La Alianza Por La Calidad
corralechon24 de Septiembre de 2011
4.482 Palabras (18 Páginas)717 Visitas
SECRETARÍA DE EDUCACIÓN Y CULTURA
INSTITUTO DE FORMACIÓN DOCENTE DEL ESTADO DE SONORA
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL
UNIDAD 26A SUBSEDE SAN LUIS RÍO COLORADO
MAESTRÍA EN EDUCACIÓN: CAMPO FORMACIÓN DOCENTE
LÍNEA SOCIOHISTÓRICA
III SEMESTRE
SEMINARIO: INSTITUCIONALIZACIÓN ESCOLAR Y SISTEMA EDUCATIVO NACIONAL
Estudiante: LUIS ALBERTO CORRAL ROBLES
Fecha: 15 de septiembre de 2011
Tema: Ensayo: Docencia y Trabajo
Autor: Varios autores
Asesor: MTRO. RUBÉN MENESES
SAN LUIS RÍO COLORADO, SONORA
INTRODUCCIÓN
El objetivo del presente ensayo es analizar el trabajo docente en la institución escolar desde la óptica de la apropiación / enajenación del proceso de trabajo, pues se cree que ahí reside el que la docencia actual no lleve una práctica docente funcional y eficaz, pues se ve influenciado por las relaciones sociales existentes en los centros educativos, así, como las propuestas curriculares erróneas. Para lo cual se hará primero una breve revisión de los conceptos de trabajo y alineación planteados por Marx y los aportes realizados por Mendel a los problemas de la apropiación del acto de trabajo. Posteriormente se analizará el trabajo docente, el producto de este trabajo, el proceso de trabajo docentes y la institución educativa donde este tiene lugar.
DESARROLLO
La importancia del trabajo en la vida humana
Indiscutiblemente la importancia del trabajo en la vida humana, es la esencia del Hombre, es un hecho reconocido desde los tiempos más antiguos de la humanidad . No obstante son los planteamientos de Marx y Engels en siglo XIX los que intentan darle una explicación científica y coherente al fenómeno del trabajo en general y del trabajo capitalista en particular.
Para estos pensadores el trabajo es lo que funda al Hombre en todas las esferas de su vida, incluida obviamente la cultura su resultado más claro. La actividad productiva (el trabajo) entonces es la “vida de la especie”, la actividad vital del hombre (Ollman 1971). Desde esta concepción, el proceso de trabajo es “la acción humana con vistas a la producción de valores de uso y la apropiación de sustancias naturales para los requerimientos humanos…” (Marx 1867, pp. 183-184).
Para Marx el valor de uso de un artículo cualquiera es, en esencia, “su capacidad para servir al propósito con el cual fue hecho” (Ollman 1971, p.125). En esta concepción “la religión, la familia, el Estado, el derecho, la moralidad, la ciencia, el arte, etc. no son sino modos particulares de producción”, podríamos agregar la educación a esta larga lista de “productos” del trabajo humano (Marx 1844, p. 103). El trabajo implica transformación de la naturaleza y le demanda al Hombre un papel activo que no pone en juego en ninguna otra esfera de su vida. En efecto, dice Marx, “debemos tener de antemano una idea de lo que queremos hacer, saber cómo hacerlo y poder concentrarnos en su producción. No hay ninguna otra actividad que exija tanto” (Marx 1844, p. 75).
Por otra parte el trabajo es una necesidad para el Hombre, la necesidad de contar con medios para consumar sus capacidades. No solo es una forma de superar las limitaciones que le impone la naturaleza, sino que es un vehículo de expresión de las capacidades combinadas del Hombre ( Ollman, 1971, p. 128). Al actuar sobre el mundo externo y modificarlo, el hombre modifica su propia naturaleza, “desarrolla sus poderes dormidos y los obliga a acatar su dominio” (Marx 1867, p. 177). Solo a través del trabajo concreto el Hombre desarrolla todas sus potencialidades, pero además solo a través del trabajo concreto el Hombre se constituye como Hombre.
Como veníamos diciendo, el trabajo es fundamental para que el hombre se constituya como tal. El trabajo es productor y condicionador de subjetividad como afirma Mastrajt (2002). La necesidad de transformar la naturaleza es una necesidad Psicológica del Hombre (en el sentido de que constituye su psiquismo). Se trata de transformar la naturaleza (el medio) en función de una transformación interior. Primero pienso, construyo una representación interna y después actúo, materializando afuera esta representación.
Lograr un objeto satisfactorio, de acuerdo a mi representación previa, fortalece el yo de las personas. Podríamos decir entonces que el trabajo es fundamental para la construcción del yo, para la construcción del individuo. Surge así la idea, que retomaremos más adelante, de que el trabajo tiene una importante función en la producción de personalidad sana y enferma. El psiquismo humano depende de las relaciones que establece la persona entorno a su trabajo. Lamentablemente, siguiendo a Marx, el trabajo en las sociedades capitalistas está alienado. Efectivamente Marx se esfuerza en demostrar que en las relaciones de producción capitalistas el trabajo se encuentra alienado.
El Hombre es separado de su trabajo, no tiene injerencia respecto de lo que produce y la manera en que lo hace. Así la actividad vital (humana) por excelencia queda separada del Hombre. La manifestación humana queda bajo el imperio de un poder inhumano, la racionalidad de la producción capitalista (Marx, 1844). Se produce una ruptura fundamental de elementos interconectado por definición: el Hombre y su actividad; el Hombre y la naturaleza. Se separan las condiciones inorgánicas de la existencia humana con respecto a su existencia activa, separación que solo se consuma en la relación entre el trabajo asalariado y el capital (Marx, 1844)).
Marx lleva bastante lejos su análisis cuando afirma que, de esta forma, “..todo es en sí mismo distinto de sí mismo…” (Marx 1844, p. 126). La persona despojada de su trabajo es para Marx, una “abstracción”, un “remedo”, una factor aislado de la totalidad social. Los productos “abstractos” también se transforman: la industria, la propiedad, la religión “a la larga cobran vida independiente, cobran necesidades que el individuo se ve obligado a satisfacer y queda anulada por completo la conexión primitiva” (Ollman 1971, p.163).
Lo que es trabajo aparece como algo ajeno, externo…y apropiado por otro. Ese otro es quien define la forma que tomará el trabajo, su intensidad, duración, el tipo y número de productos a realizar, las condiciones….las relaciones sociales a establecer en torno a la actividad del trabajo. Marx define cuatro grandes tipos de alienación del Hombre: con su producto, con su actividad productiva, con otros hombres, con la especie. Nos referiremos brevemente a los dos primeros por ser las más relevantes para efectos de este trabajo.
Gerard Mendel, tomando como punto de partida el psicoanálisis realiza una interesante teorización respecto de la posibilidad (y necesidad) del Hombre de recuperar o reapropiarse de “porciones” del trabajo alienado (Mendel 1993, 1975, 1972). Según este autor existe una fuerza de carácter antropológico “que se expresa de manera no consiente dentro de la dimensión psíquica y que incita al sujeto a “apropiarse” del acto voluntario y consiente que realiza, de la actividad que desarrolla”, del trabajo (Mendel, 1993, p.21). Es la “integridad corporal y psíquica” la que resulta mermada por la salida del acto desde el sujeto, de ahí la vehemencia que observa Mendel en el impulso por apropiarse del acto de trabajo (Mendel ’93 p.22). Esta fuerza de reapropiación es denominada movimiento de apropiación del acto, el cual apuntaría básicamente a dos objetivos:
- la apropiación del control del proceso de trabajo incluido la forma que adquiere la división social del trabajo, y
- la apropiación de los efectos del trabajo, del producto.
Para este autor, el movimiento de apropiación del acto depende del desarrollo de la conciencia de lo social por parte del sujeto, de su capacidad para reconocer el lugar real que se ocupa en la sociedad, así como las relaciones sociales en las que se está inmerso, especialmente aquellas que “determinan” el trabajo y que, por definición, pertenecen al orden de lo implícito (Mendel, 1972). Desenvolverse en este plano es lo que Mendel denomina Psicosocialidad (Mendel, 1993). Situarse en este registro de la psicosocialidad implica superar el primer registro construido por el psiquismo individual en su historia familiar. Este se estructura en torno a las fantasías inconscientes, las imágenes parentales y la trayectoria del Edipo (Mendel 1993, 1972). Implica ser capaz de “escapar de la dependencia del Gran Sujeto internalizado (las imágenes parentales)”, de romper con el lugar paterno, de superar lo que Mendel denomina el modelo psicofamiliar (Mendel 1993, p. 263). Este paso requiere, de parte del sujeto, el repensarse como ser humano y modificar su visión de mundo, requiere de un cambio de conciencia.
La modalidad concreta en que aparece el movimiento de apropiación del acto en el sujeto es colectiva (en el seno de su grupo de trabajo ) y como confrontación con la organización del trabajo, con la autoridad internalizada. Una complicación permanente en este proceso de cambio de conciencia (que por cierto nunca puede darse por resuelto de manera definitiva) es que el modelo psicofamiliar tiende a reproducirse.
...