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La Desintegracion De La Forma En Las Artes


Enviado por   •  19 de Septiembre de 2013  •  3.497 Palabras (14 Páginas)  •  2.467 Visitas

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La desintegración de la forma en las artes

Erich Kahler

El arte es un modo de expresión humana o para no entrar en conflicto con otros movimientos de vanguardia se puede considerar al arte como una manifestación peculiar de la existencia humana.

Para poder adentrarse en el tema el autor define “forma” como estructura que se manifiesta en aspecto, o en mis palabras la forma es la apariencia exterior de alguna estructura. La forma artística y la humana están profundamente ligadas, dicho de otro modo lo que pasa a una le pasa a otra.

En conclusión se puede decir que la forma es el aspecto que tiene o como se ve de manera exterior algún objeto. El ser humano es mucho mas que la forma física, también lo integran aspectos psíquicos, intelectuales e incluso espirituales, además de la influencia de la ciencia y la tecnología. Dicho proceso de centra en el saber y la relación que existe entre el inconsciente y el consiente.

Se inicio con la predominancia de la razón y termino con el predominio de la conciencia, por lo tanto la incapacidad de la mente para dominar un mundo cada vez mas poblado y sobre creado, por que en palabras del autor dominar es hacerlo coherente.

Conciencia es la percepción de si mismo, percepción dentro de la conciencia de si mismo dentro de una coherencia del mundo que nos rodea. Durante el último siglo hubo una decadencia de esta percepción.

Ej. En la edad media se antepuso la intachable razón “verdad de dios”, de ahí que la ilustración se hizo presente como una lucha cristiana contra lo pecaminoso de si mismo (impulsos, deseos y paciones). Dichos miedos llevaron al hombre a centrar su atención a este nivel apenas descubierto de psique “niveles que posteriormente se convirtieron en la psicología que hoy conocemos”.

Los sistemas filosóficos y científicos difícilmente cupieron en dicha época, puesto que se buscaba una coherencia puramente racional, proceso que a su vez llevo a llevo a subordinar los instintos a la razón.

En el siglo XVIII se reacciono por primera vez en contra de el predomino de la razón, al tiempo que se observa observación contra la literatura francesa e inglesa de la época, mayor atención a la pasión y culmina con el ataque de parte de Rousseau a la civilización y predomino de las clases dominantes.

Para entonces el romanticismo hacia su aparición terminando a finales del siglo XIX.

A partir del siglo XIX para la dialéctica entre el racionalismo e irracionalismo (conciencia y acción) que es equivalente al pensamiento coherente, se fue haciendo más compleja. Anteriormente fue una lucha entre la razón y la pasión y emociones en cambio se inicio una forma paradójica de pensamiento que vio sus inicios en Alemania.

No resulta fácil exponer una síntesis final que valga como resumen de un trabajo de tan largo proceso y de aspectos tan diversos. Reconocemos los riesgos que se derivan de toda investigación cuyo objeto suponga abarcar límites cronológicos de tales dimensiones como los aquí planteados. Uno de los principales peligros en el estudio “manierismos formales”, también conocidos como “esfuerzos de ingenio”, “artificios difíciles” o “extravagancias literarias” era generalizar a partir de unas pocas formas artísticas las muy diversas actitudes que, en cada época, se han orientado hacia una concepción formalista de la creación literaria.

El propósito de nuestro libro ha sido, según ya afirmamos al principio del mismo, ofrecer una visión general sobre una laguna que consideramos importante en la bibliografía de la literatura y plantear posibles interrelaciones con otras artes, al tiempo que intentamos completar los estudios parciales que nos han precedido.

Lo que motivó nuestro punto de partida fue precisamente esa preocupación por la integración de las artes, no ya en la teoría estética, que a lo largo de la historia se ha centrado en ese tema, sino en los ejemplos que la confirman.

Hemos pretendido fijar nuestra atención en los límites de la literatura, y ello supone, sin duda, entrar en aspectos cuyas bases son poco firmes y están aún por determinar. Pero parece evidente que la ruptura de las barreras entre las artes sirve como motivo estético a un sector importante del arte contemporáneo. La relativa preminencia del mundo de la imagen y de la percepción visual es uno de los rasgos caracterizadores del siglo XX, del mismo modo que la ruptura de los lenguajes en los diversos campos artísticos lo fue para el inicio de la vanguardia. Existen también en nuestra época determinadas formalizaciones estéticas que se definen por la integración de diversos códigos o en una zona de fusión de los lenguajes artísticos tradicionales: el cine puede ser el mejor ejemplo de ello, en lo que tiene de arte totalizador.

El proceso hacia la formalización de los lenguajes artísticos a raíz de la vanguardia, la liberación del fundamento referencial, denotativo, por ejemplo en la pintura, que condujo a esta a lo que impropiamente se ha llamado arte abstracto, parece también haberse realizado en la literatura.

La correlación entre las artes, que resulta evidente en los planteamientos pluridisciplinares de los diversos vanguardismos, puede deberse a esa línea común con los campos artísticos en ese proceso de formalización de sus lenguajes. En el punto en que estos han adquirido valor por sí mismos, cuando la pintura o la literatura han concentrado su atención en su pura materialidad, liberándose de la adecuación más o menos estricta a la realidad, la proximidad entre las artes parece quedar garantizada.

En el caso de la literatura esa concentración en la materialidad del signo implica la potenciación de la dimensión visual o acústica en que este se proyecta, es decir, la concepción de la palabra exclusivamente como sonido o forma visual.

A partir entonces de lo que se conoce como poesía experimental (que designa esas líneas específicas de la creación literaria contemporánea, en las que es patente un elevado grado de formalización), hemos centrado nuestra atención en aquellas formas que reproducen una similar actitud a lo largo de la historia. Con ello no pretendíamos considerar a la vanguardia experimental como depositaria de esa tradición histórica que le precede, si bien en algunas fórmulas ha quedado esto demostrado. Nos ha preocupado en definitiva establecer en esa tradición aquellos artificios que han desarrollado la dimensión fónica y visual del lenguaje y que llevan a la literatura, por tanto, a las fronteras de la música o de la plástica, la búsqueda también de un arte total. Hemos de notar que si la poesía experimental es el resultado de unos mismos planteamientos estéticos,

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