La Empatia

La familia es el contexto donde se dan las primeras relaciones del niño con su contexto, influyendo pues enormemente dentro del carácter del niño, como por ejemplo el tipo de relación que lleva con sus padres o los problemas que la familia pueda tener, siendo así que el niño va formando paulatinamente su carácter hasta llegar a la edad adulta.

Si bien es cierto que es en la familia donde se inicia la formación de valores y que hay otras instituciones informales que lo hacen, son las instituciones educativas las que inciden directamente para que estos se fortalezcan e incrementen o de lo contrario tiendan a desaparecer.

Posteriormente el ámbito escolar se presenta como segundo agente influyente en la vida del niño, ya que en la escuela, dependiendo de las características que trae consigo el alumno de su hogar, se puede de alguna manera anticipar el tipo de relación que llevará al niño a tener con sus compañeros a lo largo de su formación educativa escolar.

Se reconoce que el desarrollo del niño debe ser integral, implicando con ello dinámicas que fortalezcan sus capacidades lingüísticas, cognitivas, físicas y sociales. En el niño de edad preescolar, el aspecto afectivo-social adquiere especial relevancia. Abordar este aspecto con los niños del grupo, demanda al docente no perder de vista que es un proceso que se construye y reconstruye en la medida en que los sujetos sé interrelacionan con sus semejantes.

Siendo así que, si un niño se desarrolla en un contexto en donde las agresiones, las riñas y los insultos sean una forma de regirse, el pequeño puede llegar a ver de lo más normal la presencia de la violencia como parte de su cotidianidad, viéndose afectado él también dentro de las pautas de su conducta presente y futura. Por tal razón, considero de vital importancia interceder para afrontar estas dificultades que como ya se menciono son comunes a cualquier edad, más para los niños preescolares no traen consigo ningún beneficio y en cambio si la problemática es resuelta de manera interesante para ellos mismos y donde ellos sean los protagonistas

De las acciones que se llevarán a cabo, se podrán obtener beneficios individuales y colectivos, beneficiando así el desarrollo integral de los pequeños del grupo.

El diccionario de la real academia española, defina a la empatía, como la “Identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro”. Varios estudios afirman que el desarrollo de la empatía comienza ya en la temprana infancia, existen variedad de ejemplos, que cuyo contenido demuestran diferentes situaciones donde los niños desde muy pequeños dan muestras de actuación en diferentes niveles empáticos, tales como el de una niña de un año de edad se alteró cuando vio a otro niño caerse y comenzar a llorar; su compenetración con él era tan íntima que inmediatamente se puso el pulgar en la boca y sumergió la cabeza en el regazo de su madre como si fuera ella misma quien se hubiera hecho daño.

Ahora, si se piensa en niños de edad preescolar, es de suponerse que poseen un nivel más avanzado de la empatía en relación al ejemplo anterior, ya que los niños pueden percibir el malestar más allá de la situación inmediata ya que han comenzado a comprender que los sentimientos ajenos son diferentes a los propios y así se vuelven más sensibles a las pistas que les permiten conocer cuáles son realmente los sentimientos de los demás.

No obstante, es importante saber que para lograr ser empáticos, se requieren ciertos requisitos o procesos, que ayudados de las capacidades lingüísticas y cognitivas que presentan los niños preescolares, pueden consolidarse y avanzar así en el desarrollo de la empatía.

Es así que el contenido de este documento será informar acerca del proceso de diseño, aplicación y evaluación de las propuestas de intervención,

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