LIBERTAD O VIDA.

LIBERTAD O VIDA.

Menocchio vive una historia que podría parecernos muy alejada de nuestra realidad, de la actualidad, Menocchio, un hombre del vulgo, es acusado de blasfemia y después de dos juicios aplicados por el Santo Oficio, es condenado a muerte. Me gustaría comenzar con la siguiente reflexión: la libre exposición de ideas en la actualidad, al menos en nuestro entorno, no es castigada con pena de muerte, no se realizan juicios legales por ninguna autoridad, pero, ¿en verdad existe una total libertad de expresión?

Es verdad que el texto El Queso y los gusanos ofrece una vasta variedad de ideas con las cuales pensar, relacionar, comentar, desde la admirable labor del historiador, al rescatar esta historia, ubicarla en su contexto, revisar los textos con los que el protagonista estuvo permeado y así pudo generar esas ideas que lo llevaron a la muerte, también es verdad que el texto además nos recuerda cómo desde esos tiempos existe una creación de la clase popular, creada por una clase dominante, una imposición a veces no explicita de que la clase popular, no debe emitir su opinión, y la razón está implícita en el nombre que se les da, “clase popular” , la clase simple, no digna, no hay mayor explicación.

Verdad. Todo gira en torno a este concepto, en la vida de Menocchio, en la investigación que realizó el autor, y en nuestra vida, en el mundo, nos regimos por verdades, o enunciados que son considerados como verdades por una comunidad específicamente calificada como competente para autorizar o negar cualquier propuesta de verdad. ¿Era verdad lo que proponía Menocchio? Todo lo que él proponía, la masa unificante, la tierra, el agua, los ángeles y Dios, el queso y los gusanos, todo esto es verdad, o al menos, era SU verdad.

¿Es necesario que la verdad individual sea aceptada por todas las personas, o si no, al menos por las personas con las que convivimos en un ambiente cotidiano? Si para la Iglesia la verdad era que Dios era el único creador del universo, y las ideas de Menocchio eran blasfemia, ¿Tenían derecho de matarlo? ¿De verdad hemos avanzado?, ¿De verdad somos una sociedad civilizada?

La opinión que Menocchio desarrolló a lo largo de su vida acerca del origen del universo, y sus críticas en oposición a la divinidad de Jesús, hijo de Dios, fueron en parte creadas por los libros que él había leído, en parte por las personas con las que convivía, por las ideas de su época, y claro, producto de las reflexiones personales al fusionar todos los orígenes de pensamiento, aunque la historia transcurre en una época diferente, el proceso de las ideas es el mismo.

En la actualidad, nosotros tenemos un exceso de información, contamos con libros que nos permiten saber la forma de pensar de personas que han querido plasmar sus ideas desde el origen del hombre, hasta la fecha, tenemos medios como el internet, la radio o la televisión, en los que se nos es “permitido” expresar nuestras opiniones libremente sin temor a ser enjuiciados, pero si con el temor de ser prejuiciados, porque precisamente este es el punto en el que hay sólo una mínima comparación entre los juicios que llevaron a Menocchio a la muerte y los prejuicios que existen hoy, que nos llevan a encerrar en un lugar oscuro y sin salida, nuestras ideas, gustos y opiniones, los prejuicios que también nos llevan a la muerte, a la muerte de la individualidad.

Los amigos y familiares de Menocchio, preocupados por su vida, le aconsejaban retirar todo lo que había dicho, retractarse, alegar demencia, rechazar todo lo que él opinaba, todo lo que él había creado, con tal de conservar su vida, muchas de las personas que crecieron con él, escuchando todas y cada una de sus ideas, fueron las mismas que lo traicionaron, los que lo llevaron, en algún sentido, a la muerte,¿ cansados de la misma perorata? ¿o

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