LOS FUTUROS DEL MAÑANA.

Llegó aquel tiempo de aniversario de nuestra provincia de Talara en la región de Piura, todos estaban muy emocionados, los anuncios sobre la celebración de aquel acontecimiento eran más prometedores a diferencia de otros años. Ya se voceaba que vendrían muchas orquestas para animar el evento, castillos grandes, relucientes para celebrar, maratones, concursos, etc.

Juanjo, Allison, Daniela, Javier, Sofía y Brenda tenían 12 años unos(as) niños(as) de estatura promedio para su edad, excepto Juanjo, era de baja estatura, todos ellos eran compañeros de salón y compartían muchos momentos juntos, pues tenían una característica común, cada uno de ellos tenía un talento único, lo sabían utilizar para buenos actos y orgullo de sus familias.

Juanjo se inscribió en la maratón de 2,5km, en su respectiva categoría. Los premios eran medallas para los primeros 15 lugares, para el tercer puesto: Una diploma, una medalla y una bicicleta; para el segundo puesto: Una diploma, una medalla y una tablet; para el primer puesto: Una diploma, una medalla y una laptop. Faltando tan sólo una semana para la iniciación de todos los concursos, estaba tan entusiasmado, era su oportunidad de poder demostrarles a todos los ciudadanos de su localidad sobre el gran talento que tienen y que si podían lograr su objetivo, ganar su concurso. Él era un niño muy destacado en su colegio.

Al igual que Juanjo, todos empezaron la semana de esa manera, se informaban y se inscribían en sus talleres escogidos, ellos tenían los mismos fines que Juanjo, a parte, hicieron una promesa que por más duras que se pongan las cosas, seguirían hasta el final y no se rendirían con tal de lograr su meta: Allison y Javier, se inscribieron en el concurso de canto, en su respectiva categoría. Daniela se inscribió en el concurso de dibujo y pintura, en su respectiva categoría. Brenda se inscribió en baile moderno, en su respectiva categoría.

Y por último estaba Sofía, que con tantas ansias estaba esperando que haya inscripciones abiertas para su deporte favorito, el Ajedrez, pero se encontró con la sorpresa de que ese deporte no estaba disponible, empezó a buscar explicaciones, que implementación si había pero un concurso de ajedrez no se podía realizar porque todos los ambientes ya estaban ocupados y reservados.

Al día siguiente, pasó toda la locura sobre las inscripciones, hasta allí ya se habían agotado, los compañeros pudieron reunirse para conversar acerca de sus motivaciones, todos llegaron puntuales a casa de Allison, conversaron pocos minutos y se dieron cuenta de que alguien no estaba interviniendo en su diálogo, ¿Quién faltaba? Sofía, a pesar de que había ido a casa de Allison, no quería compartir sus ideas, estaba apagada, pues eso no era común en ella. Sus compañeros de inmediato comenzaron a preguntarle porque se sentía así, Sofía les contó todo lo sucedido el día de las inscripciones, a ellos no les pareció correcto que tan solo por no tener un ambiente adecuado, no se podía realizar la competencia, empezaron a buscar soluciones para aunque sea hacer algo posible.

Fueron a casa de Sofía, estuvieron un rato allí, luego salieron de la casa dirigiéndose a la tienda más cercana que se encontraba al fondo de su parque, cuando regresaban hacia la casa tomaron otra ruta y se encontraron con una casa sucia, despintada y media antigua, todos pensaron que era de temerle a esa casa, pero Sofía les dio la explicación de quiénes vivían allí, pues resultó que ahí se encontraba el hogar de un ex – ajedrecista llamado Vicente y sus hermanas, ellos ya estaban adultos y solteros, sin ningún tipo de compromiso, él era muy reconocido regional y nacionalmente, todos empezaron a preguntarse, ¿Y si recurrimos a la ayuda de él? Y bueno así fue, golpearon su puerta y salió una mujer era su hermana, preguntaron por él y salió, los pequeños le explicaron el tema al señor

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