La Educación Como Ciencia

La educación como ciencia

Mucha de la gente no considera a la educación como ciencia puesto que piensan que para serlo debería tener números y ser exacta, sin embargo ser ciencia significa que existan métodos sistemáticos de investigación que permitan estudiar mejores condiciones y con menos rutina.

A la educación se la conoce mucho más como un arte, este es justamente por el contenido científico que la guía como operación práctica, la educación está en una transición de un estado empírico a uno científico, sin embargo en su forma empírica los principales factores que determinan la educación son la tradición la reproducción imitativa, la respuesta a las diversas presiones externas y los dotes naturales y adquiridos de los maestros.

Existe una gran tendencia de identificar la capacidad de enseñar con el uso de procedimientos que producen resultados satisfactorios inmediatos, siendo medido el éxito por tales cosas como son: el orden en la sala de clases, la recitación o repetición correcta por los alumnos de las lecciones asignadas, la aprobación en los exámenes, el paso de los alumnos a un grado superior, por lo general lo anterior son los criterios por los cuales la sociedad juzga a un maestro, no hay ciencia sin abstracción, esto significa que ciertas ocurrencias se separan de la dimensión de la experiencia práctica familiar para llevarlas a la de la indagación reflexiva o teorética.

La ciencia significa que llevamos nuestras observaciones y pensamientos más allá en el campo y que nos llegamos a interesar en lo que ocurre por su propia cuenta, se tiende a recoger directamente los resultados tal como se presentan y a ponerlos en operación por los maestros, no existe tiempo necesario para aquel lento y gradual desarrollo de teorías independientes que es una condición precisa para la formación de una verdadera ciencia, este peligro es inminente en la ciencia de la educación porque su gran modernidad y novedad producen escepticismo en cuanto a su posibilidad y su valor, el deseo humano de probar que el modo científico de estudio es realmente de valor produce una presión para convertir las conclusiones científicas en reglas y modelos de práctica escolar.

La ciencia no se forma por conclusiones aisladas, sin importar cuán correcta sea científicamente la técnica con la cual se ha obtenido los resultados aislados, ni cuan exactos sean los mismos, la ciencia no surge hasta que estos hallazgos se hallan unidos para formar un sistema relativamente coherente, este desarrollo requiere tiempo en el grado que sea reciente y por tanto imperfecta la transición de una condición empírica a una científica.

...