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La muerte del padre


Enviado por   •  27 de Octubre de 2015  •  Ensayos  •  968 Palabras (4 Páginas)  •  102 Visitas

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La muerte del padre es uno de los momentos mas traumáticos de la vida de cualquier persona. Esa maldita palabra huérfano, huele a cementerio y no dice demasiado. Solo augura luto y dolor. La muerte del padre pone al hijo al borde del abismo. Lo hace crecer de golpe no importa la edad que tenga. Le avisa que el próximo es él. El que se tiene que hacer cargo de todo y el que sigue en la lista de muertos. Asi de cruel y descarnada es la vida. Hablo de la muerte del padre porque Damián Fernández me conmovió hasta las lágrimas con sus lágrimas. Dos delincuentes que no tienen perdón de Dios asesinaron a Jorge, a su viejo, en la puerta de su casa. Primero le apuntaron con una pistola para hacerlo bajar y robarle su auto. Y después, lo pasaron por encima dos veces con las cuatro ruedas. Fue el terror después del terror. Jorge Fernández, jubilado de 77 años y laburante honrado hasta el último día se puso atrás del coche, con sus manos apoyadas sobre el baúl, como tratando de evitar que los criminales se escaparan. Jorge estaba saliendo de su casa para ir a trabajar como vigilador privado en una empresa de San Telmo. Entraba a las 10 de la noche y salía a las 6 de la mañana. A los 77 años, carajo. Y después de haber trabajado toda la vida con dignidad y sin quedarse ni con un vuelto. Por culpa de la miseria jubilatoria, Jorge salía a buscar el mango para completar los ingresos de su familia. Damián lloraba ante las cámaras y decía, lloro de alegría porque tuve un padre ejemplar. El me enseño a ser honrado en la cultura del esfuerzo y el sacrificio. Enseguida comprendí que Fernández era un típico gallego maravilloso con las manos callosas de tanto trabajar. Uno mas de los que hicieron grande y generosa a la Argentina. Uno que puso el hombro y el lomo y se lo rompió para que su familia progresara y pudieran estudiar. La famosa movilidad ascendente. ¿Que pasó para que esa Argentina hoy sea un lugar temible donde mucha gente padece todos los días el drama y el desgarro de la inseguridad? Jorge Fernández seguramente tenía su teoría y la conversaba con sus amigos de toda la vida, o sus vecinos que salieron a ayudarlo o con su hijo. Jorge Fernández, que increíblemente se llama como mi amigo y compañero de trabajo de radio Mitre, me hizo pensar en todos los Fernández que creían que a ellos no les iba a pasar. Me hizo pensar en todos los que se levantan a edificar su dia con la esperanza de ser mejores y de potenciar un país donde el que trabaje y se capacite triunfe y donde el que cometa delitos sea castigado como corresponde Una ley básica de convivencia civilizada en la sociead. Premios y castigos. Asi es la vida. Asi debería ser la sociedad y los gobiernos que la intentan gobernar. Pero es tan grave la falla y tanta la desidia y la ineficacia cuando no la complicidad de los gobiernos que el delito creció geométricamente, se hizo mas sanguinario producto de la droga y se diseminó por todos los costados del país. Tanto falso progresismo a favor de los delincuentes y tanto prejuicio ideológico, finalmente se paga. Es profundamente reaccionario y antipopular el que no hace nada para que la familia de trabajadores honrados puedan vivir en paz. Es un facho de izquierda o de derecha el que deja a las víctimas indefensas y que seindefensas mas por los pistoleros. Es una de las peores herencias que va a dejar este gobierno. Al jubilado pero laburante gallego lo atropellaron dos veces con su propio auto. Los asesinos le pasaron por encima de ida y de vuelta. Lo mataron como a un perro. Iba a trabajar. Jorge Fernández ya murió. Su familia lo llora con desgarro y todavía no entiende bien que pasó. Que maldición de malos gobernantes, malos policías, malos jueces nos cayó encima. ¿Que hicimos para merecer esto? Damian fue a la comisaria tercera de San Fernando y estaba cerrada con llave. Golpeó diez minutos hasta que le abrieran los que adentro estaban durmiendo. “Cerramos la puerta con llave por cuestiones de inseguridad”. Eso le dijeron los policías y fue como volver a matar a su viejo. Hoy está asuntos internos de la policía investigando pero el daño ya está hecho. Los que asesinaron a Jorge Fernández están libres. Se robaron otro auto de inmediato y huyeron. Se evaporaron en el aire. Jorge Fernández está bajo tierra. Todos nos morimos un poco con él. Cuando regresaba a la madrugada era capaz de quedarse acompañando a una vecina hasta que llegar el coletivo, para protegerla, de buen tipo que era nomás. Lo mataron en la puerta de su casa a las nueve de la noche. En la calle Carlos Casares al 3.200. Me llevé en mis oídos la mas terrible música, la de un hijo con un agujero negro en el alma, llorando desconsolado y repitiendo mil veces: mi viejo era un laburante honrado, era un tipo derecho y estos hijos de puta me lo mataron. La familia Fernández se quedó sin su jefe. No hay nada que llene ese vacío. Es la muerte del padre. El crimen de un padre que es imperdonable como todos los crímenes. Es el que le avisa al hijo que llegó su turno. Que se tiene que hacer cargo de la reponsabilidad de conducir a sus seres queridos. Es la ley de la vida, dirán algunos. Pero el crimen es la ley de la muerte. Y cuelga en los que quedan vivos una mochila de horror imposible de llevar. Le pesa mucho a las víctimas. Nos pesa mucho a todos…

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