La Enseñanza Y La Competencia Didactica

El enseñar se ha convertido en una actividad más difícil que en el pasado, presentando una exigencia más grande; aún así, la posición social de los maestros va en decremento; en una encuesta realizada se afirma que seguirá en las mismas condiciones mientras los profesores no sientan su trabajo como una actividad profesional, creo que eso es muy cierto, porque los maestros somos los primeros que con nuestras acciones desvalorizamos la carrera.

La responsabilidad y el reconocimiento de los docentes se relacionan con el término competencia, que es la capacidad reconocida, de una o varias personas, para realizar tareas específicas, relativas a una función determinada; por tanto, si no se reconoce la competencia docente, seguirá viéndose de mala forma la imagen de los maestros.

Cuando se reconoce la competencia docente, tenemos derecho a opinar sobre lo que nos compete, pero a ello va ligado una responsabilidad de seguirnos formando continuamente.

Que se nos reconozca nos parece bien, pero cuando nos hablan de las responsabilidades que implica un derecho, se produce un malestar, que surge de no saber claramente cuáles son nuestras responsabilidades, no sabemos cuál es la función de la enseñanza y los resultados que se deben obtener con nuestras intervenciones.

Enseñar se debería entender cómo ayudar a aprender, entonces la responsabilidad de los docentes abarca no solo tareas de la enseñanza, sino también el aprendizaje de los alumnos, los procesos que siguen para conseguirlo y cómo apoyarlos cuando no lo pueden hacer.

La relación pedagógica

Si la idea de que el desarrollo individual está dirigido por factores biológicos y no sociales, elimina el alcance real de la función de la enseñanza, otra idea falsa que menosprecia a la enseñanza: la impresión generalizada de que está actividad que se limita a lo que sucede en clase.

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