Jesús un gran Líder.

Jesús un gran Líder

Fue un predicador judío fundador de la religión cristiana, a quien sus seguidores consideran el hijo de Dios.

La vida de Jesús está narrada en los Evangelios redactados por algunos de los primeros cristianos. Jesús nació en una familia pobre de Nazaret, hijo de José y de María. Aunque la civilización cristiana ha impuesto la cuenta de los años a partir del supuesto momento de su nacimiento (con el que daría comienzo el año primero de nuestra era).

Hacia los treinta años inició Jesucristo su breve actividad pública incorporándose a las predicaciones de su primo, Juan el Bautista. Tras escuchar sus sermones, Jesús se hizo bautizar en el río Jordán, momento en que Juan le señaló como encarnación del Mesías prometido por Dios a Abraham. Juan fue pronto detenido y ejecutado por Herodes Antipas, lanzándose Jesucristo a continuar su predicación.

Se dirigió fundamentalmente a las masas populares, entre las cuales reclutó un grupo de fieles adeptos (los doce apóstoles), con los que recorrió Palestina. Predicaba una revisión de la religión judía basada en el amor al prójimo, el desprendimiento de los bienes materiales, el perdón y la esperanza de vida eterna

Jesucristo es sinónimo de grandeza, amor, entrega y servicio. Jesucristo fue el gran líder por excelencia porque movió grandes masas en tiempos antiguos, donde no existían medios masivos de comunicación, y su fama no solamente traspasó rápidamente las fronteras, sino que aún hoy siguen vigentes sus enseñanzas.

Su filosofía fue tan radical, que, tras su paso por el mundo, la historia se dividió en un antes y un después. Jesús fue polémico, pues podía generar sentimientos tan opuestos como admiración y odio. Algunos lo tildaban de sabio y otros de atrevido, necio e irreverente. Sus enseñanzas se basaron siempre en la obediencia, honra y adoración a Dios, su Padre, y el amor incondicional al prójimo.

Jesucristo es el líder perfecto, el líder del amor y del perdón, porque nos enseñó el verdadero significado del amor cuando dijo en Marcos 12:31: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.

Jesucristo fue un líder de excelencia, que amaba a ricos y pobres, llevando su mensaje a buenos y malos. Él jamás juzgaba ni condenaba, solo aconsejaba. Amaba tanto a los niños como a las prostitutas y ladrones, y fue tal su entrega por nosotros que no escatimó ni su propia vida para salvar a toda la humanidad.

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