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La Conquista Romana


Enviado por   •  28 de Octubre de 2013  •  6.397 Palabras (26 Páginas)  •  363 Visitas

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1.2 LA CONQUISTA ROMANA

Julio Cesar, una vez conquistadas las galias, necesitaba obtener victorias con las que deslumbrar a Roma. A finales del verano del año 55 a.C. inició una expedición con dos legiones, pero los bretones advertidos rechazaron la invasión en las playas de Dover, haciendo fracasar el desembarco.

Poco después llevó a cabo una segunda expedición de mayor éxito pero que no se tradujo en importantes beneficios, pues en el año 52 a.C. los britones dejaron de pagar los impuestos a Roma.

La invasión de las islas quedó así olvidada, hasta que casi un siglo después, en el año 43 d.C., el emperador Claudio envió cuatro legiones y la caballería; cerca de 50.000 irrumpieron en la isla y solo los galeses y los escoceses impidieron la invasión total. Los britones ofrecieron feroz resistencia durante 50 años. Entre los años 77 y 84, el gobernador romano Cneo Julio realizó una intensa labor de pacificación y romanización y llevo las fronteras hasta los Highlands de Escocia.

Pero los brigantes y pictos escoceses rompían una y otra vez las fronteras adentrándose hacia el sur. Los emperadores Adriano y Antonino Pio hicieron levantar una gran muralla fortificada como protección del territorio conquistado. El Wallum Hadriani se extiende todavía, de Este a Oeste, con un recorrido de 117 km.; catorce fuertes con guarnición, unidos por la muralla, completaban la pétrea y eficaz defensa romana.

Diocleciano dividió el poder en Britania en tres autoridades, un gobernador, el comandante en jefe "Dux Britania" y el conde de la costa sajona que dependía del prefecto de las galias y no del gobernador.

Las ocupaciones romanas respondían siempre al mismo esquema, construcción de fortificaciones y calzadas para rápidos desplazamientos de tropas y mercancías. La invasión solo alteró superficialmente las costumbres celtas a pesar de predominio político, de la extensión del latín y de la difusión que el cristianismo tuvo a partir del siglo II. Los celtas se acostumbraron al nuevo estilo de vida, la política de Roma se basaba en el respeto de la mayor parte de las tradiciones e instituciones locales de los pueblos sometidos.

Para Roma, Britania fue una colonia de explotación que fue beneficiosa para el pueblo sometido. Se introdujo la noción de urbanismo y el mortero en las construcciones. Se levantaron ciudades, villas, termas, instalaciones hidráulicas y alcantarillas. La mayoría de las ciudades hoy terminadas en "cester" y "chester" fueron en un principio campamentos romanos. Se construyeron las primeras iglesias, se importaron obras de arte del imperio y la cerámica se convirtió en una industria especializada.

Muchos celtas eran bilingües, el latín era la lengua culta y el dialecto céltico la lengua de la masa popular. Los romanos aniquilaron a los druidas e identificaron con Marte al dios Tetantés. Por su parte, el cristianismo tuvo escasa penetración y en el siglo III estaba reducido a una pequeña y mísera diócesis.

La desaparición casi total de la cultura grecorromana en Inglaterra fue un hecho sorprendente y de difícil explicación. Las palabras inglesas de origen latino son escasas.

1.3 INVASIÓN ANGLO-SAJONA

Desde el siglo el siglo III, la Inglaterra romana venía sufriendo serias incursiones de los sajones que devastaban las poblaciones costeras del Oeste antes de ser rechazadas. A finales del siglo IV, la mayor parte de las legiones habían partido hacia el Continente para reforzar la defensa de un imperio que daba sus últimas boqueadas en su parte occidental. Incluso cuando Estilicón pidió refuerzos para defender Roma de los ataques de Vándalos y Borgoñeses las legiones que acudieron estaban formadas en gran proporción por soldados celtas. Ante la progresiva falta de protección en que se iba encontrando la isla, a principios del siglo V, Britania fue invadida por los Pictos y Escotos del norte. Los Bretones, ante la avalancha, pidieron auxilio a los sajones del Continente, que una vez repelieron la agresión, y convirtieron el auxilio inicial en una invasión en toda regla. Los Anglos y los Jutos también se sumaron a esta aventura e invadieron Britania.

Los Sajones se establecieron en los reinos de Wessex (Oeste), Essex (Este) y Sussex (Sur). Los Anglos se asentaron al norte, en los reinos de East Anglia, Northumbria y Mercia. Los Jutos se instalaron en Kent.

Todos estos pueblos eran politeístas, hablaban la misma lengua y usaban las mismas armas. En el siglo VII, los siete reinos mencionados se habían consolidado gracias a las frecuentes alianzas entre miembros de las distintas familias que habitaban cada región.

La conquista no fue fácil pues los britones/celtas opusieron gran resistencia a la invasión; de esa época procede la leyenda del Rey Arturo que narra las gestas de Arturo y sus caballeros contra la invasión anglosajona. Los bretones no sometidos se refugiaron en las colinas del Oeste y serán sus descendientes los que junto a Irlandeses y Escoceses propaguen el cristianismo.

Los sajones eran hombres de temperamento vehemente "...de grandes cuerpos, tez blanca con grandes ojos azules y cabello rubio rojizo...". Sus mujeres eran castas y los matrimonios puros. Los nativos huían de los poblados ante su sola proximidad, pero los sajones, después del saqueo no querían habitar, por superstición, las ciudades conquistadas y construían sus viviendas en sus afueras. Se asentaban en comunidades de diez a treinta familias gobernadas por el "Thane", autoridad también encargada de recoger los impuestos. Entre estas comunidades se iban tejiendo alianzas que daban origen a unidades políticas más grandes que llegaron a configurar los siete reinos citados y más tarde el reino de Inglaterra.

El Witan era el consejo de sabios que decidía la sucesión al trono en cada reino, siempre entre los miembros de una misma familia, pero el título de rey no era siempre hereditario.

Los reinos se dividían en "shires", que se componían de "hundreds" o grupos de cien familias a cuyo frente estaba un "sheriff" o representante del rey; los "hundreds", a su vez, se descomponían en "tuns" (towns) o aldeas.

La justicia era ejercida por una asamblea. A cada hombre se le asignaba un valor económico; cantidad que era recibida por él o su familia en caso de accidente o muerte. Este valor o cantidad era la misma que el asegurado debía pagar al rey en caso de tener que rescatar su vida. El precio de un noble era seis veces el de un hombre libre y su juramento también tenía seis veces más valor.

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