La búsqueda de la paz en Сolombia

LA PAZ

Paz, paz, paz; anhelada y deseada Paz.

Este es uno de los temas más conversados y debatitos en el mundo entero.

La palabra paz deriva del latín pax. que significa resolver mediante acuerdo; Es generalmente definida, en sentido positivo, como un estado a nivel social o personal, en el cual se encuentran en equilibrio y estabilidad las partes de una unidad.

Pero donde esta ese acuerdo?....donde está el equilibrio?...hacia donde se fue la estabilidad?.....

Lastimosamente todo esto se extravió desde que el hombre permitió que en su corazón se albergaran el odio, la injusticia, la envidia, la ambición, y el deseo de obtener las cosas por encima de los demás.

y en general a que vivimos en una sociedad donde predomina la violencia, marcada por las guerras, el hambre y las grandes diferencias que existen entre unas zonas del mundo existiendo así zonas dominadas por el dinero en gran parte derrochado y otras en las que prácticamente no tienen ni para comer.

Como se anotó al principio, muchos son los debates que se ha llevado sobre cómo conseguir o encontrar la paz, pero …..donde están las respuestas…….donde las soluciones; realmente sería una tarea muy extensa, profunda y compleja el mencionar una a una las razones por la cual carecemos de este “estado” como se ha definido anteriormente a la paz, pero valdría la pena en este pequeño espacio traer a colisión algunas de esas razones por las que en el planeta entero hay tanta carencia de la misma y cómo podríamos llegar a ella.

La primera a mencionar es la desigualdad a la que nos vemos sometidos la gran mayoría de seres humanos en relación a la minoría, e allí la gran enemiga de la paz “la desigualdad”; por causa de ella es que muchos pensamos que los derechos ya no son de todos si no de un privilegiado grupo o sector de la sociedad; produciendo esto un terrible desequilibrio el cual desemboca o provoca los llamados conflictos o guerras.

Y a donde dejamos la “injusticia” que se podría decir esta de la mano con la “desigualdad” siendo estas dos el detonante o la razón para que cada vez memos visualicemos o disfrutemos de esa “paz” y por el contrario estemos sumergidos en tantos conflictos y guerras atrayendo esto la pobreza, el hambre y la muerte; olvidando que la paz es el proceso de búsqueda de justicia en los diferentes niveles de relación humana. Este es un concepto dinámico el cual nos lleva a hacer brotar, arrastrar y solventar los conflictos de manera no-violenta, con el fin de alcanzar una concordia de la persona consigo misma, con la naturaleza y con los demás.

Confirmando con esto la declaración hecha por uno de los 250 líderes religiosos que participaron en la jornada de oración por la paz realizada el 25 de enero del 2002.

Donde se declaró lo siguiente:

“Para construir la paz es preciso que desaparezcan primero todas las causas de discordia entre los hombres, que son las que engendran las guerras; entre estas causas deben desaparecer principalmente las injusticias, no pocas de estas injusticias tienen su origen en las excesivas desigualdades económicas y también en la lentitud con que se aplican los remedios necesarios para corregirlas.”

Y con la anterior declaración nos adentramos a un tema muy específico y propio de nosotros los colombianos, como lo son el conflicto armado por parte de grupos subversivos al margen de la ley.

Como es sabido por todos en Colombia actualmente se lleva a cabo una meza de negociaciones donde se está “negociando” la paz.

Dichas negociaciones se están llevando a cabo en la Habana Cuba; desde donde la periodista de la revista Semana María Jimena Duzán, tuvo la oportunidad durante una semana de conversar con ambas partes, analizando qué pasa con los diálogos.

Dicha periodista manifestó en su reporte que al llegar a La Habana conservaba el pesimismo que se refleja en las encuestas de opinión en torno al proceso de paz; pero comenta que regresó a Colombia cargada de un inusitado optimismo, producto de lo que vio y escucho. Recalcando que no solo volvió optimista, si no que llego con la convicción de que en La Habana, al contrario del escepticismo que se respira en esos sondeos, va a haber paz.

Expresado por ella misma de la siguiente manera:

“Probablemente no habría llegado a esta conclusión si no hubiera logrado entrevistarme con las dos partes de la mesa, —es decir, con los delegados del gobierno y con los delegados de las Farc, oportunidad que han tenido muy pocos periodistas. Esa posibilidad me permitió palpar una realidad muy diferente a la que se percibe en el país y echar abajo varias de las aseveraciones que se tienen por ciertas en Colombia en torno a lo que verdaderamente está sucediendo en La Habana.”

Resulta increíble saber que hasta hace poco tiempo no más de un año las Farc seguían aferradas a la tesis cada vez más insostenible de que ellos no podían ser victimarios, porque se veían a sí mismos como víctimas de un terrorismo de Estado que los había impulsado a abrazar las armas.

Y en estas negociaciones se ha sabido que las farc han comunicado lo inesperado por muchos…

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