La Telenovela Como Fenómeno Mediático

LA TELENOVELA COMO FENÓMENO MEDIÁTICO.

Montserrat Estrada Márquez.

"La telenovela no hubiera podido ser el fenómeno que es si no tocara alguna de las identidades más profundas de los países latinoamericanos. Nunca la industria cultural hace algo sin que conecte con algo que pasa en la realidad. Pero, a la vez, nunca lo vuelve discurso sin que medien los intereses de los grupos que construyen ese contenido." Jesús Martín-Barbero

El nacimiento de las telenovelas en México, se remonta a 1958, cuando Telesistema Mexicano a cargo de Emilio Azcárraga Vidaurreta decide llevar a la pantalla chica las radionovelas. Este experimento fue todo un reto que se materializó con Senda de Gloria, producida en 1958 por Jesús Gómez Obregón, patrocinada por Colgate-Palmolive, dirigida por Rafael Banquels y protagonizada por Silvia Derbez y Julio Alemán.

Los temores en torno al resultado que tendría este nuevo producto mediático fueron innumerables, desde cómo sería su recepción por parte del público, hasta cómo llevar a cabo una producción tan complicada, pues se transmitirían 30 capítulos en vivo. Por otro lado las posibilidades de fracasar aumentaban ante la fuerte competencia que representaba el cine.

Así la telenovela nació rodeada de incertidumbre, sin embargo unas cuantas transmisiones bastaron para disipar todas las dudas sobre el éxito del nuevo género televisivo, pues desde el principio la gente, que con curiosidad se acercó a este primer melodrama, de inmediato se enganchó con la historia y con cada episodio escrito magistralmente por Fernanda Villeli.

El éxito de la telenovela rebasó las expectativas y la reacción del público incluso traspasó las pantallas. En los años cincuenta no había como ahora mecanismos ni instituciones para medir el grado de audiencia, sin embargo, había algunas señales de que el público se había enganchado con este nuevo producto. Una de esas señales y anécdotas curiosas fue que la protagonista, Silvia Derbez, llegó a ser atacada por el público en varias ocasiones al salir de los estudios, pues interpretaba a la amante de Julio Alemán, esposo y padre de familia “honorable”.

Así el experimento había sido todo un éxito y desde entonces se hizo evidente su potencial para convertirse en un gran negocio que requería una inversión mínima comparada con las ganancias que generaba.

Hoy uno de los mayores ingresos de Televisa, la televisora más importante de México viene de las telenovelas. Su público se ha diversificado, ya que si bien, originalmente estaba únicamente dirigido a las amas de casa, hoy además de este sector, su público está integrado por hombres, mujeres profesionistas, adolescentes y niños de diferentes sectores sociales no sólo de México, sino de 50 países a los que en promedio Televisa vende sus telenovelas cada año.

Pero, ¿A qué se debe que la telenovela sea un producto televisivo que se consume tanto en México? Existen muchas respuestas a esta pregunta, algunas de ellas muy coloquiales aunque no por ello menos acertadas que nos dicen que el pueblo mexicano y en general la población latinoamericana es melodramática por definición, que al público le gusta ver historias con las que se identifica, que le gusta ver personajes con realidades a las que aspira, que las telenovelas le ayudan a la gente a evadirse de la realidad. Así mismo el éxito de las telenovelas se ha estudiado desde la perspectiva teórica y académica, sin embargo las respuestas no son muy diferentes:

"A veces burlando al género de ficción para acercarse a la vida misma, y a veces burlando a la audiencia para acercarse al negocio puro, la producción, transmisión y recepción de la telenovela ha significado en las culturas latinas un acontecimiento de importancia en la vida cotidiana de sus audiencias, en la construcción de imaginarios individuales y colectivos, en la validación de creencias y expectativas y en la reconfiguración reiterada de esas identidades volátiles."

A pesar del surgimiento y expansión de otros géneros como las series, influencia de Estados Unidos, la telenovela sigue teniendo un público fiel que incluso está habituado y disfruta de las convenciones interpretativas y de producción de la telenovela mexicana.

Un gran número de televidentes abren un espacio en su cotidianeidad para disfrutar y emocionarse con las telenovelas que son transmitidas en televisión abierta, este fenómeno está lejos de cambiar, y creo que a la gente le gustan las telenovelas por la misma razón por la que el ser humano, independientemente del formato, disfruta de la ficción desde que tiene uso de razón, cuando en la época de las cavernas, las primeras tribus se reunían al rededor de las fogatas a escuchar historias de ficción que les hablaban de ellos mismos.

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