La charrería es un espectáculo ecuestre
Ximena Júarez BarredaTrabajo22 de Agosto de 2017
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Tema general
La charrería es un espectáculo ecuestre, en el cual se trata de representar el triunfo de la revolución mexicana en sus trajes y el dominio sobre el caballo, lo cual resolveré con las siguientes preguntas:
- ¿Cómo y cuándo surge?
- ¿Qué representan los charros?
- ¿Qué actos muestran los charros con los caballos?
- ¿Qué clase de caballos ocupan?
- ¿Qué cuidados requiere un caballo charro?
- ¿Cuáles y cuantas clases de entrenamiento tiene un caballo?
- ¿Cuánto vive un caballo de charrería?
Con estas preguntas se busca aclarar dudas y conocer acerca de este arte.
Justificación
El tema de la charrería fue escogido, puesto que es un arte ecuestre mexicano que se está perdiendo, en la sociedad actual, ya que en estos tiempos la charrería no tiene el mismo patrocinio y la importancia que hace años, de igual forma pocas personas, que disfrutan de este arte, no reconocen el papel del caballo, desde su entrenamiento, alimentación y esperanza de vida hasta, la conformación de su cuerpo y el equipo necesario para el caballo y el jinete.
Con la investigación se busca dar a conocer la importancia del caballo, lo que este necesita para desempeñar su función y el origen de los charros, Adelitas además de lo que simbolizan para México.
Hipótesis
Con la investigación se pretende dar a conocer, la importancia del caballo en la charrería, puesto que, si tenemos un buen conocimiento de lo que fue necesario, para que el caballo pudiera hacer lo que el charro le ordena, podremos criticar, comparar y analizar el espectáculo de una mejor forma a si lo observáramos, sin previo conocimiento. Conocimientos que se darán a lo largo del trabajo
Objetivos
General
Explicar que es la charrería, el charro, adelitas y su equipo necesario de cada uno.
Específicos
- Analizar la estructura física y genética del caballo incluyendo, razas y cruzas.
- Explicar las necesidades, entrenamiento, tiempo y equipamiento necesario para un caballo charro.
Capítulo I
Orígenes y cultura general
La imagen de un varón montado en un caballo, vestido de traje negro, con sombrero de ala ancha, con espuelas, armado y con una riata de lazar (un charro), se reconoce en todo el mundo como símbolo mexicano y como la persona que practica el arte de la charrería.
1.1 Llegada de los caballos
Los caballos llegaron a América en 1519, junto a Hernán Cortes y sus marineros iban 11 caballos, cuya mayor parte eran yeguas, de las cuales una de estas crio en el navío, un potrillo, el primero nacido en tierra mexicana.
Bernal Díaz Del Catillo escribió deforma pintoresca a los primeros caballos que fueron cabalgados, así mismo citando al mismo autor
"Un caballo zaino, una yegua alazana muy buena, de juego y de carrera; una yegua rucia de buena carrera; otra yegua rucia muy poderosa, un caballo castaño oscuro muy bueno y gran corredor: un buen caballo castaño, perfecto castaño, buen corredor; un caballo overo, labrado de las manos y era bien revuelto; un caballo overo, algo sobre morcillo, no bueno para cosa ninguna; un caballo muy bueno de color castaño algo claro y muy buen corredor, es muy buen caballo oscuro, que le decían el Arriero y una yegua castaña que parió en el navío; es decir el primero nacido en tierra mexicana."
Durante la conquista los indígenas pensaron que bestia y jinete eran la misma creatura, este animal era de uso exclusivo para los españoles, estos caballos sabían lo básico de la rienda y de caballería, aunque esta última era exclusiva, por decirlo de esta manera, para los caballos de guerra, pero la primera vez que fueron mostrados de forma bélica para los indígenas fue, ese mismo año en Tabasco, “fueron 16 caballos adornados con cascabeles.
1.2 Indígenas a Caballo
Nicolás Montañéz; Fernando de Tapia y el instructor Fray Pedro Barrientos, son personas que cubrieron un papel importante para la cimentación de la cacharrería (Años 1531 a 1555). Cuando el santo varón Sebastián de Aparicio, adquirió la hacienda de Careaga, cerca de Azcapotzalco y Tlalnepantla, (Estado de México), la hacienda se dedicó principalmente a la agricultura y la ganadería, enseñando los indígenas sus propias técnicas de cultivo y crianza pero ellos al no mostrar interés en la agricultura, lo cual para ellos no era una nueva actividad; se les enseñó el arte y la forma para domar ganado equino, a pesar de estar prohibido hacerlo, pues su uso era reservado sólo a los conquistadores. Surgiendo así este nuevo oficio que luego se extendió floreciente desde la Mesa Central, a todos los confines del Virreinato con el nombre de Charrería. Este ejemplar y virtuoso varón a los 71 años dejó la actividad civil donando sus propiedades al convento de Santa Clara en el Estado de México.
“Ya en 1555, durante el siglo XVI, el segundo Virrey de la Nueva España, Don Luís de Velasco, había puesto en uso una montura distinta a la que usaban los españoles; así surgieron las primeras sillas mexicanas y los primeros frenos de estilo diferente, con características propias para las necesidades vaqueriles de la Nueva España.” (Ver en anexos, imagen 1-2) (Rescatado de http://guizayacevedo.blogspot.mx/2011/11/los-indigenas-durante-el-tiempo-de-la.html, Carreño Mario).
Así nació la charrería en las haciendas de los estados de Hidalgo, “La cuna de la Charrería”, en los estados de Puebla y México, extendiéndose, más tarde por toda la Nueva España, principalmente en el actual Estado de Jalisco y sus alrededores).
Desde la conquista, hasta 1619, tan solo 100 años más tarde, desde que estas bestias pisaran el territorio, los indígenas y mestizos tenían prohibido montarlos o poseer uno, quien corrompiera esta regla sería ejecutado o castigado severamente, normalmente pasaba lo primero, para que los demás pudieran tomarlo como un advertencia.
En esta época donde abundaban las haciendas, cada vez se hacía más necesarias que los trabajadores, ósea los indígenas y mestizos, usaran el caballo para desempeñar de mejor manera su trabajo (herrar, marcar o quemar el ganado, alimentación, cuidado y amansamiento del ganado incluyendo el equino, pero sin poder montarlo al momento de amansarlo).
Luis Tavar Godinez Virrey de España, en 1619 otorgo el primer permiso a 20 indígenas para montar como los españoles (con montura, espuelas y freno) de forma libre, todos ellos pertenecientes a la hacienda de San Javier, en Pachuca, actual estado de Hidalgo”. Poco después Don Antonio de Mendoza, Virrey en la nueva España otorgo el permiso para que los indios pudieran montar acaballo de forma libre siempre y cuando usaran un traje de cuero (por esto se les conocían como cuerudos).
Otra de las primeras autorizaciones (de que se tiene conocimiento), fue el 16 de noviembre de 1619, en la primera mitad del siglo XVII. “El Marqués de Guadalcazar” Don Diego Fernández de Córdova, en nombre del Virrey Luis de Tovar Godínez, dio permiso para que, 22 indígenas, montarán a caballo, para poder cuidar y pastorear más de 100 mil cabezas de ganado pertenecientes a la Hacienda de Santa Lucía, en el distrito de Pachuca (actual estado de Hidalgo). Citado a Aguirre Manuel (Diciembre, 2005) http://www.mexicomaxico.org/dadivas/charreria.htm
1.3 El charro colonial
Los “cuerudos” ahora reconocidos como los charros de la época colonial, eran los peones indígenas que trabajaban en las haciendas, ellos hacían espectáculos, que eran llamados rodeos, hechos no solo para divertir a los “patrones” y su familia sino para que los rancheros pudieran demostrar sus habilidades sobre el dominio del caballo, desempeñando varios actos de gran valentía como: “el paso de la muerte que consiste en pasar de un caballo a otro (sin caerse), mientras estos corren” Manuel Aguirre Botello (Diciembre, 2005) rescatado de http://www.mexicomaxico.org/dadivas/charreria.html
A estos eventos asistían no solo los “cuerudos” de la hacienda anfitriona, también estaban presente la población cercana y vaqueros invitados para demostrar sus hazañas sobre la bestia. Para esta fiesta era necesario matar de 3 a 4 terneros y traer tequila de las cantinas cercanas, la bebida no era servida en vasos, porque la botella pasaba de mano en mano y de boca en boca hasta acabarse, una vez pasaba esto se abría una nueva.
Los rancheros dejaron grandes memorias sobre estas faenas camperas que luego se convirtieron en festejos, llamados rodeos o jaripeos, los vaqueros demostraban diferentes movimientos que luego conformaron los movimientos charros
1.3.1 Suertes Charras
La práctica de la Charrería se divide en 10 suertes, llamadas así porque el éxito de la ejecución dependerá en gran parte de la voluntad de la bestia con la cual se van a ejecutar, pues aunque exista la experiencia suficiente, en algunas ocasiones el animal no se presta y estas ejecuciones no se realizan con el lucimiento y éxito esperados. Además de estas 10 suertes están las escaramuzas y la prueba de un charro completo.
Para abrir el jaripeo se hace un desfile, que es la presentación de los charros y los caballos, recorriendo el ruedo con la conocida marcha de zacatecas. Luego continúan con las suertes charras.
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