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La Libertad Ética


Enviado por   •  9 de Marzo de 2016  •  Apuntes  •  2.951 Palabras (12 Páginas)  •  180 Visitas

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Universidad Panamericana

Campus Guadalajara

Empresariales

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La Libertad

Ética

Marco Barajas Díaz

        Administración y Finanzas

Tercer semestre

Existen varias definiciones referentes al concepto de “La libertad”, por ejemplo, la Real Academia Española la define de varias formas, como una “Facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos” (Española, 2014).

La reciente explicación incita la reflexión, ya que podemos asumir de entrada que la libertad es una facultad natural, debido a que está en la esencia misma de la persona, siendo algo propio del hombre, supuestamente inalterable, haciendo hincapié a esto, debido a cuestiones que se han presentado a lo largo de la historia tales como el esclavismo, explotación o supresión. Si la autonomía es única y propia de los seres humanos, debido a que somos los únicos seres que constamos con voluntad y racionalidad, que es lo que nos diferencia de los animales.  

A pesar de que sustancialmente la definición anterior es acertada, hay muchos factores del concepto que deja fuera. Por ejemplos; los requisitos.

Un ser humano debe de ser capaz de poder decidir qué hacer, querer lo que se hace, saber qué es lo que uno hace y fundamentalmente, saber para qué se hace. Estos son los primero pasos que llevan a una libertad plena y pura.

Sin embargo al iniciar este semestre me di cuenta de que la libertad es un concepto bastante amplio difícil de encerrar en una sola definición. La mayoría de las personas en la actualidad creen que la palabra libertad designa la facultad del ser humano que le permite actuar determinadamente, ya sea según su inteligencia o su voluntad.

“La libertad es una, pero se manifiesta de diversas maneras, según las circunstancias”. (Sartre, 1982)

Para los seres humanos es difícil aceptar la libertad pues, tenemos muchos y grandes condicionamientos, obstáculos e impedimentos. Además, como la libertad no es objetiva, no la podemos demostrar.  El hombre no sólo es, sino, que también se hace; es fruto de sí mismo, de su libertad, de sus opciones libres. El hombre jerarquiza y realiza los valores según su proyecto personal de vida. Es por ello que la sociedad y la comunidad deben dar a ese ser humano que nace, las condiciones para que encuentre lo necesario para realizarse como persona en vistas a una integral realización. Su perfeccionamiento como persona se realiza en relación con el otro. El hombre es un ser responsable de otro. Esto supone responder a la llamada del otro, de otra persona que exige tu atención, respeto y poder vivir en plenitud. Todo esto implica responsabilidad. Esta responsabilidad se puede ejemplificar en algunos casos como; el derecho a la vida, opción de elegir cualquier tipo de consumo, el manifestarse, entre otros.

Sin embargo, no podemos confundir el sentido de libertad con la toma de decisiones irrelevantes, pues la libertad determina en el sentido estricto saber lo que se hace y se decide en relación a las consecuencias que dicha decisión traerá a mi propia vida y hacia los demás; pues así, el hablar de la libertad de consumo nos puede llevar a un amplio espectro de temas de los cuales sólo mencionare el acto voluntario del consumo de sustancias dañinas o nocivas para la salud humana, un ejemplo de esto, son las drogas y el alcohol que a la mayoría de los jóvenes les parece un acto libre con el cual pueden sentirse superiores, pero no toman conciencia del daño que se provocan consumiéndolas, por lo que terminan destruyendo su propia vida, en casos extremos. Con este tipo de ejemplos podríamos decir que la voluntad es el acto que impulsa al hombre a tomar una determinada decisión u acción; es la capacidad de dar sentido o significado a la propia vida, así como también podemos decir que la voluntad indica la capacidad de obrar humanamente, es decir, que percibe un valor y lo hace propio, pues entonces, obrar libremente es obrar según el parecer de todos. Pues nuestras acciones adquieren un sentido en la medida que encarnan valores o contribuyen a promoverlos en el mundo.

Creo que la reacción negativa se parte del supuesto que la legalización de las drogas significa estimular su consumo y que una proporción mayor de la población aprovechará esa libertad para consumir más, y terminarán como drogadictos.  Son demasiadas discusiones acerca del cómo las personas determinan su propia libertad; como mencionaba anteriormente, la libertad no sólo se concibe de forma individual como efecto propio, si no que influyen en el resto de las personas, es por esto que sin el conocimiento de qué vamos a consumir y porque lo hacemos, perjudicaría nuestra libertad y actuamos sometidos a otros valores que nada tienen que ver con el acto voluntario libre. 

El ser humano es un ser sociable, comunicativo y razonable, que necesita de muchos factores para poder convivir y sentirse pleno en la sociedad. Por ejemplo el de tener educación e igualdad, en general, ayudar y ser ayudado para tener un mejor entorno. Pero hay uno que no puede quedar a un lado; es el derecho de la libertad de expresión que tiene cada una de las personas, sea del lugar que sea, a cualquier edad, cultura, etc. El respeto de este derecho es evidente, pues, toda persona puede expresar lo que siente y cree, ya que es una necesidad del humano, el hablar, el sentirse escuchado, el querer aportar alguna idea y así sentirse que es parte de una gran organización como es la sociedad. Hay grandes organizaciones mundialmente que defienden los derechos humanos, creando pactos, tratados, etc. Uno de ellos es la Convención Americana que habla en uno de sus artículos sobre la libertad de expresión, señalando que “toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y de expresión. Este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oral, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección”. Todos tenemos distintas opiniones sobre temas puntuales, eso es algo obvio y natural, ya que tenemos experiencias diferentes, vidas distintas, etc. Todo eso va creando el propio pensamiento, que se puede dar, que entre personas coinciden, pero ninguno es idéntico a otro. Por ello hay ideas en que las personas sienten la necesidad de expresarse y forman organizaciones pequeñas, para defender su punto de vista y hacer lo que creen que es correcto a su parecer. Por ende el formar instituciones, hacer reuniones es de libre opción. Nadie puede prohibir o deshacer grupos, aunque en la historia mundial si ha sucedido, eso ocurre porque hay personas que quieren tener el poder y el control de todo y no les gusta que otros piensen distinto a él. Cuando se quiere expresar alguna idea y abarcar mucha gente, que mejor que sea por medios de comunicación, como son: la televisión, la radio, la prensa, redes sociales. Difundir de este modo la información y llegar a estar comunicados como hoy lo estamos, que en un par de segundos podemos saber que pasa al otro lado del mundo, es simplemente la necesidad y la respuesta que le ha dado el ser humano a sus inquietudes. Hablando explícitamente de la libertad de prensa, ésta supone que toda persona u organización puede ser parte de un medio de comunicación para dar a conocer su punto de vista. Éste tiene el derecho de poder determinar libremente su formato, distribución y donde circular. Además no debe verse entorpecido por las autoridades; esto incluye la libertad de acceso de la información oficial y el derecho del público de informarse sobre materias que están siendo conocidas por los tribunales, entre otras. Pero ¿Qué hay de la gente que quiere pertenecer a un medio de comunicación y no puede, por el hecho de pensar distinto al formato del medio masivo? Es un caso que se da muy frecuentemente, es una forma de negarles la libertad de expresión a las personas, ya que deben someterse al punto de vista de la organización ya definida, siendo prohibido cambiarla por las personas; como lo que sucede en Cuba, donde los ciudadanos están sometidos a informarse solo por los medios que el gobierno permite.  La libertad de expresión también está íntimamente relacionada con el derecho a la libertad de conciencia y religión. La primera es un derecho absoluto, no hay discusión de eso y la segunda se podría definir o explicar como “la libertad de conservar o de cambiar la religión o creencias, así como la libertad de profesar y divulgar ésta, individual o colectivamente, tanto en público como en privado”. En general uno puede pensar, creer, decir lo que a uno le parezca mejor, exponer sus ideas. Nadie puede hacernos callar. Pero eso sí, uno tiene la debida responsabilidad de asumir los dichos emitidos, si éstos van dirigidos a alguien, debemos tomar en cuenta que los demás tiene el derecho de ser respetados , no ser agredidos psicológica y físicamente, derecho a la privacidad, entre otros. No por querer hacer y decir lo que queramos, vamos a pasar a llevar a los demás, todo se puede a través del diálogo, tolerancia y respeto. Que quede en claro, que para todo hay limitaciones y la libertad de expresión no es una excepción. Debemos de tomar conciencia primero de lo que se va a hacer, pues, hay que tener claro que los derechos de cada uno están limitados por los derechos de los demás, por la seguridad de todos y por las justas exigencias del bien común. Tomando en cuenta todo esto, podemos aportar a la sociedad con mayor claridad y sin dañar al resto.

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