Reporte Reflexivo Identidad en los sociedades contemporáneas

Reporte Reflexivo Identidad en los sociedades contemporáneas

Desde un inicio el ser humano siempre se ha encontrado en constante compartimiento de situaciones con otros, siempre ha habido esa necesidad de pertenencia y protección que en una época antigua nos daban las manadas o grupos. Pero como todo concepto existente, tiene que evolucionar… Y claro que ha evolucionado, de ser meramente una necesidad de protección para la supervivencia, la socialización y la convivencia se convirtieron también en supervivencia, pero una supervivencia social para nuestro bienestar dentro de una sociedad. Nuestra vida diaria siempre será una interacción continua con otras personas y estas personas también están en una continua interacción con otras personas, todas llevando tareas conjuntas, conversando e intercambiando sus preciosos puntos de vista sobre alguna cuestión u otra, sintiéndose, emocionados por sus improvisados discursos que usan para socializar y convivir sintiendo algún tipo de emoción por esto. Nosotros los individuos, poseemos un paradójico sentimiento de identidad, por un lado, nos sentimos cercanos a los demás, sentimos relaciones afectivas, sentimos aprecio y empatía por los demás, pero por otro lado, nosotros deseamos poseer genuinidad, deseamos ser nosotros mismos y diferenciarnos con el concepto del ¨yo¨ deseamos ser un individuo único, genuino, diferenciado, único y separado del resto del rebaño. Por eso, cualquier cosa que aprendamos, buscamos reconocerla como propia para así adjudicarla a nuestra personalidad. Todas estas cosas las podemos asociar con nosotros mismos, para utilizarlas como indicadores tácitos de nuestro ser, de nuestro ¨Yo¨.

Sigmund Freud centraba un postulado según el cual el pasado de una persona tiene mucha relevancia en una persona al estar en una situación decisiva en la estructuración de su identidad actual.

Por el momento se tiene entendido el hecho de que la personalidad no es innata y que no está preestablecida cuando uno nace, sino que es un constructo conformado por experiencias personales que las personas hemos tenido por medio de las interacciones sociales más significativas. El psicoanálisis propuesto por Freud propone estudiar cómo el pasado de las personas afecta a su presente, lo cual implica considerar la identidad como algo dinámico y no como una entidad fija ni tampoco consciente, contrariamente a lo planteado en otras perspectivas. Aunque, por otro lado, la experiencia de la identidad no existe desde siempre, sino que está estrechamente ligada a aquello que llama conciencia, a la conciencia que tenemos del mundo que nos rodea y de nosotros como parte de él.

El estar consciente de uno mismo, además del sentimiento de agencia o la capacidad de escoger entre diferentes alternativas, son características consideradas ¨intrínsecas¨ a la condición de persona, y pueden hacernos suponer que de manera efectiva, podemos crear nuestro ¨self¨ y tener un papel importante en la construcción de nuestra identidad.

Es así que por medio de estos valores, de los cuales la mayoría de las veces somos inconscientes de tenerlos, forman parte de aprendizajes que hemos formulado de manera crítica, como las ideologías, las normas sociales y la cultura intervienen y estructuran la manera, como nosotros nos auto percibimos, los fenómenos que tienen lugar y las personas que están a nuestro alrededor. Hasta aquí hemos considerado la identidad individual como una diferenciada , como algo único y singular, conformado por varios conjuntos de rasgos coherentes entre sí, pero esta idea de la identidad, no es muy compatible con el hecho de que en la vida moderna nos encontramos con situaciones muy

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