ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

LA TAREA PASTORAL Y LA FORMACIÓN LITÚRGICA


Enviado por   •  18 de Julio de 2013  •  Prácticas o problemas  •  1.484 Palabras (6 Páginas)  •  310 Visitas

Página 1 de 6

LA TAREA PASTORAL Y LA FORMACIÓN LITÚRGICA

1. LA TAREA PASTORAL

• Tito 3, 3-7: ¿De quién depende la Tarea Pastoral?

Reconocer que la Tarea Pastoral depende exclusivamente de Dios y de la acción del Espíritu en la vida de la Iglesia. El cristiano es una persona transformada, convertida, es decir, ha roto con el pasado. Por ello, la primera condición para un Trabajo Pastoral eficaz es la conversión. Sólo se puede hablar de lo que se ha experimentado. La Tarea Pastoral lleva un claro signo de conversión. Pero, actualmente, declina la esperanza y la fe de muchos cristianos, ya que justamente oyen hablar de Dios a personas no convertidas. La fe de ellos no se apoya en el testimonio de estas personas. Entonces, si la Iglesia está llamada a durar, y la Tarea Pastoral dentro de ella, es importante que el cristiano aparezca ante todos como un ejemplo de vida ordenada y justa, sometiéndose de todo corazón en todo lo que no es contrario a su fe.

• San Lucas 5, 12-16: Nuestras acciones, ¿son motivadas por el Espíritu de Dios y buscando sólo su Gloria?

Reconocer que nada podemos hacer por nuestras propias fuerzas. La Tarea Pastoral exige testimonio. Este testimonio debe llevar a acciones concretas que no busquen otra cosa más que la Gloria de Dios y la Salvación de los hombres. “Sanarse” significa ser perdonado por Dios y debemos ser agradecidos. Jesús, después de cada actividad del día, “buscaba siempre lugares tranquilos y allí se ponía a orar” (Lc. 5, 16). En la Actividad Pastoral, no sólo debemos buscar la oración para estar tranquilos, sino que, precisamente porque es una Actividad Pastoral, la oración se impone como una necesidad en cada uno de los momentos de nuestra vida.

• Efesios 3, 18-21: Nuestra Tarea Pastoral, ¿busca que todos reconozcan y comprendan la Plenitud de Dios y el Amor de Cristo?

Tener un objetivo fijo: la Gloria de Dios y la Salvación de todos los hombres. En la Tarea Pastoral debemos pasar de la Oración a la Acción y de la Acción a la Oración. Así lo hace el Agente Pastoral que no se contenta con pensar en Dios o hablar de Él como si fuera un objeto. El Espíritu Santo mantiene en él esta Presencia que le da vida. La Unión con Dios no se consigue con sólo esfuerzos intelectuales o meditación trascendental, sino mediante el amor, del que Cristo se hizo el modelo y el centro.

• Hechos 17, 27: ¿Buscamos la verdad sobre Dios?

Dios y su Obra Salvadora debe ser el centro de nuestra predicación. Un método, muy simple, para la Tarea Pastoral sería este: en primer lugar, hablar de los hombres que buscan a Dios, y, después presentar a Dios, que, en Jesús, viene a buscar al hombre, dándole tiempo para convertirse antes que venga el juicio. Los hombres buscan la verdad y LA VERDAD ES DIOS. Dios se da a conocer por la naturaleza y por sus beneficios de toda clase que nos proporciona la vida. Dios despierta en nosotros la inquietud por reunirnos todos los hombres, ya que somos de una misma sangre. No podemos Evangelizar si discriminamos, si no mantenemos viva la esperanza de una justicia para todos y sin proclamar el Amor, que nos hace a todos hermanos en Cristo Jesús. Cristo es la Verdad definitiva de Dios, por eso es importante que todos crean en el Evangelio. Por Cristo, Dios juzga al mundo, o sea, que los hombres y las naciones se salvan o se condenan, según aceptan o rechazan a ese Dios que se presentó pobre y humillado.

• Hebreos 10, 5-10: ¿Buscamos cumplir la Voluntad de Dios en la Tarea Pastoral?

La Tarea Pastoral es poner en práctica la Voluntad de Dios. Llegar a la Santidad de Vida, debe ser el objetivo de todos los hombres y mujeres que se comprometen en la Tarea Pastoral. Esta Santidad de Vida sólo se consigue cumpliendo la Voluntad de Dios. El Cristiano es liberado del pecado, o sea, ya no es esclavo del pecado. San Juan dice que quien permanece en Cristo no peca ni puede pecar, refiriéndose al pecado que conduce a la muerte, porque también hay pecados que cometemos y que no nos llevan a la muerte. Solamente las faltas que producen una ruptura total con Cristo, al negar uno de los grandes compromisos de nuestra vida, nos pueden volver a la antigua situación. Los que acuden frecuentemente al Sacramento de la Penitencia se equivocan, si piensan que pierden la amistad con Dios de una confesión a otra. Al contrario, estamos y permanecemos en gracia. “Ahora, conforme a esta voluntad de Dios, somos santificados de una vez, por el sacrificio que Cristo Jesús hace de sí mismo” (Heb., 10, 10).

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (8.9 Kb)  
Leer 5 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com