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LA DEUDA EXTERNA


Enviado por   •  6 de Mayo de 2013  •  6.345 Palabras (26 Páginas)  •  318 Visitas

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La Deuda Externa

¿Qué es la deuda externa?

Cuando decimos "deuda externa," nos referimos al dinero que un país debe a otros países o a acreedores extranjeros, en una moneda extranjera. Se llama "externa" porque es una deuda que viene desde fuera, desde el exterior, de un país. Los préstamos pueden venir de un gobierno nacional, una institución financiera internacional como el FMI, o de un banco privado. Por ejemplo, si México pide un préstamo del gobierno de Holanda, entonces eso es una deuda externa para México. También, si México recibe un préstamo de un banco privado holandés, esa deuda también es externa. La deuda externa de un país es la suma de todo el dinero, más intereses, que ese país debe a acreedores en el extranjero

PERIODOS DE LA DEUDA EXTERNA DE MÉXICO.

PRIMER PERIODO: RECONOCIMIENTO DE LA DEUDA.

El 3 de agosto de 1821, Juan O´Donojú, Jefe Político de la Nueva España firmó con Agustín de Iturbide el Tratado de Córdoba mediante el cual España reconocía la independencia de México. Posteriormente, Iturbide se proclama primer emperador de México siendo una de las primeras acciones de su gobierno la de reducir los impuestos a pesar de saber que estos constituían la principal fuente de Ingresos. Por otro lado, los gastos públicos habían aumentado debido a la guerra, por lo que tres meses después de la firma de independencia el déficit público alcanzó la cifra de 300 mil pesos. Un año después su administración se hallaba en la desesperación porque gastaba más dinero del que captaba.

Al subir al poder Iturbide se encontró con un erario exhausto sin embargo en vez de seguir una hábil política hacendaria tendiente a la reconstrucción económica del país devastado por la guerra de independencia y una organización fiscal que supusiera una buena administración en todos los órdenes, estableció un gobierno dispendioso que, lógicamente, debía conducir al nacimiento y expansión de la deuda pública exterior.” (SHCP, 1969:13).

El 2 de julio de 1823, el Secretario de Hacienda, Arrillaga, presentó un informe sobre la situación de las finanzas públicas. En dicho documento se ponía de manifiesto la situación caótica del erario público y la necesidad de obtener recursos.

Asimismo, se presentaban tres opciones para tratar de conseguir recursos para el país. El primero se dirigía hacía una deuda interna; el segundo se inclinaba por establecer un sistema de contribuciones, lo que implicaba elevar los impuestos; la tercera opción era solicitar un empréstito externo, idea que finalmente se aprobó.

Para ejecutarla se decidió solicitar un préstamo a Inglaterra por ser éste país el primer prestamista del mundo. Por ello, el primero de mayo de 1823, se autorizó por decreto del poder ejecutivo, celebrar un empréstito por 8 millones de pesos con la Casa Gold Schmidt y Cía. de Londres.

Después de este contrato se hizo otro pero ahora con la Casa Barclay Herring Richardson y Cía. por una cantidad igual que la anterior (16 millones de pesos). En esta ocasión, la emisión fue vendida en el mercado de Londres a 85.75% de su valor nominal, produciendo la cantidad de 13.8 millones, lo que ocasionó una pérdida inmediata para el país de 2.2 millones.

Fue así como a los pocos años de lograda la independencia de España, Gran Bretaña logró ejercer una influencia determinante sobre México a través del

Comercio.

En 1824, Guadalupe Victoria, primer presidente de México, expidió un decreto en el que reconoce los adeudos contraídos por el gobierno virreinal hasta

septiembre de 1810. Un dato importante a destacar en la historia de la deuda se refiere a que el primero de octubre de 1827, por vez primera, México suspende el pago de intereses de la deuda externa y se mantiene así por cuatro años consecutivos. En 1831 se reanudan algunos pagos, pero más tarde en ese mismo año se estableció la moratoria la cual se prolongó hasta 1851.

Las cifras con respecto al monto de la deuda externa en la primera mitad del siglo XIX son: en 1831 se hallaba en 34 millones de pesos; en 1837 subió a 46 millones y para 1846 era de 51.2 millones de pesos. De esta manera, el primer medio siglo de vida independiente de México constituye uno de los más aciagos y difíciles periodos por los que ha atravesado este país.

En 1857, se inició el movimiento de reforma que duró tres años en los cuales debido a que México se había declarado en moratoria tres años atrás, Francia, España e Inglaterra envían sus buques de guerra para presionar al gobierno a que pague. Para ese momento la deuda con estos países era la siguiente: Inglaterra 69.994.542 pesos, Francia 2.860.762 y España 9.460.986 pesos.

En 1865 al mismo tiempo que Maximiliano pactaba con Francia préstamos a cargo del erario mexicano, el presidente Benito Juárez, quien se desplazaba con su gobierno, pactó también un préstamo con los Estados Unidos por 2.6 millones de dólares. A dicho monto se le resto un millón por pago de comisión e intereses, de manera que sólo se recibió la cantidad de 1.6 millones. La culminación de este conflicto ha sido uno de los ejemplos que más han trascendido en la historia de México, porque con menos de 2 millones de dólares, la República ganó la batalla, mientras que el imperio francés, encabezado por Luis Bonaparte, empleó 50 veces más y la perdió.

Al triunfo de la República, el presidente Juárez mando fusilar a Maximiliano, desconoció la deuda contraída por éste y rompió relaciones con Inglaterra, Francia y España, marcando así lo que él mismo denominó Principio de dignidad.

SEGUNDO PERIODO: LA DEUDA FERROCARRILERA

Con la llegada al poder de Porfirio Díaz la política del gobierno de México dio un giro, resultado del principio y del sistema político que prevaleció durante el periodo de la dictadura, esto es, la oligarquía. A partir de entonces se gobernaría en función de los ricos. La política de Díaz estaba en favor del capital extranjero, incluso reanudó relaciones diplomáticas con los países con los que se habían roto y reconoció las deudas que ya se daban por sepultadas.

De igual manera Porfirio Díaz, evocando la política de modernización, estableció relaciones con Estados Unidos para la construcción del ferrocarril, argumentando que era necesario facilitar las rutas de comunicación para el comercio con el vecino país del norte. La Ferrocarrilización era símbolo de progreso y civilización,

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