausencia total de uno de los padres (separación, divorcio).
c) Falta de control paterno (por ignorancia, enfermedad, ceguera u otros defectos sensoriales).
d) Inconsistencia del hogar, existe el autoridad de uno de los miembros, favoritismo, sobreprotección, severidad excesiva, abandono, celos interferencia de los parientes o exceso de población para una pequeña casa.
e) Diferencias raciales o religiosas.
f) Presiones económicas debidas a ingreso insuficiente, trabajo de la madre o desempleo.
Es necesario hacer notar que la cohesión familiar tiene un papel importante en la prevención antisocial juvenil.
La delincuencia de los adultos al igual que los menores infractores, interfiere también la familia para que el sujeto llegue a delinquir, aclarando que esto no es fatal, sin embargo la familia tiene una gran importancia como influencia en la formación de determinando prototipo de conducta, ya sea social o antisocial.
Luego entonces, podemos imaginar que los disgustos, las tenciones, los triángulos sexuales, las fricciones resultantes de problemas económicos, la perdidas se su autoridad, van a influir tanto o más que el rompimiento en la estructura familiar para que en el individuo exista una predisposición a delinquir.
Como conclusión, nos atrevemos a decir que la antisocialidad desatada en la infancia, adolescencia o en la madurez, tienen siempre como antecedente un contenido hogareño conflictivo que estalla en la relación con otras personas resolviendo los problemas con conductas violentas como son: los golpes, las injurias, los fritos, etc.
Así es problema que coto delincuente inicial la nefasta conducta, tras de sufrir múltiples carencias como ejemplo amor de los padres, tener lugar propio en la casa, alimento, vestido, medicinas, interés de los pudres por el progreso escolar del hijo y respeto a su naciente dignidad.
2.1.2.1 El Delincuente Emergente del Núcleo Familiar
Es evidente que el ambiente familiar y los procesos de interacción tienen gran influencia en la conducta delictiva
Consideramos al delincuente como un emergente del grupo familiar, exponente y consecuencia de las tendencias del grupo. La familia es un grupo que funciona como un sistema de equilibrio. Esta estructura en torno a la diferencia de sexos, edades y alrededor de algunos roles fijos y sometidos a un interjuego y a un interjuego en el extra grupo. Por eso podemos decir que la familia y las actividades desplegadas por ella contribuyen a determinar la naturaleza especifica de la conducta delictiva.
Se ha observado que de entre los problemas de la relación familiar, el más común es la ausencia de toda conducta de protección materna. La falta de una persona con la que el individuo pueda identificarse, o bien, la madre demasiado débil con quien el niño no puede aprender a soportar la oposición en el medio familiar.
La carencia afectiva de los padres hacia el niño (especialmente la de la madre), es un hecho conocido por todos los psicólogos, pero lo mas importante de esto es la consecuencia de esta privación afectiva en el individuo.
Clara Thompson señala que la agresión se presenta como una respuesta a las situaciones de frustración. Representa la distorsión de una tentativa por dominar la vida; pero es probable que la crueldad misma solo se represente cuando el niño la haya experimentado en su propia persona.
Con respecto al problema de identidad tan importante en el delincuente. E. Erikson expresa que el mecanismo de introyección y proyección que prepara la base para posteriores identificaciones, depende para su integridad, de la satisfactoria reciprocidad entre los adultos y el niño.
El destino de las identificaciones de la infancia depende por otra parte, de la interacción satisfactoria del niño como una jerarquía de papeles creíbles y significativos provistos por las generaciones que viven juntas. A través de la infancia se producen tentativas de cristalización que hacen que el individuo crea que saben más o menos quien es, sólo para encontrar que dicha auto seguridad se destruye repetidamente ante la discontinuidad del desarrollo psicosocial.
Rose Spiegel al considerar las actitudes culturales con respecto a la violencia, incluye a la familia un doble papel; como transmisora del valor cultural de la sociedad ambiente y como unidad subcultura en sí. Dentro de la familia, algunas experiencias interpersonales de frustración evocan cólera y la violencia como un medio de comunicación efectiva.
Jaques Lacan ha sido quien más eficazmente abordo el problema de la alteración de la relación con el prójimo que es esencial en el plano criminológico. El hombre no sólo puede ser comprendido dentro de una realidad humana, sino también intersubjetiva. Es en la relación de sujeto a sujeto, cuando se reconoce al otro como tal, que la agresión de un criminal apunta a un semejante.
Pero lo señala López Rey:
“La delincuencia es un problema social no solamente porque se expresa por conductas sancionadas, sino también porque en ella a gravitan las condiciones en las que se desarrolla la vida del hombre: la misma, la subalimentación, el analfabetismo, la ignorancia y las continuas frustraciones. Los diferentes sistemas socioeconómicos producen determinadas conductas delictivas”.
Es decir, que no solo es necesario un estudio de la personalidad del delincuente, también se requiere un análisis dinámico de nuestra sociedad.
2.1.3 El Medio Ambiente
Una vez que ha quedado explicado el factor de la familia como influyente a la tendencia a la aparición de algunas conductas antisociales, es pertinente hablar asimismo de la influencia que tiene el medio ambiente en sujeto para que lo predisponga a delinquir, no podemos afirmar severamente que situando a un determinado individuo en un medio ambiente comprendido por factores o elementos que inclinan al individuo a determinar conducta antisocial, forzosamente este sujeto llegue a delinquir.
No hay que olvidar que independientemente de que el individuo viva en un medio ambiente que lo predisponga a delinquir, también influye la personalidad que tenga éste (claro que aquí hablamos de personas adultas), en razón de que ya hemos mencionado con anterioridad, que tienen una primerísima importancia los ejemplos y educación que nos den nuestros padres.
De esta forma se ha comprobado gracias a las estadísticas que han elaborado los diferentes estudios, que en los lugares denominados como barrios, en donde viven en su mayoría una serie de personas con no muy buena reputación, viven por igual hombres de provecho como médicos, obreros y algunos de diversas actividad que en realidad son personas honradas, dignas de admiración puesto que su meta siempre está en el progreso no solo a nivel individual si no también por su familia.
Ahora enunciaremos al estudio de la Escuela Francesa, en sentido restringido o también denominada
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