IMPORTANCIA DE LA FORMACIÓN PEDAGÓGICA PARA EL DOCENTE DE EDUCACIÓN SUPERIOR

IMPORTANCIA DE LA FORMACIÓN PEDAGÓGICA PARA EL DOCENTE DE EDUCACIÓN SUPERIOR

Hoy en día la realidad es que los docentes en el campo de la formación de la educación superior no cuentan con las herramientas epistemológicas adecuadas por no decir necesarias para afrontar todo el gran reto que implica enfrentar toda la gran masa desbordante de jóvenes y adultos que llegan a las campus universitarios con la ansiedad de satisfacer unas necesidades en el marco del conocimiento diverso.

Es de esta gran necesidad que se desprende el gran proyecto de formación de educadores para la educación superior con una sólida base metodológica pedagógica, la cual le permitirá al docente desarrollar otras competencias que tienen unas características muy estructuradas acordes a la gran exigencia a la que estamos siendo abocados y lo digo de esta manera por que realmente se siente que estamos quedándonos cortos en lo que respecta al actual modelo pedagógico.

He partido de esta introducción, porque mi primera gran pregunta cuando inicie este diplomado fue “No hay pedagogía en la educación superior?”. Y es en la profundización del estudio y en la búsqueda de respuestas para el mejoramiento continuo de nuestra propia practica que empieza uno a entender que el docente actual (no estoy generalizando, pero si en una gran medida) ha sido fruto y resultado de sus propios procesos de aprendizaje y que por muy meritorio que haya sido su trabajo y entereza, este ha carecido de un elemento básico y elemental y es el no haberse alineado, supervisado y retroalimentado en un solo gran proyecto pedagógico y es aquí sin ánimo de cuestionar las instituciones del estado donde venía faltando compromiso, y no solo hablo a nivel individual sino también institucional

Hoy como profesionales del ámbito pedagógico, obviamente no nos podemos quedar en mirar para atrás y seguir con la misma dinámica de la transmisión del conocimiento puro; precisamente este tipo de ejercicios nos permiten más que generar cuestionamiento de los diversos actores, sumarnos al proceso de la implementación e innovación de nuevas estrategias pedagógicas que como planteaba el autor Rafael Avila Penagos en el conversatorio de la universidad de la Salle nos debe llevar a permitir a que los futuros profesionales estén en la capacidad de la resolución de problemas, que al finalizar su ciclo de formación sean personas consientes del compromiso que tienen con su profesión y la adherencia de disciplinas propias de su profesión y su ser, en este sentido seria como el gran objetivo misional, la pregunta a responder como llegar a lograrlo.

Lo anterior soportado en el argumento de Avila “podemos concebir la pedagogía como un ejercicio de la razón referido a la educación, en relación semejante a la relación teoría– práctica y a la relación saberes–práctica, obtenemos una primera ventaja: la de cubrir con esta definición provisional, todo un conjunto de actividades tradicionalmente reconocidas como pedagógicas (2007, P.124).

Dentro del documento se expone otra gran pregunta: A que nos reta la educación universitaria en el ámbito pedagógico? Y es claro que para responder a esta incógnita se deba recorrer toda la historia desde el

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