ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

La Economia


Enviado por   •  8 de Diciembre de 2014  •  10.132 Palabras (41 Páginas)  •  342 Visitas

Página 1 de 41

1. Definición de la Economía :

La economía puede enmarcarse dentro del grupo de ciencias sociales, ya que se dedica al estudio de los procedimientos productivos y de intercambio, y al análisis del consumo de bienes (productos) y servicios.

El vocablo proviene del griego y significa “administración de una casa o familia”.

En 1932, el británico Lionel Robbins aportó otra definición sobre la ciencia económica, al considerarla como la rama que analiza cómo los seres humanos satisfacen sus necesidades ilimitadas con recursos escasos que tienen diferentes usos. Cuando un hombre decide utilizar un recurso para la producción de cierto bien o servicio, asume el coste de no poder usarlo para la producción de otro distinto. A esto se lo denomina coste de oportunidad. La función de la economía es aportar criterios racionales para que la asignación de recursos sea lo más eficiente posible.

A grandes rasgos, pueden mencionarse dos corrientes filosóficas respecto a la economía:

a) Cuando el estudio refiere a postulados que pueden verificarse, se trata de economía positiva.

b) Cuando toma en cuenta afirmaciones que se basan en juicios de valor que no pueden comprobarse, se habla de economía normativa.

Para el alemán Karl Marx, la economía es la disciplina científica que analiza las relaciones de producción que se dan en el seno de la sociedad.

Basándose en el materialismo histórico, Marx estudia el concepto del valor-trabajo que postula que: el valor tiene su origen objetivo según la cantidad de trabajo necesaria para obtener un bien.

Hay que destacar que existen numerosas escuelas del pensamiento económico, que presentan diferentes enfoques de análisis. El mercantilismo, el moneratismo, el marxismo y el keynesianismo son algunos de ellos.

La palabra economía tiene muchos usos que permiten vincularla con diferentes aspectos de los intercambios comerciales o las relaciones de oferta-demanda que existen. Algunas de estas acepciones son:

a) Economía sostenible, también conocida como desarrollo sostenible, es un nuevo término que se ha puesto de moda en los últimos años y que encierra un proyecto de vida social basado en la reutilización de la materia prima para fines diversos. Se trata de cambiar el proceso de productividad en base a una economía basada en el cuidado del medio ambiente y en la mejora de la calidad de vida de una sociedad. Básicamente se busca satisfacer las necesidades de las generaciones que se hallan viviendo en un determinado espacio temporal sin poner en riesgo la subsistencia o las posibilidades económicas de las futuras generaciones.

b) Economía empresarial es la forma en la que una organización, puede manejar sus recursos y servicios, ofreciendo una visión competitiva frente al mercado. Se vale de varias disciplinas científicas que permiten llevar a cabo dicha labor. Es una forma de aplicar economía en el ámbito de una empresa y deben tenerse en cuenta para su buen funcionamiento valores externos como índices de la bolsa, demanda de mercado y otras variables.

c) Economía natural como lo define el biólogo M.T. Ghiselin, es el estudio de las consecuencias que la escasez causa en los seres vivos. Proponiendo un análisis profundo sobre las acciones humanas y sus efectos secundarios en el medio ambiente.

d) Economía política es el estudio de los comportamientos humanos, examinados dentro de un contexto jurídico característico. La economía política se relaciona con la economía natural en cuanto a que las acciones humanas, su economía política puede afectar el entorno natural, de forma positiva o negativa, la interacción de los seres vivos con el medio lo modifica siempre.

e) Economía mixta es un sistema de intercambio comercial que no es totalmente libre, donde el estado se encarga de pautar ciertas normas que posibiliten una equilibrada distribución de las ganancias entre los diferentes comerciantes de ese sistema económico.

f) Economía de mercado es un sistema social donde los factores que influyen son la división del empleo, de los bienes y servicios y la interacción entre los entes que componen una sociedad. Se trata de un sistema libre de precios fijados por la demanda y la oferta. Es un sistema económico absolutamente libre, donde los que intervienen en el ejercicio de compra-venta pautan las condiciones. No existe hoy en día ningún país donde la libertad comercial sea absoluta.

De todas éstas definiciones, cabe destacar que la definición que hoy cuenta con mayor relevancia es la formulada por Lord Robbins, en su obra Ensayo sobre la naturaleza y el significado de la ciencia económica (1932): «La ciencia que se ocupa de la utilización de medios escasos susceptibles de usos alternativos». La economía ha sido definida como la ciencia de la riqueza; la ciencia de la administración de los recursos escasos; la ciencia que trata de la producción y el intercambio de los bienes y servicios necesarios para la satisfacción de las necesidades humanas.

2. Objeto de estudio de la Economía :

El objeto de la economía es estudiar la distribución de los recursos escasos para satisfacer las necesidades del ser humano (una definición más amplia es: la ciencia social que estudia los procesos de producción, comercialización, distribución y consumo de bienes y servicios escasos para satisfacer las necesidades ilimitadas de las familias, las empresas y los gobiernos).

En otras palabras, analiza las decisiones relacionadas entre los recursos de los que se dispone (son de carácter limitado) y las necesidades que cubren (de carácter ilimitado aunque jerarquizadas), de los individuos reconocidos para tomar dichas decisiones.

El objeto de la economía es muy amplio, pues abarca el estudio y análisis de los siguientes hechos:

• La forma en que se fijan los precios de los bienes y de los factores productivos como el trabajo, el capital y la tierra y cómo se utilizan para asignar los recursos.

• El comportamiento de los mercados financieros y la forma en que se asigna el capital en la sociedad.

• Las consecuencias de la intervención del Estado en la sociedad y su influencia en la eficiencia del mercado.

• La distribución de la renta y propone los mejores métodos de ayuda a la pobreza sin alterar los resultados económicos.

• La influencia del gasto público, los impuestos y el déficit presupuestario del Estado en el crecimiento de los países.

• Como se desarrollan los ciclos económicos, sus causas, las oscilaciones del desempleo y la producción, así como las medidas necesarias para mejorar el crecimiento económico a corto y a largo plazo.

• El funcionamiento del comercio internacional y las consecuencias del establecimiento de barreras al libre comercio.

• El crecimiento de los países en vías de desarrollo.

Para A. Smith, el principal objeto de la economía de cualquier país, consiste en aumentar la riqueza y el poderío de sus dominios. Por tanto, para este economista clásico el ámbito de estudio de la ciencia económica sería determinar las causas explicativas de la riqueza / pobreza de las naciones, clases sociales, grupos o personas.

Por su parte, John Stuart Mill, centra su atención en la distribución, viniendo a definir la economía como la ciencia que estudia la riqueza y las leyes de su producción y de su distribución.

Si bien, la preocupación primordial de los economistas clásico será la de descubrir aquellas condiciones que permiten el desarrollo económico del as naciones, la cuestión del objeto de la economía la trasladan a la determinación de lo que bajo la palabra “riqueza” deba entenderse.

De acuerdo con Gómez López, para concretar el objeto de la economía es preciso delimitar los rasgos propios del aspecto económico de la actividad humana. Escasez de recursos, necesidades ilimitadas, elección de fines y coste de oportunidad constituyen las ideas básicas que permiten comprender la actividad económica.

De ahí, que la actividad económica es la que se dirige a la satisfacción de las necesidades humanas empleando medios escasos con arreglo al principio de máximo aprovechamiento. En definitiva, será esta actividad económica el objeto de la economía y, más concretamente, los problemas que plantea la actividad económica.

A este respecto, los profesores Ficher, Dornbusch y Schmalensee exponen lo siguiente: “El problema económico esencial de todas las sociedades es el conflicto entre los deseos casi ilimitados de los individuos de bienes y servicios y los recursos limitados que puedan utilizarse para satisfacerlos.”

3. Principales Escuelas del pensamiento Económico :

I. Mercantilismo :es un conjunto de ideas políticas o ideas económicas de gran pragmatismo que se desarrollaron durante los siglos XVI, XVII y la primera mitad del siglo XVIII en Europa. Se caracterizó por una fuerte intervención del Estado en la economía, coincidente con el desarrollo del absolutismo monárquico.

Consistió en una serie de medidas que se centraron en tres ámbitos: las relaciones entre el poder político y la actividad económica; la intervención del Estado en esta última; y el control de la moneda. Así, tendieron a la regulación estatal de la economía, la unificación del mercado interno, el crecimiento de población, el aumento de la producción propia controlando recursos naturales y mercados exteriores e interiores, protegiendo la producción local de la competencia extranjera, subsidiando empresas privadas y creando monopolios privilegiados, la imposición de aranceles a los productos extranjeros y el incremento de la oferta monetaria mediante la prohibición de exportar metales preciosos y la acuñación inflacionaria, siempre con vistas a la multiplicación de los ingresos fiscales. Estas actuaciones tuvieron como finalidad última la formación de Estados-nación lo más fuertes posible.

El mercantilismo entró en crisis a finales del siglo XVIII y prácticamente desapareció para mediados del XIX, ante la aparición de las nuevas teorías fisiócratas y liberales, las cuales ayudaron a Europa a recuperarse de la profunda crisis del siglo XVII y las catastróficas Guerras Revolucionarias Francesas.

Casi todos los economistas europeos de entre 1500 y 1750 se consideran hoy en día como mercantilistas. Sin embargo, estos autores no se veían a sí mismos como partícipes de una sola ideología económica, sino que el término fue acuñado por Víctor Riquetti, Marqués de Mirabeau en 1763, y fue popularizado por Adam Smith en 1776. De hecho, Adam Smith fue la primera persona en organizar formalmente muchas de las contribuciones de los mercantilistas en su libro La Riqueza de las Naciones. La palabra procede de la palabra latina mercari ('comprar, adquirir, comerciar; de la que deriva, el término mercantil, en el sentido de llevar a cabo un negocio).

Fue utilizada inicialmente sólo por los críticos a esta teoría, tales como Mirabeau y Smith, pero pronto fue adoptada por los historiadores.

El mercantilismo en sí no puede ser considerado como una teoría unificada de economía. En realidad no hubo escritores mercantilistas que presentasen un esquema general de lo que sería una economía ideal, tal y como Adam Smith haría más adelante para la economía clásica. En su lugar, el escritor mercantilista tendía a enfocar su atención en un área específica de la economía. Sería después del periodo mercantilista cuando los estudiosos que vinieron posteriormente integrasen las diversas ideas en lo que llamarían mercantilismo, como por ejemplo Eli F. Heckscher que ve en los escritos de la época a la vez un sistema de poder político, un sistema de reglamentación de la actividad económica, un sistema proteccionista y también un sistema monetario con la teoría de la balanza comercial. Sin embargo, algunos teóricos rechazan completamente la idea misma de una teoría mercantilista, argumentando que da «una falsa unidad a hechos dispares».

El historiador del pensamiento económico Mark Blaug hace notar que el mercantilismo fue calificado con el paso del tiempo como «molesto equipaje», «diversión de historiografía», y de «gigantesco globo teórico».

Hasta cierto punto, la doctrina mercantilista en sí misma hacía imposible que existiese una teoría general económica. Los mercantilistas veían el sistema económico como un juego de suma cero, en donde la ganancia de una de las partes suponía la pérdida de otra, o siguiendo la famosa máxima de Jean Bodin «no hay nada que alguien gane que otro no pierda» (Los Seis libros de la República). Por tanto, cualquier sistema de políticas que beneficiasen a un grupo por definición también harían daño a otro u otros, y no existía la posibilidad de que la economía fuese empleada para maximizar la riqueza común, o el bien común. Parece que los escritos de los mercantilistas se hubieran hecho para justificar a posteriori una serie de prácticas, más que para evaluar su impacto y determinar así el mejor modo de llevarlas a término.

El mercantilismo es, por tanto, una doctrina o política económica que aparece en un periodo intervencionista y describe un credo económico que prevaleció en la época de nacimiento del capitalismo, antes de la Revolución industrial.

Las primeras teorías mercantilistas desarrolladas a principios del Siglo XVI estuvieron marcadas por el bullionismo (del inglés bullion: oro en lingotes).

Durante ese periodo, importantes cantidades de oro y plata fluían desde las colonias españolas del Nuevo Mundo hacia Europa. Para los escritores bullionistas, como Jean Bodin o Thomas Gresham, la riqueza y el poder del Estado se miden por la cantidad de oro que poseen. Cada nación debe pues acrecentar sus reservas de oro a expensas de las demás naciones para hacer crecer su poder. La prosperidad de un Estado se mide, según los bullionistas, por la riqueza acumulada por el gobierno, sin mencionar la Renta Nacional. Este interés hacia las reservas de oro y plata se explica en parte por la importancia de esas materias primas en tiempos de guerra. Los ejércitos, que contaban con muchos mercenarios, eran pagados con oro y quitando a los pocos países europeos que controlaban las minas de oro y plata, la principal manera de obtener esas materias primas era el comercio internacional. Si un Estado exportaba más de lo que importaba, su «balanza del comercio» (lo que corresponde en nuestros días a la balanza comercial) era excedentaria, lo que se traducía en una entrada neta de dinero.

Esto llevó a los mercantilistas a proponer como objetivo económico el tener un excedente comercial. Se prohibía estrictamente la exportación de oro. Los bullionistas también eran partidarios de poner en marcha altas tasas de interés para animar a los inversores a invertir su dinero en el país.

En el Siglo XVIII se desarrolló una versión más elaborada de las ideas mercantilistas, y que rechazaba la visión simplista del bullionismo. Esos escritores, como Thomas Mun, situaban como principal objetivo el crecimiento de la riqueza nacional, y aunque seguía considerando que el oro era la riqueza principal, admitían que existían otras fuentes de riqueza, como las mercancías.

El objetivo de una balanza comercial excedentaria seguía persiguiéndose pero desde ese momento se veía interesante importar mercancías de Asia por medio de oro para revender luego esos bienes en el mercado europeo con importantes beneficios.

Las ideas mercantilistas

El pensamiento mercantilista se puede sintetizar a través de las nueve reglas de Von Hornick:

1. Que cada pulgada del suelo de un país se utilice para la agricultura, la minería o las manufacturas.

2. Que todas las materias primas que se encuentren en un país se utilicen en las manufacturas nacionales, porque los bienes acabados tienen un valor mayor que las materias primas

3. Que se fomente una población grande y trabajadora.

4. Que se prohíban todas las exportaciones de oro y plata y que todo el dinero nacional se mantenga en circulación.

5. Que se obstaculicen tanto cuanto sea posible todas las importaciones de bienes extranjeros

6. Que donde sean indispensables determinadas importaciones deban obtenerse de primera mano, a cambio de otros bienes nacionales, y no de oro y plata.

7. Que en la medida que sea posible las importaciones se limiten a las materias primas que puedan acabarse en el país.

8. Que se busquen constantemente las oportunidades para vender el excedente de manufacturas de un país a los extranjeros, en la medida necesaria, a cambio de oro y plata.

9. Que no se permita ninguna importación si los bienes que se importan existen de modo suficiente y adecuado en el país.

Sin embargo, la política económica interna que defiende el mercantilismo estaba todavía más fragmentada que la internacional. Mientras que Adam Smith describía al mercantilismo como un sistema de excesivo control de la economía, muchos mercantilistas no se identificaban con tales afirmaciones. Durante los comienzos de la era moderna estaba a la orden del día el uso de las patentes reales y la imposición gubernamental de monopolios. Algunos mercantilistas los apoyaban, pero otros veían la corrupción e ineficiencia de esos sistemas.

Uno de los elementos en los que los mercantilistas estaban de acuerdo era la opresión económica de los trabajadores. Los asalariados y los granjeros debían vivir en los «márgenes de subsistencia». El objetivo era maximizar la producción, sin ningún tipo de atención sobre el consumo; el hecho de que las clases más bajas tuvieran más dinero, tiempo libre, o educación se veía como un problema que degeneraría en pocas ganas de trabajar, dañando la economía del país.

Por otra parte, los estudiosos no se ponen de acuerdo en el motivo por el cual el mercantilismo fue la ideología o teoría económica dominante durante dos siglos y medio. Un grupo, representado por Jacob Viner, argumenta que el mercantilismo fue simplemente un sistema muy directo y que contaba con bastante sentido común. Sin embargo, se sustentaba sobre una serie de falacias lógicas que no podían ser descubiertas por la gente de la época, dado que no tenían las herramientas analíticas necesarias.

Otra escuela, apoyada por economistas como Robert B. Ekelund, entiende que el mercantilismo no era un error, sino el mejor sistema posible para aquellos que lo desarrollaron. Esta escuela argumenta que las políticas mercantilistas fueron desarrolladas y puestas en práctica por comerciantes y gobiernos, cuyo objetivo era incrementar al máximo los beneficios empresariales. Los empresarios se beneficiaban enormemente, y sin que ello les supusiera un esfuerzo, por la imposición de monopolios, las prohibiciones a las importaciones y la pobreza de los trabajadores. Los gobiernos, por su parte, se beneficiaban del cobro de los aranceles y los pagos de los mercaderes. Si bien las ideas económicas más tardías fueron desarrolladas a menudo por académicos y filósofos, casi todos los escritores mercantilistas eran comerciantes o personas con cargos en el gobierno.

El mercantilismo como proceso económico

Dentro de la doctrina económica mercantilista emergieron, de manera natural, tres cuestiones fundamentales que generaba esta lucrativa actividad comercial:

• El monopolio de exportación.

• El problema de los cambios y su derivación.

• El problema de la balanza comercial.

La idea mercantilista de «balanza de comercio multilateral» corresponde a la actual noción de «balanza de pagos» y se compone de cinco cuentas:

Balanza de comercio multilateral

1. Cuenta corriente (=balanza comercial)

1. Mercancías (A)

2. Invisibles (fletes, seguros, etc.) (A)

2. Cuentas de capital

1. A corto plazo (C)

2. A largo plazo (A)

3. Transferencias unilaterales (donaciones, ayuda militar, etc.) (A)

4. Oro (C)

5. Errores y omisiones

Las ideas mercantilistas fueron la ideología económica dominante en toda Europa al principio de la Edad Moderna. Sin embargo, como conjunto de ideas no sistematizadas, su aplicación concreta difirió en la práctica de cada país.

En Francia

En Francia, el mercantilismo nace a principios del Siglo XVI, poco tiempo después del reforzamiento de la monarquía. En 1539, un real decreto prohíbe la importación de mercancías textiles de lana provenientes de España y de una parte de Flandes. El año siguiente se imponen restricciones a la exportación de oro. Se multiplican las medidas proteccionistas a lo largo del siglo. Jean-Baptiste Colbert, ministro de finanzas durante 22 años, fue el principal impulsor de las ideas mercantilistas en Francia, lo que hizo que algunos hablaran de colbertismo para designar el mercantilismo francés. Con Colbert, el gobierno francés se implicó mucho en la economía para acrecentar las exportaciones. Colbert eliminó los obstáculos al comercio al reducir las tasas aduaneras interiores y al construir una importante red de carreteras y canales. Las políticas desarrolladas por Colbert en conjunto resultaron eficaces, y permitieron que la industria y la economía francesas crecieran considerablemente durante ese periodo, convirtiendo a Francia en una de las mayores potencias europeas. No tuvo tanto éxito a la hora de convertir Francia en una gran potencia comercial equiparable a Inglaterra y a Holanda.

En Inglaterra

En Inglaterra, el mercantilismo alcanza su apogeo durante el periodo llamado del Long Parliament (1640–1660). Las políticas mercantilistas también se aplicaron durante los periodos Tudor y Estuardo, especialmente con Robert Walpole como principal partidario. El control del gobierno sobre la economía doméstica era menor que en el resto de Europa, debido a la tradición de la Common law y el progresivo poder del parlamento.

Los monopolios controlados por el Estado se habían extendido, especialmente antes de la primera revolución inglesa, a pesar de que a menudo eran cuestionados. Los autores mercantilistas ingleses estaban divididos acerca de la necesidad de control de la economía interior.

El mercantilismo inglés adoptó sobre todo forma de control del comercio internacional. Se puso en marcha un amplio abanico de medidas destinadas a favorecer la exportación y penalizar la importación. Se instauraron tasas aduaneras sobre las importaciones y subvenciones a la exportación. Se prohibió la exportación de algunas materias primas. Las Navigation Acts (Actas de Navegación) prohibían a los comerciantes extranjeros hacer comercio interior en Inglaterra. Inglaterra aumentó el número de colonias y, una vez estaban bajo control, se instauraban reglas para autorizar a producir sólo materias primas y a comerciar únicamente con Inglaterra. Esto condujo a progresivas tensiones con los habitantes de esas colonias y fue una de las principales causas de la Guerra de Independencia de los Estados Unidos.

Estas políticas contribuyeron en gran medida a que Inglaterra se convirtiera en la mayor potencia comercial del mundo, y una potencia económica internacional.

En España

La revolución de los precios que afectó a toda Europa desde el siglo XVI, tuvo su origen en la llegada a España de las remesas anuales de metales preciosos que traía la flota de Indias, con lo que la reflexión sobre sus causas y posibles soluciones produjo el primer pensamiento económico digno de tal nombre. A ello se sumaba la tradición de peticiones de orden económico en las Cortes, tanto las castellanas como las de los reinos de la Corona de Aragón. Castilla, desde la Baja Edad Media había presenciado un enfrentamiento entre los intereses vinculados a la exportación de la lana (la aristocrática Mesta, y la alta burguesía de mercaderes de Burgos, las ferias y puertos conectados con Flandes) y los vinculados a la producción interna de paños (la baja burguesía y el patriciado urbano de las ciudades centrales, como Segovia y Toledo), que se expresaron en las guerras civiles de los Trastamara e incluso la de las Comunidades. Ese modelo simplificado no oculta la confluencia de multitud de otros intereses, tanto personales como dinásticos, institucionales y estamentales, como los de las distintas partes del clero, e incluso la presencia de minorías como judíos y conversos y la gran mayoría social que es el campesinado. La misma construcción de la monarquía autoritaria tiene mucho que ver con su habilidad para arbitrar estos conflictos socioeconómicos y su dimensión política.

La misma organización del monopolio del comercio americano, a través de la Casa de Contratación de Sevilla, conjugado con los préstamos adelantados por banqueros alemanes o genoveses, y los mecanismos de la deuda pública (juros) dan una muestra de lo necesario y a la vez complicado que era entender los fenómenos económicos y actuar políticamente sobre ellos. Era vital para el funcionamiento del complejo aparato militar, burocrático y hacendístico de la Monarquía Hispánica en el que los impuestos (unos del rey, otros del reino, otros de los municipios), las múltiples exenciones, y los derechos y regalías del monarca formaban un entramado caótico.

A los economistas españoles, de abundante nómina en los siglos XVI y XVII se les daba el nombre de arbitristas, por ser arbitrio, el nombre que solía darse a la medida que, por su mera voluntad, podía el rey tomar en beneficio del reino, y que esos autores solicitaban.

Su papel fue subvalorado por la misma historiografía económica española en sus primeros estudiosos, como es el caso de Manuel Colmeiro. Ya en su propia época eran ridiculizados por proponer medidas extravagantes, como lo hizo Quevedo, que en varias ocasiones describe a bien intencionados arbitristas causando toda clase de catástrofes.

En el siglo XVIII, la herencia del arbitrismo se trasladó al llamado proyectismo ilustrado con mayor elevación intelectual.

II. La economía marxista es la escuela de pensamiento económico inspirada en la obra de Karl Marx. La mayoría de los conceptos fundamentales de esta escuela fueron desarrollados por Marx en su obra principal El Capital, entre ellos, fuerza de trabajo. proletariado y burguesía (en sentido de clase social), lucha de clases, plusvalía, materialismo histórico, explotación y la teoría del valor trabajo.

Muchos académicos hacen una distinción entre la economía marxista y el marxismo, manifestando que hay una separación intelectual clara entre los principios económicos expuestos por Marx y su apoyo al socialismo revolucionario y la revolución del proletariado

III. Economía neoclásica o escuela neoclásica es un concepto impreciso utilizado en economía; ciencia política, etc., para referirse en general a un enfoque económico basado en una tentativa de integrar al análisis marginalista algunas de las percepciones provenientes de la economía clásica.

Entre otras, estas tentativas incluyen:

• La consideración tanto de la oferta como la demanda en la determinación de los precios.

• Segundo: los neoclásicos otorgan gran importancia al papel del dinero en asuntos económicos.

• Tercero, los neoclásicos extendieron el análisis económico a otras situaciones que las consideradas tanto por los clásicos como los marginalistas, es decir, examinaron no solo situaciones de monopolio, duopolio y competencia perfecta, sino también situaciones de competencia imperfecta.

Se podría agregar que los neoclásicos reintroducen el estudio de los grupos o agregados.

El término generalmente se emplea en dos acepciones: para referirse a los desarrollos en el pensamiento económico entre 1870 y 1920 y -más o menos críticamente- a lo que se considera el pensamiento económico ortodoxo o dominante en la actualidad.

En las palabras de E. Roy Weintraub: "Todos somos neoclásicos ahora, incluso los keynesianos, porque lo que se enseña a los estudiantes, lo que es la economía principal (mainstream), es economía neoclásica

El economista neoclásico por excelencia es Alfred Marshall, quien es considerado el fundador de una de las grandes aproximaciones de la escuela .Otra de las grandes figuras es Léon Walras, fundador de otra de las grandes aproximaciones

Otros neoclásicos de gran importancia incluyen Knut Wicksell ; Arthur Pigou y Vilfredo Pareto

Como lo anterior sugiere, la escuela neoclásica ejerció gran influencia en los desarrollos posteriores del pensamiento económico durante el siglo XX, por ejemplo, a través de la conocida síntesis clásico-keynesiana o Neokeynesianismo, e incluso en el presente, a través de los nuevos clásicos.

IV. El keynesianismo es una teoría económica propuesta por John Maynard Keynes, plasmada en su obra Teoría general del empleo, el interés y el dinero, publicada en 1936 como respuesta a la Gran Depresión de 1929. Está basada en el estímulo de la economía.

La economía keynesiana se centró en el análisis de las causas y consecuencias de las variaciones de la demanda agregada y sus relaciones con el nivel de empleo y de ingresos.

El interés final de Keynes fue poder dotar a unas instituciones nacionales o internacionales de poder para controlar la economía en las épocas de crisis.

Este control se ejercía mediante el gasto presupuestario del Estado, política que se llamó política fiscal. La justificación económica para actuar de esta manera, parte sobre todo, del efecto multiplicador que se produce ante un incremento en la demanda agregada

V. El monetarismo es la rama o vertiente del pensamiento económico que se ocupa de los efectos del dinero sobre la economía en general. Aún cuando no constituye una escuela del pensamiento económico como tal sino más bien una tendencia, ha ejercido una gran influencia sobre numerosos economistas y, de hecho, hay una escuela de pensamiento económico (la Escuela de Economía de Chicago) que generalmente es percibida como "monetarista", hasta el punto de que, en el presente, cuando se usa el término “monetaristas”, generalmente por los no especialistas, se entiende referido a los monetaristas influidos por Milton Friedman ,entre otroas economistas,

La situación que impide llamar al monetarismo una escuela, es que hay por lo menos dos interpretaciones o modelos económicos generales de la forma en que la oferta de dinero afecta a otras variables, tales como los precios, la producción y el empleo. Estas dos aproximaciones se pueden contemplar, en la obra deKnut Wicksell, y, por el otro, en la de Irving Fisher. Además el monetarismo está presente en la obra de autores considerados representantes de otras escuelas. Dado que todos los economistas tienen por lo menos alguna versión de cómo el dinero afecta las variables económicas, todos podrían ser denominados "monetaristas". Desde este punto de vista parece más apropiado reservar el término monetaristas para aquellos autores cuyo trabajo o influencia se centra en aspectos monetarios.

Los monetaristas en general aceptan la idea de que la política monetaria puede, por lo menos, tener efectos a corto plazo sobre la producción (incrementándola) y los precios a un plazo más largo (aumentándolos). Por otra parte, si los monetaristas se limitaran a afirmar que hay una relación proporcional entre la oferta monetaria y el nivel general de precios a largo plazo, la mayoría de los economistas aceptarían esta idea, siempre que el periodo a largo plazo sea lo bastante prolongado y otras variables —como el tipo de instituciones financieras existentes— se mantuvieran constantes. Consecuentemente el monetarismo ha sido definido como «la tendencia que enfatiza el papel del gobierno en controlar la cantidad del circulante. Es la visión en la economía monetaria de qué variaciones en la oferta monetaria tienen gran influencia en el producto nacional en el corto plazo y sobre el nivel de precios en el largo, y que los objetivos de la política monetaria se obtienen mejor a través del control de la oferta monetaria.»

El monetarismo se originó a partir de la economía neoclásica y constituyó una de sus vertientes, tuvo gran influencia en desarrollos posteriores (ver más abajo) y llegó a ser una de las principales fuentes de la Nueva economía clásica. Sin embargo, es necesario mantener presente que no hay solo una aproximación que pueda ser llamada monetarista.

El monetarismo tiene una larga tradición en la historia del pensamiento económico.

Hay explicaciones detalladas y muy sofisticadas sobre el modo en que un aumento de la cantidad de dinero afecta a los precios, y a la producción a corto plazo, en los escritos de mediados del siglo XVIII del economista irlandés Richard Cantillon y del filósofo y economista escocés David Hume.

Sin embargo, los orígenes del monetarismo moderno se pueden hallar en la propuesta de John Stuart Mill de ladependencia general de los precios sobre la cantidad del dinero en circulación, que sugiere que el nivel general de precios se relaciona con la cantidad de dinero multiplicada por su velocidad de circulación.

Stuart Mill mismo, a pesar que acepta en general la teoría cuantitativa, sugiere que lo importante o relevante no es tanto la cantidad física de circulante, sino el crédito y las compras (o demanda) (Stuart Mill consideraba que solo el metálico era dinero propiamente tal. Los billetes son pagarés y, junto con otras notas promisorias -bancarias o individuales, ya sea "a la vista" (o "en demanda") o a plazo- tales como cheques, crédito "en libros" o "a cuenta", constituyen crédito.). Pero ahora hemos encontrado que hay otras cosas, tales como billetes de banco, letras de cambio y cheques, que circulan como dinero, y realizan todas las funciones del mismo.

Ha habido una gran cantidad de debates y argumentos sobre la cuestión de si algunas de estas formas de crédito y, en particular, si los billetes de banco deben ser considerados como dinero. El asunto es tan puramente verbal que apenas merece la pena plantearlo, y uno tendría cierta dificultad en comprender por qué se le atribuye tanta importancia, si no hubiera algunas autoridades que creen, que la cantidad de dinero en comparación con la de los productos básicos, determina los precios en general, y que es importante demostrar que los billetes de banco y no otras formas de crédito son dinero, a fin de apoyar la inferencia de que los billetes de banco y no otras formas de crédito influyen sobre los precios. Es obvio, sin embargo, que los precios no dependen del dinero, sino de las compras. El dinero depositado en un banco y contra el cual no se creen débitos, o que sea debitado para fines distintos a la compra de mercancías, no tiene ningún efecto sobre los precios, de igual forma que un crédito que no se utiliza. El crédito que se utiliza para la compra de productos afecta a los precios de la misma manera que el dinero. El dinero y el crédito están, pues, exactamente a la par, en su efecto sobre los precios; y si optamos clasificar los billetes en una o la otra manera, es en este sentido por completo indiferente.

La situación que dio relevancia a la sugerencia de Mill fue que, a fines del siglo XIX y principios del XX el antiguo sistema monetario (basado en monedas de metales preciosos, principalmente oro) estaba cayendo en desuso. La expansión tanto de la población como de la economía misma demandaron una expansión monetaria que la cantidad de metales preciosos poseídos por los bancos en la mayoría de los países no podía satisfacer (aunque en algunos, principalmente en Inglaterra, había gran acumulación del metal ), lo que, a su vez, dio origen a la expansión del "circulante de papel". Pero aún en Inglaterra, con esa gran acumulación de oro, no había lo suficiente a principios del siglo XX como para respaldar con oro y plata la totalidad de ese circulante, incluyendo papel moneda, cheques, pagarés y otras formas de “dinero bancario” o crédito en circulación.

Los monetaristas comparten la concepción de la Economía clásica y neoclásica del equilibrio económico; específicamente, la propuesta que si la oferta monetaria equipara la demanda por liquidez, los precios serán estables. Igualmente comparten la percepción de un mercado libre pero con el proviso que el gobierno (o autoridades monetarias) tienen la obligación de mantener la estabilidad económica

A diferencia del resto de los neoclásicos (y marginalistas) no utilizan el individualismo metodológico: el interés monetarista se centra en agregados (monetario, demanda, etc)

La idea monetarista básica consiste en analizar en conjunto la demanda total de dinero y la oferta monetaria. Se asume que las autoridades económicas tienen capacidad y poder para fijar la oferta de dinero nominal (sin tener en cuenta los efectos de los precios) ya que controlan tanto la cantidad que se imprime o acuña así como la creación de dinero bancario; pero los individuos y tienen libertad para tomar decisiones sobre la cantidad de efectivo real que desean obtener.

Así, la problemática monetarista llega a ser el como se establece el equilibrio o estabilidad económica, en la ausencia de un sistema obvio de regulación del circulante (incluyendo el crédito). Específicamente, cuál es la política monetaria que un gobierno debe seguir a fin de obtener y mantener estabilidad y cuáles son los mecanismos que esa autoridad monetaria posee con ese propósito, dado que, por un lado, ya sea los bancos privados, en esa época, y el Estado en general pueden, teniendo en cuenta el crédito, emitir casi libremente y de hecho se está emitiendo por sobre la paridad teórica exigida ya sea por el patrón oro o, más recientemente, cualquier otro, y, por el otro, dado que, como Stuart Mill observa, no importa lo que la autoridad haga, si alguien desea o encuentra conveniente utilizar el crédito, lo utilizara. Esto, por supuesto, llama atención al papel y regulación del crédito.

4. La Economía como Ciencia Social :

La economía es una ciencia social porque 1) sus leyes son empíricas, 2) porque los hechos que selecciona para el análisis están cargados de teoría y 3) porque el individualismo metodológico que se aplica en la investigación económica está restringido por el proceso de socialización.

1) A diferencia de las ciencias experimentales, la economía se enfrenta a fenómenos caracterizados por un menor grado de uniformidad o constancia, con los que es muy difícil realizar experimentos controlados. Por ello, las leyes de la economía son leyes empíricas: se basan en la experiencia y tienen un grado de generalidad menor que las leyes de la física.

2) Dada la posibilidad de comprensión empática de los fenómenos económicos y la confusión entre el sujeto observante y el objeto observado (se supone que los economistas son seres humanos y que la economía se ocupa del comportamiento de esa especie) la mera elección de una muestra de fenómenos, de entre un infinito número de observaciones posibles, significa establecer una teoría, de tal manera que los hechos están impregnados de conceptos, controlados por hipótesis que no permiten posibles observaciones contradictorias, contaminados por valores estéticos, morales, religiosos, políticos o ideológicos, y contaminados por los intereses personales de los propios economistas.

3) Y mientras que en las ciencias experimentales se puede aislar a los individuos o átomos de una sistema para, a partir de ellos, explicar la realidad, en la ciencia económica este individualismo o atomismo metodológico está restringido por la dificultad que supone aislar a los individuos de su contexto general, especialmente debido al proceso de socialización o reproducción social por el que todos los humanos pasan, mediante el aprendizaje de las normas sociales, por un largo período de dependencia, primero biológica y luego económica, hasta convertirse en miembros independientes de una sociedad.

Puesto que la economía es una ciencia social, la historia del pensamiento económico estudia algo más que la mera evolución de la corriente principal de la teoría económica que ha tomado como modelo de ciencia a la física.

1) Estudia las teorías alternativas, las corrientes heterodoxas que han sido influidas por otras ciencias como la biología, la historia o la sociología.

2) Se ocupa del aspecto explícitamente normativo de la economía (es decir, el que se refiere a cómo deben ser los hechos, en conexión con la ética, que ha sido una parte fundamental en la historia de la disciplina) y de desvelar los supuestos implícitos (y que a menudo son normativos) de una buena parte de la economía positiva (la que supuestamente se ocuparía de hechos sin establecer juicios de valor).

3) La historia del pensamiento económico analiza, también, el arte de la economía (la política económica, que relaciona las fuerzas económicas con el entorno general), que ha sido objeto de atención preferente de determinadas escuelas de pensamiento económico en el pasado.

4) En definitiva, la historia del pensamiento económico combina la reconstrucción racional de la teoría económica (que estudia las teorías del pasado a la luz de los avances posteriores) con la reconstrucción histórica de la misma (teniendo en cuenta el contexto del momento y las intenciones de los economistas que formularon las teorías). En la medida que la economía, como cualquier ciencia es path dependent (dependiente de la trayectoria), la historia del pensamiento económico no es una especialización dentro de la ciencia económica, es la economía desplegada en el tiempo

La Economía es una ciencia social porque se ocupa del estudio de los seres humanos, su naturaleza, sus actividades, sus instituciones y su comportamiento. En contraposición, las ciencias naturales se ocupan del estudio del mundo físico. Esta diferencia en su objeto de estudio tiene importantes consecuencias en la metodología de ambos tipos de ciencia:

• Las ciencias sociales tienen serias dificultades para la experimentación, dada la imposibilidad, en muchas ocasiones, de reproducir un fenómeno social concreto. El ser humano y sus relaciones sociales es complejo, variable y difícil de estudiar, y en ocasiones impredecible en su comportamiento. Las ciencias naturales, sin embargo, pueden llevar a cabo experimentos controlando las condiciones del fenómeno estudiado en un laboratorio. Esta es la razón por la que a las primeras se les denomina también ciencias "no experimentales" y a las segundas "experimentales".

• Los seres humanos, y los economistas también, están influidos por sus circunstancias personales, sociales y culturales, por lo que a veces es difícil ser objetivo y liberarse de los prejuicios.

En el caso de la Economía existe una dificultad adicional, que surge como consecuencia de la propia naturaleza de su objeto de estudio a escala social: la distribución de los recursos escasos en la sociedad, terreno abonado para el conflicto de intereses sociales, que se traduce en un fuerte componente ideológico de la ciencia económica. De hecho, se le llamó Economía Política, pasando más tarde a denominarse Economía o Teoría Económica, eliminando el importante componente político.

La aplicación del método científico a las ciencias sociales, en particular a la Economía, no garantiza un resultado objetivo y único, sino diferentes teorías que son el producto de las ideas preconcebidas y las posiciones políticas de los distintos investigadores. No es de extrañar, por tanto, que ante un mismo problema económico, se alcen diversas voces reclamando medidas diferentes, y a veces contrarias, para su resolución

La Economía se relaciona con el resto de ciencias sociales, como la filosofía, la historia, la política, la psicología, la sociología o el derecho. Pero, a diferencia de éstas, utiliza como herramienta las matemáticas, lo que le añade una cierta dificultad procedimental. Esta combinación de saberes la expresó el economista J.M. Keynes de la siguiente manera:

RELACION ENTRE CIENCIAS DE LA ECONOMIA Y CIENCIAS FISICAS

La economía es una ciencia social es consecuencia de observar el comportamiento humano. Utiliza el método científico experimental, inductivo y deductivo: Observación, medición, descripción, formulación de hipótesis, construcción de modelos y de una teoría consistente.

Como ciencia empírica es predictiva, falible. Su fundamento epistemológico está en proceso de construcción. Sin embargo como ciencia debe considerar que hay conductas no racionales, sino que dependen de la emotividad. Las cantidades requeridas de un bien se pueden ver afectadas no por la calidad de los productos o por su disponibilidad en el mercado sino porque su precio ha caído. Así es como se puede decir que dichas cantidades se mueven en forma inversa a los precios, al hacerse más baratos se aumenta la cantidad demandada en el mercado y viceversa.

Existe una diferencia esencial entre el hombre y los objetos inertes, que afecta la aplicación de la metodología científica.

Esa diferencia esencial implica una dualidad metodológica, pues se pretende del sujeto de la economía un comportamiento como objeto evaluable de estudio.

En sus inicios la ciencia económica pretendió hallar las leyes del mundo social así como se establecieron en la medicina y en física leyes constantes y cuantificables para experimentar eventos controlados y asegurar que los resultados sean consistentes

Era necesario identificar las leyes, las generalizaciones en expresiones matemáticas, con mediciones que tengan aplicaciones prácticas.

Los economistas han tomado de la física o de la biología los términos elasticidad, velocidad, equilibrio, y lo han aplicado a la ciencia económica. Una estricta aplicación del método científico usado por las ciencias físicas no siempre funcionaría en la economía. Hoy se tiende a considerar como cosa del pasado el modelo determinista de la física.

Las personas no responden de la misma manera ante un estímulo específico. Se requiere asumir la incertidumbre al aplicar la precisión y cuantificar las características de las personas en la actividad económica y financiera como si se tratara de observar el seguimiento de las leyes de Newton.

La creación de la riqueza depende finalmente de los particulares pensamientos, emociones, valoraciones y acciones deliberadas de los seres humanos.

• Ley, Teoría y Política Económica

Al igual que las ciencias naturales, la economía observa y clasifica los fenómenos en la realidad y busca relaciones uniformes entre ellos, para poder enunciar leyes. Las leyes son resultantes de la interacción de elementos que al relacionarse se transforman a si mismos y es de esta misma interacción de donde surgen las propiedades.

Las leyes de las ciencias naturales pretenden ser absolutas: a determinada causa sigue siempre el mismo efecto. En cambio, las leyes económicas no siempre se cumplen en forma absoluta, sino tan solo en gran cantidad de casos y, además, lo hacen en forma diferente según el ámbito social al que se refieran.

Una ley económica es el enunciado de las relaciones uniformes entre fenómenos económicos. Señala que ante un determinado fenómeno (causa), se desencadena otro (efecto).

Para entender la economía, los economistas usan modelos -teorías que simplifican la realidad a fin de revelar cómo variables exógenas influencian variables endógenas.

Estos modelos incluyen el conjunto de leyes que rigen las relaciones económicas entre los seres humanos, desde un punto de vista lógico, hipotético. La teoría indica que, ante un aumento de precios (causa), los compradores tienden a disminuir las adquisiciones de bienes (efecto). La realidad nos demuestra que esto no siempre es así: aunque los precios sean excesivos, la demanda de bienes puede persistir porque intervienen otros factores como la imposibilidad de renunciar a esos bienes, la incertidumbre acerca de lo que puede pasar en el futuro o el consumismo.

Las teorías facilitan la predicción de las consecuencias de algunos acontecimientos. Una teoría es una explicación del mecanismo que subyace en los fenómenos observados. Las teorías son abstracciones que pretenden explicar el por qué de ciertos acontecimientos o justificar la relación entre dos o más cosas.

La habilidad del economista está en juzgar cuál modelo representa mejor las relaciones económicas. Porque ningún modelo aislado puede responder todas las preguntas, los economistas usan diferentes modelos para diferentes propósitos.

La teoría económica provee una estructura lógica para organizar y analizar datos económicos. La teoría económica es la que permite aplicación de políticas económicas. Es, precisamente, la preocupación por la política lo que hace que la teoría sea tan necesaria e importante.

Si no hubiese posibilidad de influir sobre la actividad económica a través de políticas económicas, con el objeto de cambiar ciertos sucesos que consideramos desfavorables, la economía sería una disciplina meramente descriptiva e histórica.

¿Pueden las teorías ser probadas en la economía, como experimento en un laboratorio?

Los mejores economistas pueden intentar probar sus teorías contrastando los sucesos históricos, y aún con éxito, los resultados podrían ser inciertos. Como producción humana las teorías son falibles.

El mundo de la economía está caracterizado por frecuentes fallas de individuos y negocios. Por ejemplo una compañía de automóviles puede producir autos que no se venden. Los inversores pueden hacer malas inversiones. La lista de errores empresariales es creciente cada día, pero los individuos no están destinados a cometer los mismos errores.

Afortunadamente, los individuos y líderes de negocios pueden aprender de sus errores, y también minimizarlos. Los inversores pueden reexaminar sus estrategias y hacer inversiones beneficiosas.

5.- Microeconomía y Macroeconomía :

La ciencia económica se divide en dos grandes áreas que facilitan su estudio:

1. Microeconomía: se ocupa del estudio de los agentes económicos individuales y su interacción a través de los mercados, así como la configuración estructural de éstos.

La microeconomía: se ocupa de los fenómenos referidos a las unidades económicas, en forma aislada o relacionados entre sí. Su estudio abarca: las unidades de consumo y de producción, la determinación de los precios en los mercados, los ingresos de los factores productivos.

Mientras en el campo de la microeconomía se trabaja con elementos relativamente

homogéneos, en el ámbito de la Macroeconomía coexisten partes homogéneas y heterogéneas, producto de la sumatoria de diversas unidades

que observan ciertos elementos comunes.

2. Macroeconomía: estudia la organización económica a nivel agregado o nacional, prestando especial atención a la intervención del Estado a través de la política económica.

El propósito de la macroeconomía es obtener una visión simplificada, pero que al mismo tiempo permita conocer y actuar sobre el nivel de la actividad económica de un país determinado o de un conjunto de países. Sus problemas centrales tienen que ver con el desempleo, la inflación y el crecimiento económico.

Establecer si los precios se consideran flexibles o fijos es un supuesto crucial para el modelo macroeconómico. Algunos economistas consideran que la relación de oferta y demanda describe el comportamiento de la economía en el largo plazo, mientras que los precios son fijos en el corto plazo.

Cuando el objeto de estudio se ubica en el nivel de las unidades económicas (empresas, familias, mercado de un bien específico), el tema se encuadra dentro de la óptica microeconómica).

• La macroeconomía le suministra un contexto de referencia a la Microeconomía: por ejemplo, para establecer la política salarial de una empresa metalúrgica, deberá tenerse en cuenta la estructura de ingresos del factor trabajo en ese sector. El estudio del costo de combustibles de una empresa no puede desligarse de la estructura energética de la región donde se encuentra.

• La economía considera dos factores significativos, el sector privado y público, que inciden en la política fiscal (inversión del Estado) y en la política monetaria (control de la inflación).

Relación de los conceptos de economía y política.

Política de Estado en relación a la deuda externa:

La economía y la política han estado interrelacionadas desde su origen como actividades.

Puede afirmarse que existen dos campos donde esta articulación es casi total.

a) La economía política, tal como se halla definida o sea como un conjunto de doctrinas normativas que no sólo no separan de la ideología sino que sirven para reforzarla.

b) La política económica se constituye como una parte de la política referida al estado interviniendo en la economía de un país.

La política económica, si bien se compone de un conjunto de técnicas con evidente análisis económico, está absolutamente interrelacionadas con la política y, por lo tanto, resulta imposible deslindarlas de las distintas ideologías.

Las políticas de Estado en relación a la deuda externa Argentina, adoptadas bajo gobiernos de distintos signos políticos, comenzando con la dictadura militar del ´76 donde lo capitalistas argentinos se endeudaron alegremente, colocando una buena parte de ese dinero en el extranjero (vía fuga de capitales) y que al final de la dictadura sus deudas fueron asumidas por el Estado, están articuladas a los cambios que se produjeron en la economía mundial a mediados del siglo XX y a las recetas del FMI. A la caída de la dictadura, el nuevo régimen presidencial de Alfonsín decidió asumir el conjunto de la deuda, tanto privada como pública, contraída durante la dictadura.

En los noventa se inaugura el “festival de bonos” y se profundiza el modelo de acumulación de deudas alentado por los intermediarios financieros que acumularon fuertes ganancias.

Actualmente el FMI cobra el 100 %, mientras que a los acreedores restantes se les está ofreciendo una quita en el valor de los bonos, por lo que la política actual del gobierno en relación a la deuda en nuevamente una receta del FMI, que propició el default para reestructurar la deuda.

6.- Principios Económicos:

La Teoría Económica se ha construido sobre la base del pensamiento clásico y neoclásico. Este enfoque es el que acepta la Academia y el que se enseña en los libros de texto. En este curso, vamos a estudiar sus fundamentos básicos, junto con las críticas de que es objeto desde otras líneas de pensamiento económico. En adelante, y siempre que no se diga lo contrario, se entiende que al hablar de Economía o análisis económico, nos referimos a esta teoría económica clásica y neoclásica.

Los principios sobre los que se fundamenta la Economía parten de la hipótesis del comportamiento racional de los agentes económicos. A esta forma de conducta supuesta por la teoría económica se le conoce también como el homo economicus o" pensar como un economista"

El principio de racionalidad se aplica a la resolución de las cuestiones económicas mediante la regla de la decisión racional de los agentes, que persiguen obtener el máximo bienestar individual: los consumidores intentan conseguir la máxima utilidad y las empresas el máximo beneficio.

Conjugando estos supuestos básicos con el principio de escasez de los recursos, surge otro concepto fundamental de la Economía: la eficiencia, que se refiere a la obtención del máximo bienestar con el mínimo consumo de recursos.

La idea detrás de la eficiencia es la ausencia de despilfarro, el aprovechamiento óptimo de los recursos escasos.

La racionalidad de los agentes se define de forma operativa mediante el análisis coste-beneficio, es decir, agrupando los factores que influyen en sus decisiones en dos bloques, que representan los costes y los beneficios de realizar una acción: cualquier individuo racional realizará una acción si los beneficios esperados, presentes y futuros, que se derivan de la misma son mayores que sus costes esperados, presentes y futuros; en caso contrario, no realizará dicha acción.

El coste de oportunidad

Una decisión consiste en elegir una entre varias alternativas de acción, rechazando el resto. El coste de oportunidad mide el valor de la mejor alternativa a la que se renuncia al tomar una decisión. El nombre hace referencia al coste de la oportunidad perdida al rechazar una acción concreta en detrimento de otra.

Éste es uno de los conceptos más importantes de la Economía y se considera que el valor de algo es precisamente su coste de oportunidad, o lo que es lo mismo, el valor de la mejor opción alternativa a la que se renuncia.

Como se ha dicho, las valoraciones de costes no siempre son monetarias y objetivas, sino que con frecuencia son subjetivas e individuales de cada persona, como se ilustra en el siguiente ejemplo.

Supongamos que una persona se dispone a comprar un libro que venden en la librería de su barrio por 30 soles. Antes de hacerlo, una amiga le informa que en el centro comercial de las afueras de la ciudad venden el mismo libro por 25 soles ¿Debe desplazarse al centro comercial? Para tomar la decisión correcta, deberá comparar los 5 soles de ahorro en el precio del libro con el coste total del desplazamiento hasta el centro comercial: 1 sol de transporte más el tiempo dedicado. Si esta persona decide ir al centro comercial, significa que el valor que asigna al tiempo invertido en el desplazamiento es menor que 4 soles. Si, por el contrario, decide comprarlo en su barrio, la valoración de su tiempo de desplazamiento es superior a los 4 soles que puede ahorrar.

En otros casos, los costes y beneficios se valoran de forma exclusivamente monetaria y objetiva, como en este otro ejemplo:

Un individuo dispone en su cuenta corriente de 5.000 soles que no desea gastar en un plazo de un año. Un amigo economista le aconseja invertirlo en una cuenta a plazo fijo que le dará una rentabilidad del 5% en un año. ¿Debe invertir su dinero?. Si este individuo no traslada el dinero a la cuenta a plazo fijo asume un coste de oportunidad de un 5%, es decir, 250 soles en un año, que deja de ganar si deja el dinero en la cuenta corriente.

Y en determinadas situaciones los costes y beneficios no pueden cuantificarse, ni objetiva ni subjetivamente. Pensemos en el caso del cambio climático como consecuencia del exceso de contaminación ambiental: ¿cuáles son sus costes futuros? difícilmente se puede contestar esta pregunta si ni siquiera sabemos hoy con exactitud el alcance de los perjuicios que tendrá sobre la naturaleza, incluida la humanidad entera.

Los costes irrecuperables

Un error bastante frecuente a la hora de tomar una decisión es considerar los costes del pasado que no se pueden recuperar en el momento de la elección, a los que, por esta razón, se les llama costes irrecuperables o costes hundidos .Este tipo de costes no deben tenerse en cuenta en el análisis de las decisiones porque no pueden evitarse aunque no se realice la acción. Por ejemplo, una empresa que ha lanzado un nuevo producto al mercado que no se vende, se resiste a abandonarlo pensando en la inversión que ha hecho para su producción y lanzamiento. Pero este comportamiento le hará tener pérdidas cada vez mayores

Este planteamiento es erróneo porque en la decisión sólo deben tenerse en cuenta los costes y beneficios presentes y futuros, nunca los pasados, que son irrecuperables. Así, la decisión correcta será abandonar el producto lo antes posible para evitar mayores pérdidas.

La interacción entre decisiones individuales

Normalmente cuando analizamos decisiones sólo tenemos en cuenta los costes y los beneficios de dicha acción de manera individual. Sin embargo, con frecuencia ocurre que los intereses que guían nuestras decisiones entran en conflicto, o dependen, de los intereses que guían las decisiones de otros individuos. Es decir, en el mundo real, numerosas decisiones dependen de la interacción de los individuos, por lo que habrá que incorporarlas al análisis

Un puede ser la asistencia a un concierto de rock. Uno de los beneficios que tendremos en cuenta al tomar la decisión será "disfrutar del ambiente"... pero ese "ambiente" no depende de nuestra decisión, sino de las de otras personas.

Este ejemplo pone de manifiesto la dificultad de identificar los costes y los beneficios cuando el resultado de la decisión individual depende de las decisiones de otros, y las limitaciones de la regla de comportamiento racional: es útil pero difícil de aplicar en los casos de interacción entre agentes económicos. El resultado de ello es, a menudo, un perjuicio colectivo, a nivel social.

El análisis marginal.

Hasta ahora hemos analizado una decisión única con varias alternativas de acción: invertir o no, salir del cine o quedarnos, etc.

Pero en la vida económica muchas veces la decisión no es hacer algo o no hacerlo, sino cuánto hacer. Es decir, tomar la misma decisión sucesivamente.

En este caso, los costes y los beneficios realmente importantes se producen en el margen, en el límite, dando lugar al llamado análisis marginalista.

Supongamos que compramos una caja de nuestros bombones favoritos y rápidamente la abrimos para tomar uno, que nos sabe a gloria. Con la caja delante, al rato debemos decidir si tomar otro bombón, y lo hacemos. Y así seguimos toda la tarde, ¿hasta cuándo? ¿Cuántos bombones tomaremos?

El análisis marginalista se centra exclusivamente en los costes y los beneficios de repetir una acción nuevamente, es decir, en los costes marginales y los beneficios marginales: los costes y los beneficios adicionales que recibimos por repetir la acción.

Siguiendo el ejemplo de los bombones, cada vez que nos planteamos tomar uno más analizamos el coste marginal del bombón (pongamos 1 €) con su beneficio marginal, que aquí es su utilidad marginal o satisfacción adicional que nos produce comer un bombón más.

En el caso de una empresa el análisis marginal está detrás de la mayoría de las decisiones secuenciales. Supongamos una empresa que produce 100 bicicletas al día, aunque la capacidad instalada le permite una producción de hasta 150 unidades diarias. El empresario se planteará la pregunta: ¿me conviene fabricar una bicicleta más (o 10 más)?. Para responder a la cuestión calculará con todo detalle los costes y los beneficios adicionales de esa producción añadida, llegando a los siguientes resultados:

Coste marginal = 37soles

Ingreso marginal = 50 soles

La respuesta del empresario maximizador de su beneficio será afirmativa: si produce y vende una bicicleta más obtendrá un beneficio adicional o marginal de 13soles (=ingreso marginal - coste marginal)

Las personas reaccionan ante los incentivos

En general, se puede afirmar que las personas aprovecharán aquellas oportunidades que se les presenten para mejorar su situación. En este sentido, se dice que las personas reaccionan ante los incentivos cuando cambian su comportamiento porque ese cambio les ofrece algún tipo de recompensa.

Otro ejemplo bien conocido es el establecimiento de incentivos en los salarios de muchos directivos si alcanzan determinados objetivos empresariales.

7.- Conclusiones :

• La economía es el estudio de cómo la gente en cada país o en grupo de países utilizan o administran sus recursos limitados con el objeto de producir bienes y servicios y distribuirlos para su consumo entre los miembros de la sociedad de modo que satisfagan sus necesidades.

• El propósito de la economía es bosquejar un proyecto de prosperidad para los individuos y para la sociedad. Para ello hace el análisis a soluciones de eficiencia en la producción, distribución, oferta y la demanda de bienes y servicios.

• Debido a que la escasez nos lleva a economizar y a elegir el máximo beneficio al mínimo costo, a veces se conoce a la economía como la ciencia de la elección, que predice en qué forma los cambios de circunstancias afectan las elecciones de las personas. Esta comprensión exige contar con teorías que expliquen el funcionamiento de los fenómenos económicos, y para ello hay que recurrir a la abstracción.

• La actividad económica es el uso de recursos que hace la gente para afrontar la escasez y generar riqueza.

• Economizar es hacer el mejor uso de los recursos disponibles, limitados frente a las necesidades.

• Optimizar es evaluar el mejor uso de los recursos y procurar el máximo beneficio o el mínimo costo, dentro de los límites de lo posible.

• Fenómenos como el desempleo y la inflación son referente común en las intervenciones económicas.

• En los estratos socioeconómicos altos la mayoría de la gente tiene diferentes tipos de necesidades satisfechas y se trabaja para vivir aún mejor. La riqueza se define aquí en función del logro de bienes y servicios que cubren necesidades inmediatas y futuras. En los estratos socioeconómicos bajos la insatisfacción es alta y se trabaja para sobrevivir. Los diferentes estándares de vida son una expresión de la cantidad, calidad y variedad de los bienes y servicios.

• La riqueza se crea a partir de la división del trabajo, muchas personas se

dedican a diferentes oficios. El propósito de la diferenciación de estas actividades

es lograr la eficiencia productiva que empuje el proceso de transformación de bienes no terminados hacia los bienes finales utilizado por los consumidores.

• El dinero no es riqueza: Sólo constituye riqueza un bien o servicio que al ser destruido se reduce el bienestar.

...

Descargar como  txt (65.1 Kb)  
Leer 40 páginas más »
txt