Vida De Un Gran Lider

LENÍN MORENO UN HOMBRE DE PAZ

"Cuando estás en una silla de ruedas no puedes ver para abajo sino para arriba y hacia adelante".

POR: Laura de Jarrín

Entrevistar a una figura tan importante y, además, respetada, admirada y querida por la gran mayoría de compatriotas, pudiera ser una tarea algo complicada. Mientras me dirigía al domicilio del Vicepresidente de la República y pensaba en ello, iba repasado mentalmente aquellas preguntas que había escogido, teniendo en cuenta lo ocupado que es él y asegurándome de no abusar de su tiempo. Lejos estaba yo de saber que el ‘vice', como cariñosamente le llaman muchos ecuatorianos, me iba a otorgar un espacio bastante amplio en su apretada agenda. Me recibió con ese afecto que le caracteriza y, a los pocos minutos, se nos unió su esposa Rocío e iniciamos de inmediato una agradable charla, allí en la sala de su departamento, frente a un hermoso escenario de ese Quito que se desparrama entre sus bellas montañas y rodeado por un mágico ambiente navideño.

La Navidad es sin duda una fiesta de unión familiar, ¿cómo la han venido celebrando ustedes año tras año?

Es en realidad una herencia. A mi suegra siempre le ha gustado hacer su nacimiento, su árbol de Navidad y entiendo que esta costumbre la transmitió a mi mujer. Algo similar sucedía en mi casa, celebrábamos la fiesta cantando villancicos, intercambiábamos regalos, dependiendo de la situación en algunos años estos fueron más modestos, pero siempre rezábamos la novena y cantábamos también canciones algo más profanas como las de Papá Noel, Rodolfo el reno... Cuando mi esposa y yo nos casamos juntamos nuestras experiencias navideñas, aunque al comienzo solo hacíamos un árbol y un nacimiento más pequeño y modesto, pero seguimos con las tradiciones de nuestras familias.

Alguna anécdota familiar sobre la celebración que quisiera compartir...

Bueno, en algún momento cuando mis hijas eran pequeñas y hubo algo de bonanza económica, les llenábamos de regalos. Yo era distribuidor de las muñecas Barbie en la Sierra ecuatoriana así que mis hijas tuvieron a su alcance algunas de ellas y jugaban vistiéndolas y desvistiéndolas con toda clase de trajes y accesorios. Asimismo, por motivación de mi esposa y porque a ambos nos ha parecido primordial compartir estas fiestas con quienes no son tan afortunados, íbamos en familia a entregar juguetes en varias instituciones. Hoy los primeros en la lista de mi cónyuge son los niños de la cárcel, los niños especiales y los que se encuentran en sectores alejados como los de la Amazonía adonde casi nadie llega.

¿Cómo era el Lenín Moreno niño?

Un niño soñador al que de repente le gustaba ir al campo para estar solo, pensando y soñando. Somos siete hermanos, una sola hermana. La Navidad no era tan fácil entonces, nos daban una mudada en el cumpleaños y una en la Navidad, era lo que alcanzaba y un juguete que había que procurar que dure todo el año. Recuerdo que cuando ya vivíamos en Quito mi papá nos llevaba siempre durante la temporada navideña a La Marín a donde llegaban juegos como la rueda moscovita, la casa del terror, el carrusel, las rifas, las botellas a las que se les ponía los aros, me convertí en un experto en este último juego y, mientras mamá sacaba los regalos del escondite y los colocaba debajo del árbol, nos divertíamos en La Marín y cuando regresábamos a casa ya había llegado Papá Noel, prueba de ello eran los obsequios bajo el árbol que los cogíamos de inmediato y nos hacían sentir muy contentos. Luego cenábamos y no me acuerdo si había pavo o no pero lo que seguramente si había era un pollo grande y un pastel. Hemos conservado estas tradiciones familiares en nuestro hogar y con Rocío y mis hijas vamos a casa de mi suegra y también a la de mis padres y, a veces, han venido todos a nuestro hogar.

¿Recuerda cómo era esta celebración cuando vivían en la Amazonía?

Como venimos a vivir en Quito cuando tenía 5 años, la Amazonía para mí es un hermoso recuerdo de mi infancia pues íbamos a pasar las vacaciones con frecuencia y a visitar las propiedades que tenían mis padres y mis parientes. Mi relación con la Amazonía es una de magia, de plantas extrañas, bellas y gigantes, de ríos en donde nadar y navegar, cosas que aquí en Quito no las encontrábamos.

¿Cómo se conocieron con su esposa?

(Su esposa Rocío se adelanta y contesta que "como todo el mundo se conocía en ese entonces, fue en una fiesta en Quito".) "Mi mujer iba a todos los festejos y yo casualmente ese día fui a esa reunión y, claro, allí estaba ella", añade el Vicepresidente.

Ustedes tienen tres hijas... ¿Verdad?

Nuevamente es su esposa quien responde: "Así es, la tercera se llama Karina, ella estudia Educación, le fascinan los niños y desde que era pequeña trabajaba en campamentos vacacionales, iba al Infa a cuidarles y, cada vez que lo hacía quería traer un pequeño a casa.

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