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IDENTIDAD, ALTERIDAD, CONFLICTO Y CONSENSO EN LA SOCIEDAD CONTEMPORÁNEA


Enviado por   •  7 de Enero de 2015  •  2.321 Palabras (10 Páginas)  •  235 Visitas

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IDENTIDAD, ALTERIDAD, CONFLICTO Y CONSENSO EN LA SOCIEDAD CONTEMPORÁNEA (1)

El dominio de la vida social es esencialmente el dominio de las diferencias, escribía Mar-cel Mauss en 1913. Para poder apreciar el valor de esta aseveración, conviene remitirnos a un texto inevitable: el ensayo de

Claude Lévi-Strauss (1) escrito en 1961 bajo el título de Race et Histoire, cuya argumentación presenta dos constataciones gigantescas.

La primera es que las ciencias sociales han demostrado que la humanidad no tiene una historia de monotonía y uniformidad; todo lo contrario, tiene una de fascinante trayectoria de diversidad intelectual, estética y social.

Es más, Lévi-Strauss enfatiza, apostando que la diversidad de las culturas humanas es –en el presente y con mayor razón en el pasado- más grande y mucho más rica de lo que podemos y podremos conocer algún día. (2)

La diversidad, entendida como la existencia de distintas formas de ser, es parte misma del desarrollo de la naturaleza y como tal ha sido característica del ser humano desde su origen mismo.

Si bien el día de hoy solo existe una especie humana, el Homo sapiens, la historia de su evolución se desarrollo a partir de la existencia, interacción y convivencia – generalmente violenta – de diversas especies, una sola de las cuales logró subsistir. 24

Pero el hombre contemporáneo es también un ser diverso desde su condición misma de ser biológico. Somos diferentes en edad, sexo, razas, tamaños y muchas características físicas. Este tipo de diferencia es compartido con muchas otras especies de seres vivos.

El ser humano ha creado a lo largo de su desarrollo muy distintas formas de adaptarse a la naturaleza, de transformarla y, en última instancia, de apropiársela. También ha generado una multiplicidad de formas de relación y asociación con otros hombres. Así pues, la diversidad, entendida como distintas formas de hacer, ha sido también una característica humana a lo largo de toda su historia.

La diversidad como característica ha sido un instrumento de gran importancia en la sobrevivencia y desarrollo de la especie, ya que le ha permitido adaptarse y vivir en las más diversas condiciones naturales y sociales. Formas específicas de vincularse con la naturaleza bajo ciertas condiciones pueden ser inadecuadas y hasta fatales en otras condiciones. Paralelamente la diversidad en la forma de relacionarse entre sí ha permitido a los humanos superar las contradicciones de las relaciones sociales y construir otras nuevas, en el complejo, largo e irregular proceso de su historia. La diversidad no es sólo una característica intrínseca del hombre, sino una de sus principales necesidades vitales y sociales.

Sin embargo, la existencia de la diversidad enfrenta también a los individuos y a los grupos humanos a aquello que es diferente de sí mismo. En esa condición, el ser humano se contrasta con otros, se percibe distinto de unos, pero también igual a otros, bajo múltiples puntos de vista. De este modo, la diversidad genera a dos resultados opuestos: la alteridad y la identidad.

IDENTIDAD

La gente le dará sentido a la vida en este mundo de indiferentes y marginales si comienza reconocerse a partir del ámbito de las culturas regionales; pero ésta área es transitoria, fragmentada y dispersa; donde existe implícito un proceso de resignificación constante por las influencias de las culturas y porque el espacio social se moldea a partir de las relaciones de los actores sociales, quienes representan el mundo social por medio de un sistema simbólico organizado dentro de la lógica de la diferencia. Ello hace que para construir identidades tenemos que involucrar procedimientos de inclusión y exclusión. La identidad se define como la manera en que los miembros de un colectivo (nación) consideran como propias las instituciones que dan valor y significado a los componentes culturales de su sociedad y su historia; ésta tiene tributos, rasgos, símbolos que nos permiten reconocernos como tales.

La identidad vive integrada por todas las identidades y los elementos institucionales, que es posible visualizar en función de la ocupación, la justicia, la escuela, los partidos políticos, la iglesia, la familia, género, territorio, lengua; manifestándose como vivencia de la misma con niveles más o menos claros de conciencia grupal para si, son los elementos valorativos de la vida diaria, de un grupo que se sabe original, no por el grado de diferencia con el que su identidad se manifiesta, sino esencialmente por lo auténtico de esa identidad, manteniendo sus sistemas de valores o dan evidencia de mantenerlos, no persiguen parecerse a otro, aunque reconocen la existencia de este último como tal.

La identidad cultural permite plantear un principio de diferenciación, y nos otorgan reconocimiento que puede ser positivo y negativo; toda persona posee un sentimiento de identidad fruto de múltiples pertenencias a los diversos grupos en los cuales nos identificamos; nos reconocemos como hombres, mujeres; tenemos una identificación política; a las personas nos unen intereses comunes, proyectos, experiencias vitales; construimos un sentimiento de apego al propio grupo ya sea en función del idioma, herencia cultural, territorio, todo ello genera personas únicas e irrepetibles, ya que la esencia de la identidad radica en la existencia de la diferencia; yo no existo sin el otro.

Ejes básicos de la identidad.

1.- Busca integrar con el mundo social, partiendo del reconocimiento de sus roles y los de los demás, ésta área comprende dos aspectos:

- Autoestima y derechos; ayudándolo a construir auto imagen, aceptar sus posibilidades y limitaciones; reconocer quién es, sus características físicas, intelectuales, afectivas y sociales

Familia, escuela y Comunidad; cuando analicemos la familia, debemos de presentar las características de ésta en nuestro medio; las relaciones cotidianas; los modelos; los problemas domésticos; reconocer los valores que la sustentan.

Familia, escuela y Comunidad; cuando analicemos la familia, debemos de presentar las características de ésta en nuestro medio; las relaciones cotidianas; los modelos; los problemas domésticos; reconocer los valores que la sustentan.

El ambiente y el orden en la escuela deben llevar al niño y joven a sentirse parte de un todo, generar expectativas optimistas en lo que le toque vivir. Ejercitar su capacidad de responder al amor, al desamor; formar al niño y al joven "en" y "para" la participación, asumir responsabilidades.

2.- Identidad consigo

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