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Psicología Social y Grupos de Aprendizaje


Enviado por   •  14 de Octubre de 2018  •  Ensayos  •  1.653 Palabras (7 Páginas)  •  480 Visitas

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Doctorado en Investigación Educativa

Ensayo

Materia: Psicología Social y Grupos de Aprendizaje  

Elabora: Mtro Said Leonel Medina Cuatepotzo.

Doctora. María Elena Morales V.

Sede: Pachuca  

Abril 2016


Ensayo

Este trabajo tiene como propósito general analizar las características exteriores esenciales de los grupos de aprendizaje desde un enfoque operativo, como una postura crítica la enseñanza tradicional. Es una propuesta que implica una participación más activa de los alumnos como sujetos de aprendizaje, a partir de una experiencia grupal.

La noción del aprendizaje grupal implica la construcción del conocimiento, aprender a pensar como instrumento para indagar y actuar en la realidad. Los ejes metodológicos de los grupos de aprendizaje (tarea, temática, técnica y dinámica) son los que permiten al docente-coordinador el diálogo como esencia de la interacción grupal para formar actitudes y habilidades del pensamiento crítico.

El objetivo primordial de la escuela y de los docentes debe ser “enseñar a los alumnos a pensar”  de esta forma todas las problemáticas que se le presenten podrán ser resueltas a través de un análisis y de   determinar posibles soluciones hasta encontrar la más  apropiada al problema planteado. Pero ¿Cómo enseñamos a pensar?

“Las teorías cognitivas del aprendizaje escolar tienen como principal finalidad, describir los procesos que el estudiante experimenta para llegar al conocimiento, siendo un referente del docente, para la puesta en práctica de diversas estrategias de enseñanza, orientadas a la adquisición de destrezas y habilidades por parte de los estudiantes”.  (Municio J. I., 1996)

En una sociedad dinámica, cambiante a cada momento, en donde la información está a la vuelta de la esquina a través de muchos medios y en donde la caducidad de los conocimientos es cada día más corta; ya no es suficiente saber mucho; lo importante ahora es: tener un repertorio de procedimientos y estrategias y la capacidad para seleccionar la más adecuada ante un problema específico. Estos argumentos, nos dan una muestra de la necesidad de poner atención en el desarrollo de las habilidades y competencias básicas para el aprendizaje (Torres, 1998) más que en el aprendizaje de los contenidos educativos mismos. Necesitamos una gestión pedagógica diferente, capaz de crear las condiciones suficientes para que los alumnos sean artífices de su proceso de aprendizaje y el docente un facilitador de este proceso.

Se conceptualiza al proceso de enseñanza–aprendizaje (E-A) como una situación donde se generan vínculos específicos entre quienes participan en él (docentes, alumnos) a partir de una situación de problematización y transformación de la práctica educativa, enseñar y aprender se conciben como, el acto de adquirir, indagar o investigar, caracterizando así la unidad de enseñar–aprender como una continua experiencia de aprendizaje en espiral, donde en un clima de plena interacción, maestro y alumno o grupo indagan, se descubren o redescubren, aprenden y enseñan (Pichón Rivere, 1980).

La dimensión social del proceso E-A no se mantiene externa al trabajo grupal, penetra en la realidad del mismo analizando las relaciones sociales del trabajo que se manifiesta en la ideología de una sociedad históricamente determinada. En esta propuesta el proceso E-A se vislumbra en dos momentos relacionados dialécticamente en el vínculo docente–alumno como un intercambio de saberes y no acepta la disociación entre teoría y práctica del acto educativo. Un aprendizaje logrado exige la eliminación de esta disociación y el consiguiente enriquecimiento de la tarea con lo que se piensa y de pensar lo que se hace (Bleger, 1998).

Esta perspectiva grupal implica la construcción colectiva del conocimiento a dos niveles: el aprendizaje de los contenidos y el aprendizaje de las relaciones. Este conocimiento tiene como finalidad la acción del sujeto, el desarrollo de su conciencia y la transformación de la realidad

Respecto al estudio de las ideologías y la filosofía del lenguaje se asienta que los cimientos de la teoría marxista de las ideologías, tienen estrecha relación con los problemas de la filosofía del lenguaje. Por ello resulta vital decir que éste es un producto ideológico que refleja y refracta la realidad exterior, pues posee significado; es decir, es un signo y sin signos no hay ideología.

Existen diferentes productos ideológicos, aun los físicos, pues éstos se convierten en signos, entendidos como un binomio inseparable: significante - significado. Así, incluso un instrumento de producción, que pareciera no tener significado, puede tenerlo cuando el propio hombre, en relación con otro o con su sociedad, determina dárselo. En forma paralela a los fenómenos naturales, artículos de consumo, etc., existe “un mundo especial: el mundo de los signos”.

Cada signo está sujeto a los  criterios de evaluación ideológica; por ello si se domina la ideología, se dominan los signos; es decir, en donde se encuentre un signo, también se encuentra la ideología, pues todo lo ideológico, tiene un valor semiótico; todos los fenómenos ideológicos tienen un carácter semiótico. En tal sentido, la realidad del signo es objetiva, por ello se puede estudiar  a través de un método objetivo.

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