Hugo Bleichman Narcisismo
20198519 de Julio de 2013
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Texto: El Narcisismo – Estudio Sobre La Enunciación Y La Gramática Inconsciente.
Autor: Hugo Bleichmar
Capitulo I: El Sistema Narcisista Intrapsíquico.
Las condiciones estructurales que determinan el grado de satisfacción o de tensión narcisista presente en todo sujeto, más allá de la conciencia que pueda tener de ellas.
Esta satisfacción o tensión del empeño en el ser humano el mismo papel regulador que en el plano animal tiene la satisfacción o frustración de las necesidades de alimentación o sexuales. Es mas, el Bienestar Corporal es resignificado en el hombre desde la perspectiva del Narcisismo.
El narcisismo de cada sujeto depende de cierto tipo de configuración intrapsíquica., de un sistema que mantiene intercambios con los sistemas narcisistas de los demás, y que esta constituido por elementos interrelacionados:
1. Las representaciones narcisistas del yo;
2. Las representaciones de los objetos de la actividad narcisista;
3. Las representaciones de las posesiones narcisistas del yo;
4. Las reglas para construir representaciones;
5. El sistema de ideales, las instancias criticas y metaideales (es decir, que este sistema comprende tanto los aspectos del yo como del superyó).
1. Las Representaciones Narcisistas Del Yo.
El YO, utilizado el término para designar la forma bajo la cual el sujeto se representa, se encuentra integrado por un conjunto de representaciones (enunciados e imágenes), que el sujeto torna como descripciones de sus ser. Dentro de ellas, están las representaciones que se tienen desde la perspectiva de la valoración, de los juicios positivos o negativos que se formulan acerca de si mismo, lo que permite hablar de representaciones narcisistas del yo.
Existen sujetos en los que predominan estas representaciones narcisistas valorativas, y otros en lo que la representación de si se construye desde otros códigos (lo que no implica que no se articulen entre si)
Ejemplo: el sujeto que ha experimentado una PSICOSIS CON DESPERSONALIZACIÓN, estará luego constantemente alerta ante el menor indicio, ya que es la de algún vulnerable; en la FOBIA por ejemplo, el sujeto posee una representación de si débil, se representa a si mismo como impotente, indefenso para manipular el mundo externo, y es esa representación la que convierte cualquier objeto en amenazante.
El sujeto es siempre alguien en términos de una posición de una posición en el seno de una estructura: si varia la representación del objeto se modifica la de él y viceversa. El objeto no es débil y poderoso en si mismo sino con relación al sujeto.
La relación entre el sujeto y su objeto es frecuentemente de complementariedad: amenazante – amenazado, fuerte – débil. Pero también puede serlo de identidad: el sujeto ve al objeto a su imagen y semejanza, o se ve a si mismo como si fuera igual al objeto.
El primero de estos movimientos identificatorios obra en forma tal que si el sujeto se representa como agresivo también tendrá esa imagen de objeto, por lo cual los kleinianos lo utilizan para explicar las fobias, que se producirán por identificación proyectiva de la propia agresividad del sujeto.
Las Fobias Por Id Proyectiva ---> La Id. Proyectiva puede intervenir en la génesis de las Fobias (si el sujeto se representa como agresivo también tendrá esa imagen del objeto), pero no basta para justificarlas. Según Lacan lo determinante en la constitución de una Fobia es un trastorno en la representación de si, siempre a su vez en relación con la del otro. Además, detrás de la representación del YO y del objeto, estará la palabra del otro (que también condiciona).
En el historial de Juanito Freud muestra con claridad la compleja articulación entre la representación del objeto y la del sujeto. El problema no consiste exclusivamente en que el caballo pueda morder, y en que se lo vea así porque se proyecten en él fantasías orales agresivas contra el padre, o en que por una serie de encadenamientos significantes éste pase a estar representando por el caballo. Todo esto es parte de las condiciones que llevan a la fobia pero no resulta suficiente. Si Juanito si no sintiera su cuerpo como algo vulnerable, si la representación de éste no fuera la de un cuerpo que puede perder el pene, que éste puede desprenderse, en definitiva, sin una determinada representación del YO como castrable, no se complementaria el cierre de la estructura. Lacan indica como un punto decisivo del viraje hacia la constitución de la fobia el momento en que Juanito repara en que su pene es insignificante; un trastorno en la representación de si, siempre a su vez en relación con la del otro, aparece como determinante.
La Circulación Del Significado Entre Las Representaciones Parciales Del Yo. Operatoria De Las Creencias Inconscientes.
El YO (representación que el sujeto tiene de si), está formado por una multiplicidad de representaciones parciales. El sujeto aparece provisto de un cuerpo anatómico, una mente, conductas morales, es decir innumerables imágenes de si.
Así como el psiquismo produce equiparaciones entre los objetos por encontrarse en un mismo ámbito físico, lo cual permite el desplazamiento de valor de los atributos de uno al otro, sucede algo parecido con las representaciones parciales del Yo (esto gracias a que el Yo que representa al sujeto, está construido por juicios acerca de los que el sujeto es). Interesa el desplazamiento entre las presentaciones parciales del Yo pertenecientes a ordenes diferentes (no los que se dan dentro de la misma base de representaciones).
Por ejemplo: un juicio que un sujeto hace de si mismo (orden del narcisismo), se extiende hacia otras áreas hasta convertirse en una afirmación sobre su cuerpo o su mente (un proceso económico conduce a la frase “tu no vales nada”, lo que provoca que si no vale nada, entonces todo lo que es él no sirve, su cuerpo por ejemplo. Si el cuerpo no sirve, comienza a verlo como capaz de enfermarse, luego esto se convierte en peligrosos…). Es decir que un fracaso económico es capaz de desencadenar una fobia hipocondriaca.
La frase “tu no vales nada” produce efectos porque es una referencia a una supuesta entidad, al YO como totalidad, como unidad designada por el tú. La negación total (nada) recae sobre lo que es un sujeto presuntamente unificado y va a trasladarse como juicio a todos y cada uno de sus atributos. Si él no vale nada, entonces todo lo que es él no sirve. El “tu no vales nada” surgido en el área de las representaciones narcisistas se traslada a otras áreas, la del cuerpo de nuestro ejemplo.
Pero las consecuencias de la mecánica del lenguaje y de la lógica que arrastra al sujeto no se detienen ahí. Si el cuerpo puede enfermarse, esto modifica la representación de los objetos que se convierten en peligrosos. Lo que había comenzado siendo un juicio de valor que el sujeto hacia de si mismo en un sector de su funcionamiento se extiende hasta convertirse en una afirmación sobre su cuerpo o su mente. Es así como un fracaso económico es capaz de precipitar una fobia hipocondriaca. Esto sucede porque se relacionan los fenómenos a través de la representación unificada del YO, que actúa como un verdadero puente entre las representaciones parciales.
Las representaciones parciales del YO, resultan de las posibilidades que abre el hecho de que sobre el sujeto se hable de que el YO que lo representa esté construido por juicios acerca de lo que aquél es.
Es la operatoria de las creencias inconscientes lo que posibilita la circulación entre las representaciones parciales del “YO”. Este es un conjunto de creencias sobre el sujeto de las que la conciencia lo único que sabe es lo que conoce acerca de sus derivados. Es la que permite que produzca conclusiones que se imponen al sujeto, haciendo que se pueda pasar de un sufrimiento narcisista por una pobre representación del YO, a la angustia aterrorizante del cuerpo posible de enfermar (ideas fóbicas), la representación del YO no solo se logra a través de imágenes visuales, sino que también intervienen los juicios, las afirmaciones que se hagan del sujeto (plano del lenguaje).
La existencia de un YO ilusoriamente unificado, aquel que el sujeto cree ser, reaparece produciendo efectos imaginarios. Lo que se diga de él como premisa general tendrá todo el peso de las premisas generales, permitirá producir conclusiones parciales derivadas de aquellas.
En la depresión narcisista hay una pobre representación de si que origina el surgimiento de ideas fóbicas. El sentimiento persecutorio puede llagar a provocar el mismo efecto. El perseguidor es localizado en un órgano, quien ataca al sujeto desde adentro.
El circuito realimentador, frecuentemente observado, en que por una caída de la autoestima el sujeto, al considerarse incapaz, tanga miedo, produciéndose una inhibición fóbica que conduce a un verdadero cuadro de parálisis en la acción, la a su vez es percibida como testimonio de poca valía, con el incremento de la depresión, y así sucesivamente.
El sentimiento persecutorio es capaz de provocar el mismo efecto. El sujeto se siente en peligro, piensa “yo soy débil, el otro es fuerte”, ve todo su ser como si estuviera amenazado, incapaz de defenderse, evidenciando limitaciones de fuerza de poder.
En el caso del sentimiento de culpabilidad la relación entre la creencia inconsciente y las derivadas que surgen en la conciencia obedece a la misma estructura, una premisa general que determina múltiples convicciones subsidiaras a través de una operatoria que sigue más los procedimientos del sofista que los de la lógica, ya que a partir de un aspecto limitado
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