La Noción de grupo en el aprendizaje: su operatividad

En la actualidad, la educación se enfrenta a condiciones “especiales” en las que debido a la situación de pandemia, ha limitado de sobremanera el contacto en la aulas para la formación de los alumnos; sin embargo se ha despertado la oportunidad de la educación en casa con lo que se podría afirmar que las condiciones sociales y académicas dependen de la convivencia de las familias conforme a la educación, es por ello que nos encontramos en un momento entre lo individual en tanto al aislamiento, como a lo grupal que es el mismo entorno familiar; desafortunadamente esta convivencia tan marcada ha resaltado que si bien existen carencias en cuanto a la formación de los padres, ha permitido que la colectividad de las familias confluya para tener un sostén que respalde al individuo; sin embargo la capacidad de relacionarse en sociedad se ha visto mermada, pues seguramente a una visión futura, la escasez de contacto, puede repercutir no solamente en la formación que tienen por separado los alumnos, sino en los mismos ambientes que se vayan creando y por ende en el impacto cultural de los mismos.

Respecto a los grupos y como es que se conforman por personas que se sienten incluidas, estas, de acuerdo con Hoyos Medina (1980) “habiendo aprendido a trabajar en grupo, asumen que están jugando con rol significativo en el grupo” (p.13) es decir lo general (grupo), lleva a lo particular en tanto condiciona y moldea al individuo, y viceversa en cuando el individuo se asocia e influye en el colectivo. La confluencia de los elementos grupales como individuales conllevan a lo que se llama, parafraseando a “cultura de grupo que acarrea notables capacidades comunicativas” y por ende a valorar y desmitificar al grupo en contra de lo individual pues “El individuo en el grupo debe, por tanto, hablar” (Faldori, 2009, p.5)

Frente a todos estos nuevos retos, mencionar que “reconociendo el grado de masificación que la sociedad va asumiendo progresivamente, pone en manifiesto el requerimiento de la implementación de nuevas técnicas que puedan dar cuenta de las necesidades de servicio de la comunidad” (Faldori,2009), dado lo anterior, el desarrollo colectivo e individual a demás de ir de la mano, permiten que el pedagogo también fomente la formación de ambos, pues citando a Aristóteles “El ser humano es un ser social por naturaleza” con lo que quiero exponer que el ser humano como tal es único e irrepetible que se conjuga con otros para dar paso a sociedades; para el caso del pedagogo el trabajar con un alumno dado el caso, estudiar las necesidades especificas y tener la capacidad de afrontarse a situaciones y características particulares conlleva a un estudio de grupo y de su importancia, puesto que tanto la conducta como el nivel educativo provienen del grupo social por excelencia, es decir la familia y en términos casi del mismo peso, de la escuela; es por ello que considero que ambos tienen una importancia equilibrada en cuanto al desarrollo del individuo y conocer y sobre todo reconocer  cuanto, como y en que medida actuar en lo individual y colectivo. La formación continua, el desenvolvimiento y el conocer el entorno sociocultural de los alumnos es misión del pedagogo para con ello satisfacer las necesidades de los estudiantes y la de el mismo en u desarrollo profesional.

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