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La juventud de ahora cosas negativas


Enviado por   •  3 de Noviembre de 2015  •  Documentos de Investigación  •  2.480 Palabras (10 Páginas)  •  369 Visitas

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A) Características negativas

1.- Los jóvenes de hoy prefieren la diversión al estudio. Los jóvenes prefieren la ligereza de la vida fácil, precipitada y entretenida -aunque moralmente vacía- a la vida reflexiva, pausada y seria de una existencia comprometida con la sociedad, con la patria, con los demás, con la vida misma. Las fiestas, los juegos, la afición por el fútbol y la música, y las diversiones de toda índole cumplen un papel preponderante sobre el estudio y la reflexión sobre los problemas humanos, en muchos jóvenes de hoy. Lo anterior es un indicio claro de que los tiempos han cambiado -y lo admitimos-pero, asimismo, mantenemos la convicción de que cada cosa debe estar en su sitio, pues, de lo contrario, se rompería la armonía necesaria para el convivir humano.

Lo serio e importante, moralmente hablando, es lo mismo tanto para los griegos de la época de Aristóteles (siglo IV a.C) como para nosotros, limeños de fines del siglo XX. Los valores éticos universalmente aceptados: la igualdad, la justicia, la solidaridad y la dignidad humana, no han perdido su valor, ni podrían perderlo. De suceder esto último, el ser humano perdería el fundamento de su propia acción, de su propio existir. Con relación al problema de la universalidad y particularidad de la actividad humana, Feng You Lan, en su Breve Historia de la Filosofía China, nos recuerda que “…tanto la sociedad de la Grecia antigua como la de la China antigua, aunque eran diferentes, pertenecen a la categoría general de ‘sociedades’. Las teorías que son las expresiones teóricas de la sociedad griega [comercial y esclavista] o de la sociedad china [agrícola y familiar] también son en parte expresiones de la sociedad en general. Aunque hay en ellas algo que pertenece sólo a las sociedades griega o china per se, debe haber también algo más universal que pertenece a la sociedad en general. Ese “algo” es lo no relativo y lo que tiene valor duradero.”

En este sentido, no creemos que se pueda reducir únicamente a dos los tipos de existencia humana: vida aburrida (seria y comprometida), por lo tanto, vida de adulto; y vida divertida (fácil y ligera), por ende, vida de joven; esto sería como querer uniformizar la maravillosa riqueza de la vida humana, pues en cada uno de nosotros se enconden inéditos tesoros, imposibles de ser encasillados en una clasificación siempre arbitraria y limitante.

2.- Los jóvenes de hoy se contentan con cumplir los requisitos mínimos exigibles para el desarrollo de una tarea o trabajo cualquiera. Esto se refleja en las actitudes de muchos jóvenes universitarios frente a las cuestiones académicas, quienes se toman la molestia de hacer cálculos para ver cuánto esfuerzo necesitan desplegar para dar término a una meta u objetivo. ¿Cuántos puntos necesito para aprobar este curso? ¿Cuántos días me quedan para escribir este trabajo monográfico? (mientras tanto, ¿para qué preocuparme de eso? ¿20 hojas escritas a doble espacio serán suficientes?) Y así, preguntas por el estilo que, exagerando la importancia de los plazos, olvidan -tal vez sin querelo- lo más importante. El porqué del trabajo. ¿Cuáles son los objetivos por los cuales me siento motivado a invertir mi tiempo en este tema?

Mi pregunta la formulo en los siguientes términos: ¿Por qué no invertir todo ese valioso tiempo que se toman en calcular la dificultad de la empresa o el tiempo que queda para realizarla en planificar, organizar y, sin más demora, realizar la empresa? ¿Por qué tenemos que gastar tiempo en pensar cuánto necesito para, cuánto tiempo me queda para, cuánto se me pide para, en lugar de pensar en qué necesito para, qué es lo que quiero lograr con mi trabajo, qué puedo agregar de mi parte a lo que mínimamente se me exige. Vayamos a la esencia o substancia de las cosas, toquemos profundidades marinas, no perdamos tiempo en justificaciones y detalles de segundo orden, que dificultan nuestra ya difícil tarea.

El uso del neologismo peruano “nomás” de amplio uso y difusión en nuestra capital, nos parece que arroja mucha luz sobre este problema originado a causa de una ausencia de deseos de superación, lo que nos circunscribe a una condición promedio, normal, media, ajena a la creatividad y el despliegue dirigido de fuerzas inherente a nuestra naturaleza humana. Detectamos tres usos comunes de esta “simpática” palabrita:

nomás = algo, poco, no mucho, probablemente menos que suficiente.

a) “Déjalo así nomás” (contexto de estudio o trabajo)

Interpretación: No hagas más. Es suficiente con el trabajo que has realizado. Frase que deja traslucir un carácter mediocre y conformista. ¿Se trata de un síntoma de una posible precariedad intelectual, moral y espiritual?

b) “Avanza nomás” (contexto automovilístico)

Interpretacón: Denota la concesión de un permiso. Quiere decir avanza, no hagas nada más que eso y “no me friegues”; no interfieras conmigo. Contexto específico: conductor de un automóvil en pleno tráfico de una vía congestionada que lo apura a otro para que lo deje pasar.

c) “Métete nomás” (contexto de fraude, mentira o engaño)

Interpretación: Métete, hazlo y no te preocupes que no va a pasar nada; no te van a descubrir. No te van a echar la culpa y no vas a verte comprometido o asumir alguna responsabilidad en el asunto.

3.- Los jóvenes de hoy prefieren su beneficio personal al bien común. Comprendemos, no obstante, que este cambio radical en la perspectiva valorativa es explicable -sin cuestionar aún su presunta legitimidad- por el agudo proceso de secularización estructural por el que estamos atravesando, el mismo que incluso ha llegado a erosionar muchas de las más sólidas instituciones: la Iglesia y el Estado. La cultura combi, resumible en el consabido refrán popular “Cada uno baila con su propio pañuelo”, es sólo un reflejo palpable de este proceso de desintegración moral generalizado. Esta cultura combi tiene como rasgos principales: prepotencia física, violación -muchas veces ignorante o maliciosamente- de las normas y leyes, agresión verbal, desconocimiento de los derechos del otro, corrupción en sentido amplio (coimas, sobornos, “varas”, etc.), abusos de autoridad, indiferencia ante los problemas ajenos, cinismo ante la realidad, mentira, engaño, falta de solidaridad en situaciones vitales, etc, etc.

Lo peor de todo es que estas conductas y actitudes negativas son fácil pero inconscientemente -la mayoría de las veces- trasladadas al ambiente universitario. Recordemos como botón de muestra

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